martes, 30 de abril de 2013

LA INTERVENCIÓN HUMANA DESDE EL NEOLÍTICO HA SIDO CLAVE EN LA DISMINUCIÓN DE LA DIVERSIDAD DE ESPECIES

noticiasdelaciencia.com
 
Desde sus orígenes más remotos, los Homo sapiens siempre ha intervenido de un modo u otro en su entorno, lo que se acrecienta con la aparición de la agricultura y el sedentarismo durante el Neolítico. Evaluar el impacto de este hecho sobre los cambios en la riqueza y la diversidad de los micromamíferos de la Península Ibérica durante el Pleistoceno superior-Holoceno, ha sido el objetivo de una investigación basada en el análisis de más de 3.000 individuos micromamíferos, entre ellos los hallados en Cueva Portalón y Mirador en la Sierra de Atapuerca.


Microfauna hallada en el yacimiento de El Portalón (Sierra de Atapuerca, Burgos). (Foto: IPHES)

El trabajo ha sido llevado a cabo por el IPHES (Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social) que ahora publica la revista Geology, un artículo encabezado por Juan Manuel López-García, vinculado al IPHES que actualmente investiga en la Università degli Studi di Ferrara (Italia).
Es conocido que durante el Pleistoceno superior (a partir de hace 125.000 años) el clima fue un factor determinante en los cambios observados en la diversidad de las especies, pero a partir del Neolítico es nuestra especie, Homo sapiens, quien tiene un papel decisivo con su intervención masiva sobre el paisaje, según la información del IPHES recogida por DiCYT.
Juan Manuel López-García asegura que es esta antropización el factor que determina la diversidad de las especies, “porque éstas son muy susceptibles a los cambios climáticos y ambientales”. Dicho de otra forma, “En el Pleistoceno superior la intervención humana sobre el medio natural no conllevaba consecuencias, en cambio, sí que empieza a influir a partir del Neolítico”, insiste.
Para realizar el estudio se seleccionaron seis yacimientos del Pleistoceno superior y el Holoceno, que corresponden a 18 niveles diferentes datados con una cronología que oscila entre los 22.000 y 3.000 años antes del presente. Además de Cueva Portalón y Mirador en Atapuerca (Burgos), los de Valdavara (Lugo), El Mirón (Cantabria), Colomera (Lleida) y Sala Chimenas en Maltravieso (Cáceres). En total se han estudiado 3.194 individuos micromamíferos.
“Analizando los índices de la riqueza y diversidad de especies, observamos que el clima desempeñó un papel importante en algunos sitios durante el Pleistoceno superior y al comienzo del Holoceno, pues la presencia de pequeños mamíferos estaba estrechamente relacionada con las temperaturas medias anuales y los cambios en el paisaje, variando según las diferentes fluctuaciones climáticas detectadas. Sin embargo, al comienzo del Holoceno, alrededor de hace 8.000 años, esto ya no es así y pasan a tener un papel fundamental las actividades humanas”, concluye Juan Manuel López-García. (Fuente: CGP/DICYT)

MONOS Y BALLENAS SE ADAPTAN A LAS NORMAS SOCIALES QUE LES RODEAN

ecoticias.com
 
El aprendizaje cultural no es exclusivo del Homo sapiens. Los monos vervet, considerados una plaga en Sudáfrica, siguen las preferencias alimentarias del grupo, aunque se opongan a las suyas propias. Por otro lado, las ballenas jorobadas imitan las técnicas de pesca de sus compañeras.
 



Ambas conclusiones, publicadas hoy en Nature, parecen confirmar que el ‘conformismo’ –la tendencia a preferir los comportamientos de la población local– resulta imprescindible para la supervivencia de muchas especies.
“Parece que los primates son animales mucho más culturales de lo que los experimentos a pequeña escala habían indicado hasta ahora”, declara a SINC Frans de Waal, experto en primatología y etología, y catedrático de Psicología en la Universidad de Emory (EE UU).
Uno de los estudios recién publicados analiza el comportamiento de monos vervet en una reserva de Sudáfrica, a los que investigadores de la Universidad de Saint Andrews (Escocia) ofrecieron maíz teñido de rosa y azul. En cada grupo, uno de los dos colores tenía mal sabor, por lo que cada grupo desarrolló la preferencia por el color no amargo.
Las nuevas crías comían maíz del mismo color que sus madres. Los machos inmigrantes también elegían el maíz preferido por sus nuevos compañeros, aunque en su grupo de origen la preferencia fuera distinta.
“Nuestros datos enfatizan la importancia de la transmisión cultural, así como las raíces evolutivas de la expresión ‘donde fueres, haz lo que vieres”, explican los investigadores.
 
Ballenas que aprenden a pescar
 
A lo largo de 27 años, científicos de la misma universidad analizaron más de 70.000 avistamientos de ballenas jorobadas en el golfo de Maine. En 1980 se detectó una nueva forma de pescar en uno de estos animales, que poco a poco se extendió al resto.
Los investigadores comprobaron que individuos que no conocían esta técnica empezaban a utilizarla si convivían con ballenas que sí la empleaban. Esto demuestra que la cultura animal no es exclusiva de los primates. 
Los experimentos para determinar si los animales aprenden unos de otros y si las variaciones culturales son aprendidas son escasos y, hasta ahora, poco rigurosos.
El siguiente paso es determinar lo extendidas que están estas tradiciones, y cómo afectan a la supervivencia comportamientos como el conformismo –actuar como el resto– y el conservacionismo –mantener el comportamiento aprendido–.

domingo, 28 de abril de 2013

NO VOLVERÁN LAS OSCURAS GOLONDRINAS

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Se presentan los resultados de programa Sacre, que SEO/BirdLife lleva a cabo desde 1998 y acumula observaciones exhaustivas sobre 125 especies. El trabajo demuestra un descenso general de las especies ligadas a ambientes agrarios y un aumento de las generalistas propias de medios forestales. El declive tiene que ver con cambios drásticos y rápidos en el medio como la agricultura intensiva, la desaparición de la ganadería extensiva y el abandono rural, junto al uso de productos químicos y actividades cinegéticas no controladas.


La golondrina común (Hirundo rustica) es una de las especies que más ha descendido en España. / Ferrán Pestaña


Los estudios que SEO/BirdLife realiza desde 1998 sobre la abundancia y distribución de las especies de aves en España muestran un descenso general de las especies ligadas a medios agrícolas y un aumento de las asociadas con medios forestales.
La ONG científica y conservacionista acaba de presentar los resultados del programa Sacre que estudia la tendencia de las poblaciones de las aves en primavera y recoge las series estadísticas acumuladas desde finales del siglo XX. Hay información sobre lo que ocurre de forma conjunta a 125 especies en las distintas regiones bioclimáticas en las que puede dividirse España.
Las aves son excelentes indicadores del estado de la biodiversidad, no solo porque las tendencias de sus poblaciones integran muchos factores ecológicos sino también porque están presentes en todos los hábitats, son muy sensibles a los cambios ambientales y son, generalmente, fáciles de muestrear.
El programa Sacre se realiza con la participación de más 1.000 voluntarios, que salen al campo cada primavera para registrar y contar las aves detectadas en los mismos lugares todos los años y siguiendo una misma metodología. Esto permite acumular una gran cantidad de datos que, con la continuidad de los años, permite detectar pautas en la evolución de las poblaciones de aves.
 
