lunes, 9 de enero de 2012

EL MURCIÉLAGO BECHSTEIN, MÁS MEDITERRÁNEO DE LO QUE PARECE

agenciasinc.es

Se suele decir que el hábitat natural del murciélago Bechstein es Europa central, pero los resultados de una investigación llevada a cabo en la UPV/EHU apuntan al Mediterráneo. Segun este trabajo, que ha sido publicado en la revista "Annales Zoologici Fennici", si bien es cierto que esta especie es más escasa en el área mediterránea no es porque las condiciones bioclimáticas le sean desfavorables, sino porque a degradación de los bosques dificulta su supervivencia.

Imagen: UPV/EHU

El murciélago Bechstein o Myotis bechsteinii vive en bosques caducifolios. Era muy común en el Holoceno; pero actualmente, a pesar de que se puede encontrar alguna colonia en casi toda Europa, la población está muy fragmentada. La intromisión humana y la destrucción de los bosques lo han puesto en peligro y han provocado confusión respecto a su origen, según ha comprobado María Napal, bióloga de la UPV/EHU.
Se suele decir que el hábitat natural del murciélago Bechstein es Europa central, pero los resultados de esta investigadora apuntan al Mediterráneo; ya que si bien es cierto que esta especie es más escasa en esta zona, no es porque las condiciones bioclimáticas le sean desfavorables, sino porque sus bosques han desaparecido. Napal ha publicado un artículo al respecto en la revista "Annales Zoologici Fennici".
El punto de partida de este trabajo es la paradoja encontrada en la Península Ibérica. Los datos muestran que sí existe una alta densidad de murciélagos Bechstein en algunas zonas mediterráneas. En contraste, resulta difícil encontrarlos en la zona atlántica, aun siendo su clima más parecido al de Europa central. Por lo tanto, Napal concluye que la presencia más escasa de la especie al sur de Europa no es achacable a las condiciones bioclimáticas cálidas. Debe haber alguna otra razón, ya que, de lo contrario, tendrían una presencia mayor en Galicia, por ejemplo, que en Andalucía.
“Nos percatamos de que las zonas mediterráneas no eran peores para la especie, que el origen de este murciélago podía estar en el Mediterráneo. Pero los bosques, debido a su destrucción, se habían desplazado hacia el continente; y junto con los bosques, también la especie”, dice Napal. Y destaca que es necesario reanalizar sus requerimientos ecológicos.

Clima menos riguroso

Las condiciones del Mediterráneo no solo no son perjudiciales, sino que la investigadora ha comprobado que resultan beneficiosas para la supervivencia: “La vida es más fácil en el Mediterráneo que en el Atlántico. El clima no es tan riguroso, y no necesitan cumplir unas condiciones tan estrictas”. Gracias a las temperaturas más cálidas, los murciélagos Bechstein sureños son más flexibles al decidir qué árboles van a utilizar como refugio.
Por lo tanto, el problema no es el clima, sino la decadencia de los bosques provocada por la evolución de la naturaleza y, sobre todo, por la intromisión del ser humano. Dichos murciélagos disponen de moradas muy limitadas y dispersas, tanto en el Mediterráneo como en toda la Península Ibérica. “Este murciélago tiene una capacidad de desplazamiento muy limitada; un kilómetro escaso al día, del refugio a las zonas de caza. Si el bosque no es de alta densidad, le resulta bastante difícil desplazarse de un lugar a otro, y por consiguiente la población sufre aislamiento. Esto puede acarrear consecuencias genéticas y demográficas perjudiciales”, dice Napal.
Por ejemplo, según se ha comprobado, la población de murciélago Bechstein de Cazorla (Andalucía) tiene indicios de empobrecimiento genético. De todas maneras, la investigadora insiste en que el verdadero problema es el aislamiento en sí. Y es que la variedad mediterránea está totalmente incomunicada, y su población tiene pocas opciones de crecer, en comparación con la de Europa central. Asimismo, la destrucción o fragmentación de los bosques y el propio aislamiento derivado de ella también arrojan algo de luz para comprender la escasa presencia de este murciélago en la zona atlántica, ya que aquí, la actividad humana ha sido continua en los últimos años.   

Propuestas de conservación

En términos genéricos, y por mucho que la situación en Europa central sea mejor, Napal no es demasiado optimista respecto al murciélago Bechstein. Su retroceso ha sido notorio desde el Holoceno hasta nuestros días, y mucho más desde que el ser humano explota los bosques: “Está claro que la especie va en retroceso. Si los bosques se mantienen o se incrementan, puede que sea recuperable, pero es muy difícil porque, tal y como hemos dicho, posee una capacidad limitada de movimiento y reproducción”.
En este sentido, en la investigación se ofrecen algunas propuestas de conservación. Entre otras medidas, preservar unos pocos árboles maduros en cada zona de bosque para que los murciélagos puedan utilizarlos como refugio; introducir más árboles caducifolios en la cuenca mediterránea; garantizar fuentes de agua; y asegurar la continuidad y estructura heterogénea de los bosques.

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