Las 10 aves que más bajan en España
 
Alcaudón_Real
1- El alcaudón real (Lanius meridionalis) –57%. Presente en la mayor parte de España, excepto en la región eurosiberiana y Baleares. Con este declive y según los criterios de la UICN debería estar en la categoría de “En Peligro”.  Su descenso se debe principalmente a los cambios en su hábitat, los mosaicos agropecuarios.
Codorniz_común
2- La codorniz común (Coturnix coturnix) -53%. Presente en todas las regiones en el medio agrario. Su descenso se debe a los cambios en estos medios, las actividades agrícolas modernas y uso de productos químicos, sumado a actividades cinegéticas.
Grajilla_occidental
3- La grajilla occidental (Corvus monedula) -44%. Presente el casi toda la península, muy escasa en la región eurosiberiana. Propia de mosaicos agropecuarios, su descenso puede deberse a los cambios en estos medios.
Golondrina_común
4- La golondrina común (Hirundo rustica) -41% Presente en mosaicos agropecuarios, especie muy cercana al hombre. Es una especie insectívora por lo que el uso de productos químicos y el abandono del pastoreo extensivo hacen desaparecer su fuente de alimento.
mochuelo_europeo
5- El mochuelo europeo (Athene noctua) -37%. Presente en toda la península y Baleares. Asociado a mosaicos agropecuarios. Su descenso se debe a los cambios en estos medios, las actividades agrícolas modernas y uso de productos químicos, sumado atropellos.
Cernícalo_vulgar
6- El cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) -39%. Asociado a medios agropecuarios por lo que los cambios en estos medios afectan a sus poblaciones. Además se ve afectado por el expolio de sus nidos por el hombre.
Calandria_común
7- La calandria común (Melanocorypha calandra) -34%. Propia de cultivos cerealistas con barbechos, la disminución de este tipo de medios por abandono del medio rural o por la intensificación agrícola afecta negativamente a sus poblaciones.
Tórtola_europea
8- La tórtola europea (Streptopelia turtur) -29% Ya estaba catalogada como “Vulnerable” en el último Libro Rojo de las Aves de España de 2004. Propia de mosaicos agropecuarios mediterráneos, se ve muy afectada por los cambios en este medio y por la sobrecaza.
perdiz_roja
9- La perdiz roja (Alectoris rufa) -16% Presente en todas las regiones en el medio agrario. Su descenso se debe a los cambios en estos medios, las actividades agrícolas modernas y uso de productos químicos, sumado a actividades cinegéticas.
Gorrión_común
10- El gorrión común (Passer domesticus) -5%. Especie generalista asociada al hombre. Su porcentaje de descenso no es muy acusado, pero preocupa mucho esta especie porque en algunas ciudades europeas ha desaparecido.
 
Las cinco que más suben
 
tórtola_turca
1- La tórtola turca (Streptopelia decaocto). Incremento muy acusado de sus poblaciones. Desde la primera observación en España en 1972 a la actualidad se ha incrementado notablemente su población y continúa en ascenso. Está asociada a medios urbanos y sus inmediaciones.
pico_picapinos
2- El pico picapinos (Dendrocopos major)  +76%. Es el pícido forestal más común y se encuentra en todos los tipos de bosques, por lo que el aumento de la masa forestal le ha beneficiado.
pinzón_vulgar
3- El pinzón vulgar (Fringilla coelebs) +75%.Asociado a masas forestales en general y también en algunos medios arbustivos, Es una especie muy común y abundante favorecida por el aumento de la masa forestal.
Agateador_europeo
4- El agateador europeo (Certhia brachydactyla) +62%. Presente en la península, falta en las islas. Está presente en todos los tipos de bosques pero prefiere los densos y de coníferas. Si el aumento de la masa forestal continúa sus poblaciones irán cada vez mejor, al preferir bosques maduros.
Carbonero_vulgar
5- El carbonero garrapinos (Parus ater) +31%. Como su nombre, indica asociada fundamentalmente a bosques de coníferas, por lo que el incremento de estos medios favorece sus poblaciones.  

jueves, 25 de abril de 2013

DESCUBREN DOS PROTISTAS CON UN ASPECTO Y UNA FORMA DE MOVERSE LLAMATIVOS

noticiasdelaciencia.com
 
Finalmente, podremos decir que Cthulhu existe, aunque no sea tal como el célebre escritor de terror y ciencia-ficción H.P. Lovecraft lo describió... A uno de dos microorganismos llamativos que han sido descubiertos recientemente, se le ha dado el nombre de Cthulhu macrofasciculumque, en referencia al monstruo ficticio de la narrativa de Lovecraft.




El hallazgo lo han hecho unos investigadores de la Universidad de la Columbia Británica en Canadá. Los organismos descubiertos son dos simbiontes, hasta ahora desconocidos, que viven en el intestino de termitas. Ambos seres han recibido nombres científicos derivados de personajes ficticios de la saga de Cthulhu.
Uno de los dos protistas unicelulares es el ya citado Cthulhu macrofasciculumque. El otro ha recibido el nombre de Cthylla microfasciculumque, en referencia a Cthylla (hija de Cthulhu), un personaje derivado de la narrativa de Lovecraft y que fue inventado décadas después por el escritor Brian Lumley.
Ambos microorganismos ayudan a las termitas a digerir la madera. Los investigadores decidieron darles nombres derivados de los de esos dos monstruos cósmicos de la ficción debido a que a Erick James se le antojó que el aspecto y la forma de moverse de esas bestias microscópicas se parecían a los de esos monstruos de la ficción.
"La primera vez que los vi bajo el microscopio tenían este singular movimiento, casi como el de un pulpo nadando", explica James. Cthulhu a menudo es descrito como un ente gigante con alas pero también con bastantes rasgos propios de los pulpos.
La mayoría de los protistas más grandes que viven en las termitas ya han sido identificados, pero, a diferencia de sus "tocayos" de la ficción, Cthulhu y Cthylla son muy pequeños: sus dimensiones están en el rango de 10 a 20 micrones, mientras que los protistas más grandes tienen alrededor de 50 a 150 micrones. No es raro, por tanto, que Cthulhu y Cthylla hayan pasado desapercibidos por la comunidad científica hasta ahora.
Sin embargo, aunque son diminutos, estos protistas y sus hermanos de tamaño algo mayor son piezas importantes en el árbol evolutivo de la vida. Tal como argumenta James, estudiar a los protistas puede aportar muchos datos sobre la evolución de varias ramas de la vida en nuestro mundo. Algunos protistas causan enfermedades, pero otros viven en relaciones simbióticas, como estos flagelados en el intestino de termitas.

miércoles, 24 de abril de 2013

LAS AVES DEL CAMPO ESTÁN EN CRISIS

agenciasinc.es
 
Las aves ligadas a medios agrícolas en España descienden. Así lo demuestran los últimos datos del programa Sacre aportados por la organización conservacionista SEO/BirdLife sobre la abundancia y distribución de especies en España. Este proyecto estudia la tendencia de las poblaciones de las aves en primavera desde 1998.


Mochuelo europeo. / Juan Varela, SEO/BirdLife.

Los resultados del censo de aves en primavera en España indican que las aves del campo han descendido, según informa un comunicado de la organización SEO/BirdLife que estudia la tendencia de las poblaciones de aves desde 1998.
"De las 125 especies de las que hacemos el estudio, en 40 sus poblaciones disminuyen. Tenemos que lanzar la voz de alarma de que no solo las aves emblemáticas como el águila imperial o el buitre negro tienen problemas de conservación. Especies como los gorriones, las golondrinas, etc., que están en nuestro entorno más inmediato, tienen problemas de conservación muy graves", declara a SINC Juan Carlos del Moral, coordinador del Área de Estudio y Seguimiento de Avifauna de SEO/BirdLife.
Además de la información obtenida para 125 especies para las que ha sido diseñada específicamente la metodología del denominado programa Sacre (tendencia de aves en primavera), se han obtenido datos de 28 especies más, lo que supone que se conoce lo que les ocurre a 153 especies.
"El declive tiene que ver con cambios drásticos y rápidos en el medio como la agricultura intensiva, la desaparición de la ganadería extensiva y el abandono rural, junto al uso de productos químicos y actividades cinegéticas no controladas", aseguran.
También se ha estudiado qué ocurre de forma conjunta a las poblaciones en las distintas regiones bioclimáticas en las que puede dividirse España, siendo la correspondiente a la mediterránea norte (que comprende a grandes rasgos Castilla y León, sur de Aragón y parte de La Rioja, Guadalajara, Cuenca y Madrid), la que presenta los resultados más negativos.
Entre las poblaciones de especies que más preocupan están: alcaudón real, codorniz común, grajilla occidental, mochuelo europeo, calandria común y curruca rabilarga y tórtola común.
 
También el gorrión
 
“Existe un sentimiento generalizado en el medio rural, y en todas las personas que tienen relación con el mismo, de que se pierde biodiversidad a nuestro alrededor y de que esos cambios se producen cada vez con mayor rapidez. Los programas de seguimiento de avifauna de SEO/BirdLife sirven para poner cifras a estos cambios, dejar registro de cómo suceden y que no sean solo impresiones”, Del Moral.
El detonante de esta declive puede ser una suma de factores –algunos aún desconocidos- los que han originado esta situación, pero seguramente uno de los más graves sea la pérdida del pastoreo extensivo, que favorecía una estructura del territorio con espacios abiertos y escasos de vegetación con fácil acceso a las presas.
La desaparición de esta actividad también ha provocado la escasez de fauna ligada al consumo de excrementos del ganado y la transformación del territorio en ambientes más arbustivos o boscosos por falta de la acción del ganado. “A ello se une el uso de insecticidas, rodenticidas, herbicidas y multitud de productos que hacen que cada vez sea más raro ver, simplemente, saltamontes, cuando antes eran docenas o centenares los que se espantaban al andar por los eriales y cultivos del entorno de los pueblos”, añade Del Moral.
Al margen del descenso que sufren las aves del medio agrícola, es importante destacar la tendencia negativa del gorrión común, ya que esto mismo le ocurre a esta especie en otros estados de la Unión Europea, como en el Reino Unido, así como a escala europea.
En general las aves asociadas a medios forestales, excepto el alcaudón común asociado a bosques mediterráneos, presentan tendencia positiva, debido al aumento de la masa forestal por el abandono de los medios agrícolas. Hay especies generalistas como la paloma torcaz y la tórtola turca que aumentan de forma acusada seguramente por su capacidad de adaptarse a distintos medios. 
 
La aportación de los voluntarios
 
El programa Sacre funciona a escala europea. Cada país aporta sus datos que sirven como indicador del estado en el que se encuentra cada especie y con ello se obtiene un índice europeo de cambio para cada una. Además, el cambio ocurrido en las aves ligadas a medios agrícolas es reconocido por Eurostat como uno de los indicadores de calidad de vida al  mismo nivel que otras variables como la calidad de energía, el consumo de energía o las emisiones de carbono lo que permite hacerse una idea del valor que la UE concede a las aves como indicadores del bienestar de la sociedad.
En ese sentido, Asunción Ruiz, directora Ejecutiva de SEO/BirdLife, afirma: “En SEO/BirdLife trabajamos por las aves y para las personas. Cuando protegemos el medio ambiente lo que hacemos es defender el mundo que habitamos y conseguir un espacio para el bienestar de las personas. El medio ambiente es nuestra verdadera riqueza y no podemos dilapidarla”.
Eurostat también pone en valor la aportación a la sociedad que supone el trabajo altruista de los miles de voluntarios que participan en los programas de seguimiento de aves. Según el organismo europeo, si hubiera que darle una valoración económica al trabajo que aportan, estaría entre 10-20 millones al año de euros para el conjunto de la UE. En España, los voluntarios son también la herramienta clave del sistema de seguimiento Sacre.
Los cerca de 1.000 colaboradores que participan realizan muestreos anuales en cerca de 20.000 puntos al año, lo que confiere un respaldo estadístico a las cifras manejadas muy sólido. “Una estimación aproximada permite decir que el Estado tendría que gastar 200.000-300.000 euros al año si quisiera llevar a cabo el trabajo que los voluntarios del Sacre hacen en beneficio de todos, solo en este programa de seguimiento”, resalta Juan Carlos del Moral.

martes, 23 de abril de 2013

EL LOBO EN EL SÉPTIMO ARTE

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Como reflejo de una ancestral relación de amor y odio que ha mantenido el hombre con el lobo, numerosos relatos, mitos y leyendas han incorporado este último a una trama que se ha ido tejiendo a través de los siglos. Un análisis de su presencia en uno de los principales medios actuales canalizadores de la cultura popular, el cine, surgido a principios del siglo XX, nos muestra si ha perdurado esta relación y bajo que criterios en este nuevo formato de expresión.



 
En un primer examen se contabilizan casi 500 películas protagonizadas por el lobo. Una revisión cronológica de las mismas muestra que ya desde sus inicios, el lobo no pasó desapercibido en el mundo cinematográfico. De hecho, en estos primeros momentos el entonces presidente de los Estados Unidos, Theodore Roosevelt, promovió la grabación de la caza de lobos por parte de los pioneros del oeste americano en una cinta (Wolf Hunt, 1908) que exponía orgulloso en la Casa Blanca. En Europa también se quiso dejar constancia de los importantes valores atribuidos a la caza del lobo (Russian Wolf Hunt, 1910), así como de lo peligroso que llega a ser para el hombre, tal como venía recogido en antiguas tradiciones (Wolf Hunt, 1909).
Tras estos tempranos períodos, durante la primera etapa del medio cinematográfico, el lobo alcanza papeles más sólidos en numerosas películas, si bien interpretado por perros adiestrados que llegaron a convertirse en estrellas de la gran pantalla. Su imagen, sin embargo, no varió mucho, ya que en la mayor parte de ellas se exponía como su espíritu salvaje era aplacado por el hombre; y actuaba con nobleza y valentía, pese a ser originariamente un animal feroz y cruel. Visión general que ha predominado en gran parte de la historia del cine, donde en el mejor de los casos el rol que ha desempeñado ha sido el de resaltar la fuerza inexorable de la naturaleza.
No será hasta las décadas de los 60 y 70, cuando en algunas películas el lobo deja ya de ser presentado como un villano, un peligroso animal dañino, y se le intenta dar un valor positivo. 
Visión del lobo como protagonista, mostrando sus problemas de subsistencia, especialmente los derivados de la persecución de la que es objeto por el hombre, e incluso llegándosele a identificar con la conservación de la naturaleza, que se ha ido instalando en el medio desde entonces. De manera que conforme llegamos hasta fechas recientes los estrenos de películas que encajan en esa dinámica se han venido incrementando, y es la visión predominante en la actualidad.  No obstante, el lobo como bestia feroz y peligrosa no ha sido “desterrado” completamente, pues no es extraño que siga apareciendo con ese “estigma” en algunas películas actuales.
Pero la industria cinematográfica no ha presentado al lobo únicamente en películas de acción y aventuras. La tradición no ha ceñido la relación con el lobo solo al mundo real, ha envuelto su figura en un entorno mágico desde tiempos pretéritos. Lo cual ha permitido a los guionistas plantear una amplia diversidad de tramas fantásticas acompañando al lobo. En este ámbito, es fundamental reseñar la considerable importancia, al menos en proporción al número de títulos, de aquellos basados en el mito del hombre lobo, habitualmente presentado en la pantalla como una estrella del cine de terror. Sin olvidar las adaptaciones de cuentos infantiles, en especial el lobo de Caperucita Roja, uno de los primeros personajes animados en aparecer en la pantalla (Le Petit Chaperon Rouge, 1901).
Clásicos del cine de acción y aventuras, acompañados en muchos casos por enfoques cómicos e incluso dramáticos. Sin excluir una clara tendencia a rodear a los lobos con un hálito de misterio y con frecuencia terror. Lo cual viene a constatar que un medio de comunicación y expresión artística reciente como el cine no ha perdido la fascinación tradicional por el lobo y es un fiel reflejo de su importancia cultural.
Todo ello se puede verificar en la monografía, editada por la Asociación Hombre y Territorio, El lobo en el séptimo arte, que describe los más de 400 títulos protagonizados por el lobo desde el origen del medio cinematográfico hasta llegar a nuestros días, estructurados en sus diferentes categorías

HACIA UNA ESPECTACULAR PROLIFERACIÓN FUTURA DE VEGETACIÓN ÁRTICA

noticiasdelaciencia.com
 
Todo apunta a que el futuro nos depara una situación insólita: Parajes polares antaño yermos, transformados en paisajes verdes. Así se ha determinado en una nueva investigación. El aumento de temperaturas asociado al calentamiento global tendrá ese efecto en muchos territorios árticos.



El equipo de Richard Pearson, del Centro de Biodiversidad y Conservación adscrito al Museo Americano de Historia Natural, en la ciudad de Nueva York, y Theodoros (Theo) Damoulas de la Universidad de Cornell en Ithaca, estado de Nueva York, ha llegado a esas conclusiones mediante su trabajo con nuevos modelos digitales.
La flora se ha incrementado en los ecosistemas del Ártico durante las últimas décadas, una tendencia que coincide con el aumento en las temperaturas casi al doble de la velocidad con que aumentan en el resto del mundo.
Basándose en escenarios climáticos pronosticados para la década del 2050, los autores del nuevo estudio exploraron cómo podría ser la tendencia futura de este proceso. Los científicos desarrollaron modelos que predicen estadísticamente los tipos de plantas que podrían crecer sometidas a ciertas temperaturas y niveles de precipitación. Aunque está implícito cierto grado de incertidumbre, este tipo de modelo es una manera robusta de estudiar el Ártico porque su áspero clima limita la gama de plantas que pueden crecer en estas condiciones, haciendo que este escenario sea más fácil de simular que los de otras regiones que son mucho más ricas en biodiversidad, como por ejemplo los trópicos.
Según las predicciones, las áreas boscosas en el Ártico podrían aumentar hasta en un 50 por ciento durante las próximas décadas, y cerca de la mitad de la vegetación pasará a ser de un tipo distinto.
¿A qué se parecerá entonces el Ártico? En Siberia, por ejemplo, los árboles que ahora no crecen más al norte de una frontera que parecía infranqueable, podrían crecer a centenares de kilómetros más al norte de dicha línea actual, que ahora los separa de otro tipo de ecosistemas naturales.Además, los investigadores estudiaron la realimentación que estos cambios podrían ocasionar sobre los propios escenarios de cambio climático. Encontraron que un fenómeno conocido como el efecto albedo, basado en la reflectividad de la superficie terrestre de acuerdo con su cubierta mineral o vegetal, tendría el mayor impacto en el clima Ártico. Cuando el sol incide sobre la blanca nieve, la mayor parte de la radiación se refleja de regreso al espacio. Pero cuando incide sobre un área más oscura, como en este caso lo es un área cubierta de árboles o arbustos, se absorbe una mayor cantidad de energía solar en el área y por ende aumenta aún más la temperatura. Esto implica una realimentación positiva para el calentamiento, lo que en palabras sencillas significa que cuanta más vegetación haya, más subirá la temperatura.
En la investigación también han trabajado Sarah Knight del Museo Americano de Historia Natural, Scott Goetz, Pieter Beck y Michael Loranty, del Centro de Investigación de Woods Hole, en Falmouth, Massachusetts, y Steven Phillips de AT&T Labs-Research, entidades todas ellas ubicadas en Estados Unidos.

jueves, 18 de abril de 2013

TRAS LA PISTA DE LOS PRIMEROS POBLADORES DEL CONTINENTE AMERICANO

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La hipótesis tradicional más aceptada apunta a que los primeros pobladores de América fueron los clovis, un pueblo de cazadores que debió de llegar al continente hace aproximadamente 13.000 años desde el nordeste de Asia, a través del estrecho de Bering, y que se expandió por todo el territorio americano. Un nuevo estudio sobre genética de poblaciones nativas del continente americano aporta evidencias científicas para reformular el modelo tradicional y definir escenarios alternativos para el poblamiento de América.


El catedrático Daniel Turbón, coautor del estudio científico, es especialista en antropología molecular y forense y en origen y evolución de los homínidos./ UB

El catedrático Daniel Turbón, del Departamento de Biología Animal de la Universidad de Barcelona, es uno de los autores de una investigación internacional, liderada por Lutz Roewer, de La Charité - Universitätsmedizin de Berlín, y que también firman Eduardo Arroyo Pardo y Ana María López Parra, de la Universidad Complutense de Madrid sobre las poblaciones nativas del continente americano.
El trabajo se basa en el estudio de marcadores genéticos del cromosoma Y masculino en casi un millar de individuos de cincuenta tribus nativas de Sudamérica. Según los autores, hay un desacoplamiento entre genética, lenguaje y geografía en las comunidades nativas del sur del continente americano. Todo apunta a que, en el primer poblamiento de América, no hubo una sola migración —independientemente de que fuera o no por el estrecho de Bering—, sino entradas rápidas y largos períodos de aislamiento.
Tal como explica Daniel Turbón, especialista en antropología molecular y forense y en origen y evolución de los homínidos, "América es, probablemente, uno de los ejemplos más recientes de poblamiento de un gran continente por la especie humana. Para los científicos, es un laboratorio excelente para contrastar herramientas metodológicas de estudios genéticos y poblacionales. Aunque la hipótesis de la migración única como explicación del origen de los pobladores de América está bastante arraigada, es una visión reduccionista cada vez más cuestionada científicamente".
 
Estudiando marcadores genéticos del cromosoma Y
 
Los autores analizan la variabilidad genética de cada individuo mediante una serie de marcadores genéticos del cromosoma Y masculino: en concreto, en 919 individuos (91 %) de la muestra, se han estudiado los dieciséis polimorfismos de nucleótidos simples (SNP) más frecuentes en Sudamérica, y las diecisiete secuencias cortas y repetidas en tándem (STR) más empleadas en todo el mundo en antropología forense. El análisis de los polimorfismos genéticos ha permitido determinar el origen geográfico de cada individuo y, además, comparar los datos con otras poblaciones del centro y el norte del continente americano.
El trabajo, como primicia científica, presenta una potente base de datos internacional sobre genética forense basada en estudios colectivos de primer rango (con población pequeña y atomizada de origen nativo) de los coautores internacionales. En relación con la parte correspondiente a la UB, también han colaborado los expertos Francesc Bert y Alfons Corella, autores de tesis doctorales leídas en la Universidad bajo la dirección del catedrático Daniel Turbón.
"Hoy en día, la ciencia está fuertemente atomizada", explica Turbón. "Se publican muchos estudios basados en muestras poblacionales reducidas y con pocos marcadores genéticos. Y esto no nos permite ver el bosque, es decir, el escenario global. En el otro extremo, hay macroestudios genéticos que perfilan un escenario más amplio, pero difícil de contrastar por dificultades metodológicas. También se hacen trabajos con muestras biológicas procedentes de hospitales de grandes núcleos de población donde hay un alto nivel de hibridación. Las comunidades nativas, que suelen vivir de manera más aislada, son cada vez más escasas".
 
Comunidades nativas en riesgo de desaparición
 
El estudio publicado en PLOS Genetics también identifica un linaje genético no descrito hasta ahora en poblaciones de América central y del norte: es el haplotipo C-M217 (C3*), que es frecuente en el continente asiático. Los expertos, además, han detectado linaje genético de origen polinesio en Perú.
Descubrir el origen de los ancestros de los primeros pobladores de América plantea un gran desafío a la comunidad científica internacional. El nuevo artículo perfila escenarios alternativos a la hipótesis de una única migración —que niega cualquier flujo transpacífico con efectos significativos sobre la genética de poblaciones— como modelo de población del continente americano.
"En el futuro, sería capital encontrar un yacimiento arqueológico con una secuencia arqueológica continua. En paralelo, también habría que elaborar un estudio genético completo de las poblaciones nativas; porque se consideran poblaciones evanescentes y cada día están más amenazadas", concluye el profesor Turbón.
 
Referencia bibliográfica:
 
Roewer L, Nothnagel M, Gusmão L, Gomes V, González M, et al. "Continent-Wide Decoupling of Y-Chromosomal Genetic Variation from Language and Geography in Native South Americans". PLoS Genet 9(4),  2013.  doi:10.1371/journal.pgen.1003460

miércoles, 17 de abril de 2013

EL ÚNICO SER VIVO CONOCIDO QUE NO NECESITA HIERRO

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La bacteria que causa la Enfermedad de Lyme, a diferencia de cualquier otro organismo conocido, puede existir sin hierro, un metal requerido por todas las demás formas de vida conocidas para fabricar proteínas y enzimas. Se ha confirmado en un análisis que, en vez de hierro, la bacteria usa manganeso, a modo de sustituto, para producir una enzima esencial, eludiendo así el mecanismo defensivo del sistema inmunitario del cuerpo invadido que priva de hierro a los microorganismos atacantes.




Cuando el cuerpo humano afronta una invasión de patógenos, pone en marcha diversos mecanismos defensivos naturales, y uno de ellos es la producción por el hígado de una hormona que inhibe la absorción de hierro en el intestino e impide asimismo su ingreso en el torrente sanguíneo. A consecuencia de ello, nos volvemos anémicos en tales circunstancias, una de las razones por las que nos sentimos tan mal, pero a corto plazo la estrategia hace mucho más daño a los microorganismos atacantes, que se ven privados del hierro que necesitan para crecer y sobrevivir.
Para poner un marcha la enfermedad, la Borrelia burgdorferi requiere grandes cantidades de manganeso, tal como lo han verificado unos científicos de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Maryland, el Instituto Oceanográfico de Woods Hole (WHOI), en Massachusetts, y la Universidad de Texas en Austin, todas estas instituciones en Estados Unidos.
Los resultados de este estudio pueden explicar algunos misterios sobre por qué la enfermedad de Lyme tiene un crecimiento lento y difícil de detectar y tratar. Los resultados también abren una línea de investigación que podría desembocar en el desarrollo de nuevas terapias contra la bacteria, basadas en explotar la dependencia del microbio hacia el manganeso.
En la investigación también han trabajado J. Daphne Aguirre, Hillary Clark, Denise Grab, Christine Vazquez y Shaina Palmere, de la Universidad Johns Hopkins, Mak Saito y Matthew McIlvin, del Instituto Oceanográfico de Woods Hole, y Janakiram Seshu y P. John Hart, de la Universidad de Texas.

DESCUBREN UNA SORPRENDENTE CAPA DE ROCA LÍQUIDA EN EL MANTO DE LA TIERRA

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Esta capa oculta de magma, que hasta ahora era desconocida, podría tener un papel importante en el movimiento de las colosales placas tectónicas del planeta, al actuar a modo de lubricante, facilitando el deslizamiento de las placas.




Dicho hallazgo puede tener importantes repercusiones científicas, que van desde comprender mejor funciones geológicas básicas del planeta, hasta obtener nuevos conocimientos sobre el vulcanismo y los terremotos.
El equipo de Samer Naif, Kerry Key, y Steven Constable, del Instituto Scripps de Oceanografía, dependiente de la Universidad de California en San Diego, y Rob Evans, del Instituto Oceanográfico de Woods Hole (WHOI), en Massachusetts, en Estados Unidos todas estas instituciones, descubrió el magma gracias a observaciones en la Fosa Centroamericana, una fosa oceánica situada frente a la costa de Nicaragua.
Usando una avanzada tecnología para obtener imágenes mediante mediciones electromagnéticas en el fondo marino, los científicos captaron una capa de 25 kilómetros (15,5 millas) de grosor de roca parcialmente fundida del manto por debajo del borde de la Placa de Coco, justo donde se mueve por debajo de Centroamérica. La placa se llama así por la Isla del Coco, su único sector que emerge del mar. Dicha isla pertenece a Costa Rica.
Después de desplegar un amplio conjunto de instrumentos en el fondo marino que registraron señales electromagnéticas naturales con las que cartografiar estructuras de la corteza y el manto, los científicos se dieron cuenta de que habían encontrado magma en un lugar sorprendente.
"Esto fue totalmente inesperado", confiesa Key.
Durante décadas, los científicos han debatido sobre las fuerzas que permiten a las placas tectónicas del planeta deslizarse por el manto de la Tierra.
Algunos estudios han mostrado que el agua disuelta en minerales del manto hace que éste sea más dúctil, lo cual puede facilitar el movimiento de las placas tectónicas, pero durante muchos años no se contó con mediciones claras ni con otros datos necesarios para confirmar o refutar esta idea.
Naif y otros científicos consideran que los datos disponibles indican que el agua no concuerda con las características observadas. Sí en cambio encaja con la idea de que debe haber magma en la franja superior del manto terrestre. "Eso es lo que causa este comportamiento dúctil que permite que se deslicen las placas", dictamina Naif.

lunes, 15 de abril de 2013

UN AUSTRALOPITECO CON CARACTERÍSTICAS HUMANAS, CANDIDATO A PRECURSOR DEL 'HOMO'

agenciasinc.es
 
Científicos de todo el mundo han analizado minuciosamente fósiles de Australopithecus sediba y lo han definido como un collage de homínidos primitivos y modernos. Sus dientes, brazos, caja torácica, hombros y pies eran similares a los australopitecos, pero tenía la mandíbula y columna vertebral como los primeros Homo. Sus andares eran peculiares y sus brazos especialmente adaptados para trepar por árboles. Esta mezcla le convierte en candidato ideal a precursor del género Homo.


La mandíbula difiere en tamaño y forma con la de otros australopitecos, y se parece más a la del género Homo. / Lee R. Berger

En agosto de 2008, un niño de nueve años encontró en Mapala (Sudáfrica) restos de Australopithecus sediba, una especie de homínidos no conocida hasta ese momento.
Hoy un equipo de investigadores de 16 instituciones de todo el mundo liderados por Lee Berger, el padre del muchacho, presentan en Science los resultados de cuatro años de análisis de los fósiles de este homínido ancestral que vivió hace dos millones de años.
Australopithecus sediba tiene una estructura semejante a un mosaico. En él podemos encontrar una mezcla de australopitecos y humanos”, explica a SINC Peter Schmid, autor principal del artículo en el que se analiza el tórax del espécimen.
Según el líder del proyecto, el paleoantropólogo Lee Berger, de la Universidad del Witwatersrand (Sudáfrica), entender bien la anatomía de este australopiteco tendrá implicaciones en la interpretación del proceso evolutivo de los homínidos.
“La gran cantidad de características que comparte con especies como Homo erectus nos lleva a considerarlo un candidato ideal de precursor del género Homo”, asegura Schmid a SINC.
Una de las conclusiones que extrae Schmid es que hay que ser cauteloso a la hora de hacer interpretaciones a partir de material fragmentado, y explica que “el mosaico de sediba, el esqueleto mejor conservado de la época, demuestra que es peligroso sacar conclusiones de fragmentos aislados”.
Los seis artículos publicados hoy analizan los dientes, la mandíbula, los brazos, el tórax, la columna vertebral y las extremidades inferiores de tres individuos de Australopithecus sediba.
Cada una de las partes es por sí misma un ejemplo de la mezcla entre Australopithecus y Homo, como si de un collage se tratara.
Su caja torácica se estrecha en la parte superior tomando una forma cónica que recuerda a los grandes simios más que el tronco cilíndrico y recto de los seres humanos. “Esta caja torácica les impedía respirar con el pecho y refrigerar el organismo de forma óptima, técnica que es típica de corredores de largas distancias” explica Schmid.
Además, la estructura ósea provoca la sensación de que estuviera encogido de hombros, de nuevo como los simios, lo cual le impedía mover los brazos al compás de sus pasos.
Estas características le asemejan más a los Australopithecus que a los Homo, sin embargo, su pelvis es parecida a la de los humanos y da lugar a unas caderas estrechas.
 
Brazos para trepar y piernas retorcidas
 
Aunque las extremidades superiores muestran una estructura primitiva, adaptada para trepar a los árboles y posiblemente mantenerse en colgado en ellos, sus manos y muñecas tienen un aspecto más moderno, de humanos.
Caminaban sobre dos extremidades de una manera peculiar, con una rotación interna de las rodillas y los pies ligeramente retorcidos
En cuanto a los pies, los talones y las rodillas, tomados individualmente, tienen una estructura curiosa y única. Sin embargo, en conjunto, forman unas extremidades inferiores consistentes que le permitían caminar sobre dos extremidades de una manera peculiar, con una rotación interna de las rodillas y los pies ligeramente retorcidos. “Esto indica que, entre nuestros ancestros homínidos bípedos, existían diferentes formas de caminar” explica Lee Berger en su artículo.
La mandíbula presenta diferencias de tamaño y forma en comparación con otros australopitecos, y se parece más a la del género Homo. Lo mismo ocurre con la columna vertebral, que tiene el mismo número de vertebras lumbares que los humanos modernos, aunque la parte inferior de su espalda era más larga y flexible.
A partir de los fósiles, los científicos también han sido capaces de llegar a algunas conclusiones sobre la forma de vida de Australopithecus sediba.
“Sus hábitos son comparables con los de otros australopitecos, por eso no lo hemos incluido en otro género. Creemos que no era un cazador nómada, aunque también tiene muchas características que encontramos en el género Homo –explica Schmid–. Hay restos de células vegetales en sus dientes que indican que era vegetariano y el pequeño tamaño del cerebro sugiere que no necesitaba un alto contenido en grasas y proteínas como el género Homo”.
Los científicos sospechan que puede haber materia orgánica conservada en el lugar donde se encontraron los fósiles del que se podría aislar algo de material genético para profundizar en el conocimiento de la especie.
“La investigación continúa en proceso y está dando resultados increíbles que serán presentados pronto”, promete Schmid.
 
Referencia bibliográfica
 
Lee R. Berger “The mosaic nature of Australopithecus sediba” Science Vol.340, abril 2013.

domingo, 14 de abril de 2013

LOS SERES VIVOS DE LA FOSA OCEÁNICA MÁS PROFUNDA DEL MUNDO

noticiasdelaciencia.com
 
Un equipo internacional de investigadores ha anunciado los primeros resultados científicos del análisis de muestras de uno de los lugares más inaccesibles de la Tierra: el fondo de la Fosa de las Marianas, ubicado a casi 11 kilómetros por debajo del nivel del mar en el Pacífico occidental. El fondo de esa fosa es el sitio más profundo de la Tierra explorado por el Ser Humano.




Su análisis documenta que existe una comunidad de bacterias muy activa en el conjunto de sedimentos de la fosa, a pesar de que el ambiente se encuentra bajo una presión extrema, casi 1.100 veces mayor que la reinante en la superficie del mar.
De hecho, los sedimentos contienen casi 10 veces más bacterias que los sedimentos de la llanura circundante ubicada a una menor profundidad, concretamente a entre unos 5 y 6 kilómetros. ¿Por qué?
El motivo parece ser que las fosas abisales actúan como focos de actividad microbiana porque reciben un flujo inusualmente alto de materia orgánica, compuesta por animales muertos, algas y otros microbios, procedente de zonas cercanas y menos profundas. Es probable que parte de este material provenga de estratos superiores del fondo marino, y que se desprenda y caiga al abismo durante los terremotos, que son comunes en la zona. De ese modo, aunque las fosas abisales, como la Fosa de las Marianas, representan sólo una minúscula parte del fondo oceánico del planeta, tienen un papel relativamente grande en el balance del carbono marino y, por ende, en el ciclo global del carbono.
El equipo del profesor Ronnie Glud de la Universidad del Sur de Dinamarca, y especialistas de otras instituciones en Dinamarca, Alemania, Japón y Escocia, se valieron para su investigación sobre la Fosa de las Marianas de un robot submarino que mide casi 4 metros de altura y pesa 600 kilogramos. Entre otras cosas, el robot está equipado con sensores ultrafinos que se insertan suavemente en el fondo del mar para medir la distribución de oxígeno con una alta resolución espacial.
Las imágenes captadas en el fondo de la Fosa de las Marianas, confirman que hay muy pocos animales grandes a esas profundidades. El fondo del abismo es un mundo dominado por los microbios que están adaptados a funcionar con eficacia sometidos a condiciones que resultan muy inhóspitas para la mayoría de los organismos superiores.

jueves, 11 de abril de 2013

LOS ANIMALES TAMBIÉN SE AUTOMEDICAN

agenciasinc.es
 
Al igual que el ser humano, otros animales también utilizan sustancias farmacológicas –como plantas medicinales– para prevenir y curar enfermedades parasitarias, con consecuencias para la evolución del huésped y el parásito. Conocer estas conductas puede ser útil para diseñar medicamentos y evitar pérdidas económicas, por ejemplo, en la industria apícola.


Los babuinos ingieren algunas plantas para evitar parásitos. / Volker Schumann

El concepto de automedicación no es exclusivo del Homo sapiens. Se conocen muchas especies de animales que deciden ingerir ciertas sustancias por su interés farmacológico y no solo por cuestiones de nutrición. No obstante, es un fenómeno poco estudiado en la naturaleza.
Varios expertos en ecología y biología evolutiva analizan las causas de este comportamiento en un artículo publicado hoy en Science, y centrado en el uso de la automedicación para curar o prevenir enfermedades parasíticas.
Aunque los chimpancés buscan hierbas medicinales para purgarse de posibles parásitos, no solo se automedican las especies de animales con una alta capacidad para observar y aprender. De hecho, muchos lo hacen mediante comportamientos innatos, no aprendidos.
En el artículo, los autores exponen varias consecuencias de la automedicación, que incluso pueden afectar al ser humano de manera indirecta.
En primer lugar, influye en la transmisión y virulencia del parásito. Por ejemplo, cuando la mariposa monarca deposita sus huevos en asclepias –plantas herbáceas–, tóxicas para los parásitos, estos aumentan su virulencia.
La respuesta inmune de estos animales –que tiene un costo muy alto–, puede reducirse o incluso eliminarse por efecto de la automedicación. Es el caso de las abejas, que al utilizar antimicrobianos en sus nidos han evolucionado hasta perder ciertos genes inmunológicos.
Además, los autores se atreven a pronosticar que, si se llevan a cabo más estudios, podrá observarse que los huéspedes han adaptado su comportamiento a sus parásitos, y que la automedicación está más extendida de lo que se creía.
El estudio de la automedicación también afecta a la producción de comida y medicamentos por parte del ser humano. Algunas enfermedades animales pueden ser peores si se interfiere en la capacidad de los animales para medicarse, como puede pasar con las abejas seleccionadas para producir poca resina en sus panales –sustancia antimicrobiana que reduce la producción de miel–, y que se ven expuestas a infecciones.
Por último, dado que el Homo sapiens es también un animal ‘farmacéutico’, y muchas medicinas modernas derivan de plantas y productos naturales, estudiar la medicación animal puede ayudar a descubrir nuevos fármacos de utilidad.
 
Farmacias animales
 
Desde que en 1978 se describiera este comportamiento aplicado a la eliminación de parásitos, la lista de animales ‘farmacéuticos’ ha crecido hasta incluir polillas, hormigas, abejas e incluso la mosca de la fruta Drosophila.
Las plantas medicinales pueden emplearse para curar o prevenir parásitos en el propio animal –como hacen babuinos y algunas orugas–, pero también se utilizan con la misma intención de manera social –como hace Drosophila con sus crías, o ciertas hormigas con sus compañeras–.
Las investigaciones sobre esta medicación social o transgeneracional indican que el estudio de la automedicación no debe centrarse en el ‘auto’, sino en la eficacia biológica que estos comportamientos aportan a la población.

miércoles, 10 de abril de 2013

REVIVIR POR CLONACIÓN ESPECIES EXTINTAS A PARTIR DE TEJIDOS CONGELADOS DESDE LOS AÑOS 70

noticiasdelaciencia.com

Siguiendo un camino muy explorado por la ciencia-ficción, pero para el que ahora ya hay medios técnicos capaces de convertir la ficción en realidad, un equipo internacional de científicos ha conseguido revivir y reactivar el genoma de una rana australiana extinta. Estos especialistas han logrado recuperar núcleos de células en tejidos que fueron recolectados en la década de 1970 y que han pasado unos 40 años en una cámara de congelación convencional. El objetivo final de este singular proyecto es "desextinguir" algunas especies animales de las que se posean tejidos en un estado de conservación lo bastante bueno, comenzando por la extraña rana con la que se ha trabajado en los experimentos recientes.

Esta ilustración muestra una rana que empolla los huevos en su estómago, la Rheobatrachus silus, dando a luz en su hábitat selvático en las montañas de Queensland. La rana en primer plano es otra que también se ha extinguido en la misma zona. El crustáceo es un Euastacus hystricosus, en peligro de extinción. (Imagen: Peter Schouten)

Esta rana, la Rheobatrachus silus, fue una criatura insólita que se tragaba sus huevos, los empollaba dentro de su estómago, y "paría" a sus crías expulsándolas por la boca. Se extinguió a mediados de la década de 1980.
En experimentos repetidos durante cinco años, los investigadores utilizaron una técnica de laboratorio conocida como transferencia nuclear de células somáticas, usando como donante a una rana actual, la Mixophyes fasciolatus, pero desactivando su núcleo celular y reemplazándolo por el de la rana extinta. En algunas ocasiones, se alcanzó la fase de embrión, aunque ninguno de los embriones sobrevivió más que unos días. En cualquier caso, lo que los análisis genéticos han demostrado ahora es que las células en proceso de división contenían el material genético de la rana extinta.
"Hemos convertido células muertas en células vivas, reviviendo el genoma de la rana extinta en el proceso", subraya el profesor Mike Archer, de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Sídney, Australia, quien encabeza el grupo de científicos dedicado al proyecto de "desextinguir" animales. "Ahora tenemos células frescas de la rana extinta preservadas criogénicamente, y que son utilizables para futuros experimentos de clonación".
El trabajo técnico fue dirigido por Andrew French y Jitong Guo (antes de la Universidad de Monash en Australia), en un laboratorio de la Universidad de Newcastle en Australia (no confundir con la universidad del mismo nombre en el Reino Unido) liderado por el profesor Michael Mahony, un reputado experto en ranas, junto con Simon Clulow y John Clulow.
Las muestras congeladas fueron conservadas y suministradas por el profesor Mike Tyler, de la Universidad de Adelaida en Australia, que ha estudiado ampliamente esa y otra especie de rana con la misma capacidad de empollar sus huevos dentro de su estómago.
Investigadores de todo el mundo están debatiendo planes atrevidos para "desextinguir" otros animales y vegetales extintos. Entre los posibles candidatos se encuentran el mamut lanudo, el guacamayo rojo de Cuba, y el moa (ave no voladora de 250 kilogramos de peso y 2,5 metros de estatura) de Nueva Zelanda.

martes, 9 de abril de 2013

LA DIETA HA PERMITIDO A LAS ARDILLAS VIVIR 36 MILLONES DE AÑOS

ecoticias.com
 
Investigadores del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusanfont (ICP) han descrito la dieta que ha permitido a las ardillas permanecer en el planeta durante 36 millones de años.



 
El estudio, realizado por Isaac Casanovas y Jan Van Dam, ha sido publicado en la revista 'Plos One' y reconstruye la alimentación de las primeras ardillas, a base de nueces y semillas, que ha permitido a esta especie sobrevivir con cambios mínimos respecto de sus ancestros.
Fue a partir de la comparación de la mandíbula de especies actuales y extintas que los expertos realizaron este estudio evolutivo, para determinar la influencia que tiene el tipo de alimentación en el periodo de vida.
Los investigadores del ICP han comparado 301 mandíbulas de 44 especies diferentes de ardillas y, de acuerdo a la morfología que presentan, se ha conocido el tiempo que han habitado el planeta, desde la existencia de un ancestro común.
Actualmente hay unas 200 especies de ardillas distribuidas en bosques de casi todo el planeta que, con su extraordinaria capacidad de adaptación y dieta se han ganado el mote de "fósiles vivientes".  
Más allá de la importancia de la alimentación, la filogenia, --la relación de parentesco entre dos especies--, puede tener un peso importante en el proceso de adaptación de estos roedores, ya que es posible que una especie haya heredado la morfología de un ancestro, en cuyo caso, tendría más peso la adaptación que la dieta.

domingo, 7 de abril de 2013

PIGMENTOS DE PLANTAS Y BACTERIAS TAMBIÉN RECOLECTAN ENERGÍA EN LA FOTOSÍNTESIS

ecoticias.com
 
Los pigmentos de las plantas y las bacterias púrpuras empleados para proporcionar protección contra el daño solar también ayudan a recolectar energía de la luz durante la fotosíntesis, según las conclusiones de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Toronto (Canadá) y la Universidad de Glasgow (Reino Unido).




Los carotenoides, los mismos pigmentos que dan color naranja a las zanahorias y el rojo a los tomates, a menudo se encuentran juntos en las plantas con pigmentos de clorofila que cosechan energía solar. Su función principal es la fotoprotección cuando los rayos de luz del sol son más intensos, pero un nuevo estudio, publicado en la revista 'Science', muestra cómo capturan la luz azul / verde y pasarn la energía a la clorofila, que absorbe la luz roja.
"Este es un ejemplo de cómo la naturaleza explota sutilezas que probablemente pasarían por alto si estuviéramos diseñando una cosechadora de energía solar", dice Greg Scholes, profesor en el Departamento de Química de la Universidad de Toronto y autor principal del estudio.
Una serie de experimentos demostró que un "estado oscuro" del carotenoide no es un nivel oculto utilizado para la absorción de luz sino que actúa como un mediador para ayudar a pasar la energía que absorbe de manera muy eficiente a un pigmento de la clorofila.
Los investigadores realizaron espectroscopia electrónica de banda ancha bidimensional, una técnica usada para medir la estructura electrónica y su dinámica en los átomos y moléculas, en las proteínas captadoras de luz de las bacterias púrpuras. El objetivo fue caracterizar con más detalle toda la secuencia de estados cuánticos mecánicos de carotenoides que capturan la luz y canalizar la energía a las moléculas bacterioclorofilas.
Los datos revelaron una firma de un estado especial en esta secuencia que fue predicho décadas atrás y se buscó desde entonces. Los resultados ponen de manifiesto el papel de este estado oscuro en la mediación de flujo de energía a partir de los carotenoides para bacterioclorofila. "Hemos encontrado una pistola humeante en el estado predicho décadas atrás y sobre el que se viene discutiendo desde entonces", dice Scholes.
"Los procesos de transferencia de energía en sistemas naturales de los sistemas captadores de luz han sido intensamente estudiados durante los últimos 60 años, pero ciertos detalles de los mecanismos subyacentes siguen siendo controvertidos. Nuestro trabajo realmente aclara este misterio en particular", añade Richard Cogdell, profesor de Botánica en la Universidad de Glasgow y coautor del informe.

viernes, 5 de abril de 2013

CUANDO LOS OCÉANOS DE LA TIERRA ERAN QUÍMICAMENTE HOSTILES PARA LA VIDA

noticiasdelaciencia.com
 
Un nuevo modelo sugiere que aguas inhóspitas, ricas en sulfuro de hidrógeno pudieron haber retrasado la propagación de formas de vida compleja en los océanos primitivos de nuestro mundo.

Hubo una época en que los océanos de la Tierra eran químicamente hostiles para la vida. (Imagen artística: Amazings / NCYT / JMC)

Los resultados de la investigación aportan conclusiones claras sobre la composición de los mares hace entre 550 y 700 millones de años, y muestran que la disponibilidad biológica del nitrógeno fue un factor clave en la regulación de un conjunto de condiciones que hacían del mar un lugar tóxico y pobre en oxígeno, lo cual probablemente demoró el establecimiento de formas de vida compleja.
Los datos obtenidos de rocas antiguas indican que las aguas oceánicas profundas de la Tierra primitiva, a diferencia de las actuales, contenían poco oxígeno, y oscilaban entre un estado rico en hierro y un estado rico en el tóxico sulfuro de hidrógeno. Este último estado es el resultado de la actividad de bacterias que sobreviven en ambientes con poco oxígeno y poco nitrato.
El estudio llevado a cabo por el equipo de Richard Boyle, de la Universidad de Exeter en el Reino Unido, muestra cómo las bacterias que usan nitrato en su metabolismo habrían desplazado a las bacterias menos eficientes energéticamente que producen sulfuro, lo cual indica que la presencia de nitrato en los océanos evitó la acumulación del tóxico sulfuro de hidrógeno.
El modelo usado en la investigación, desarrollado por especialistas de la Universidad de Exeter, en colaboración con el Laboratorio Marino de Plymouth, la Universidad de Leeds, el University College de Londres, todas estas instituciones en el Reino Unido, y la Universidad del Sur de Dinamarca, revela la sensibilidad de los océanos primitivos al ciclo global del nitrógeno. Este modelo muestra cómo la disponibilidad de nitrato, y las reacciones en el ciclo global del nitrógeno, habrían controlado la alternancia de los océanos entre los dos estados carentes de oxígeno, restringiendo potencialmente la propagación de formas tempranas de vida compleja.
Hoy en día, una gran cantidad de nitrato, en el contexto de un océano bien oxigenado, impide un retorno al inhóspito ambiente en que vivió la vida arcaica.
Determinar cómo los océanos de la Tierra han establecido la estabilidad a largo plazo ayuda a entender mejor cómo los océanos modernos interactúan con la vida y también brinda nuevos y reveladores datos sobre la sensibilidad de los océanos a cambios en su composición química.

jueves, 4 de abril de 2013

LA IMPORTANCIA DE LOS PARÁSITOS EN LA EVOLUCIÓN DE LOS SERES VIVOS

dicyt.com
 
Hubo un tiempo en que se pensó que la batalla contra los patógenos estaba ganada. Con las vacunas, antibióticos, insecticidas ... se creyó que en poco tiempo la humanidad estaría libre de enfermedades infecciosas. Sin embargo, el gran reto que plantean estas enfermedades es que están producidas por seres vivos que evolucionan y por tanto se adaptan a los cambios de su entorno. De la mano de Santiago Merino, profesor de investigación del CSIC y del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) y gran conocedor de las interacciones entre parásitos y hospedadores, penetramos en este fascinante mundo con el libro 'Diseñados por la enfermedad. El papel del parasitismo en la evolución de los seres vivos'.



 
Los parásitos son una parte importantísima de la vida en el planeta. Pueden desarrollarse en cualquier lugar, se encuentran hasta en los sitios más inhóspitos. Prácticamente todos los taxones de seres vivos tienen algunos parásitos entre sus filas hasta el punto que se calcula que aproximadamente la mitad son parásitos en alguna fase de su ciclo vital; incluso existen parásitos de otros parásitos. Aunque los virus son la esencia del parasitismo, el espectro de parásitos es amplísimo y abarca prácticamente todos los grupos de seres vivos: bacterias, protozoos, invertebrados, vertebrados, hongos y plantas.
Durante mucho tiempo se pensó que la selección natural actuaría favoreciendo una buena convivencia entre el parásito y el hospedador. Sin duda, esto ha ocurrido en muchas ocasiones: un ejemplo son las bacterias que colonizan nuestro intestino que nos permiten digerir el alimento mientras ellas obtienen el suyo. Pero esta relación no siempre es buena y muchas veces los parásitos son muy virulentos: es el caso del protozoo que causa la malaria, una enfermedad conocida desde el tiempo de los faraones y que sigue matando cada año cerca de un millón de personas en África.
Una de las características de la mayoría de los parásitos es su pequeño tamaño en relación con el de los hospedadores. Aun así su biomasa puede llegar a ser considerable y superar en algunos ecosistemas, como los estuarios, a la biomasa de aves y peces. Resulta difícil imaginar que entes microscópicos como los virus sean las formas vivas más abundantes de los océanos y que desempeñen un importante papel en sus procesos biogeoquímicos.
Hay estudios que demuestran una relación evidente entre las infecciones y la probabilidad de ser depredado, lo que confirma la importancia que tienen los parásitos en las relaciones entre depredadores y presas. Del mismo modo, las enfermedades podrían haber jugado un papel en la evolución de los ornamentos sexuales, que indicarían a las posibles parejas que los individuos más ornamentados o con mayor colorido tendrían una menor cantidad de parásitos y, por tanto, gozarían de buena salud, un aspecto de suma importancia a la hora de emparejarse.
 
El origen del sexo
 
La enorme influencia de los parásitos en la evolución por selección natural parece llegar hasta el mismo origen del sexo. Hay ejemplos que evidencian que la reproducción sexual es beneficiosa frente a los parásitos, lo que lleva a pensar que el sexo pudo ser una estrategia reproductiva muy importante para luchar contra el ataque de los patógenos, hasta el punto de que tal vez no habría sexo si no fuera por esta ventaja.
Frente a cualquier ataque hay que plantearse una estrategia de defensa, lo que nos lleva a hablar de la evolución del sistema inmune. En el caso de los vertebrados, la respuesta inmunitaria es tan compleja que los creacionistas opinan que se necesita un diseñador capaz de crear semejante complejidad. Lejos de tales planteamientos, carentes de todo soporte científico, lo cierto es que el sistema inmune ha evolucionado muy rápidamente y es el resultado de la coevolución entre patógenos y hospedadores.
Una forma alternativa de defenderse de los parásitos es evitar la infección, para lo cual se han desarrollado diferentes comportamientos y estrategias. Algunas aves llevan al nido plantas con propiedades bactericidas o insecticidas. Otras, como las abubillas, extienden por su plumaje una sustancia aceitosa segregada por la glándula uropigial, que contiene sustancias bactericidas que evitan que los huevos se infecten con bacterias dañinas y que los pollos recién eclosionados se contagien. Otra forma de liberarse de los parásitos que ha derivado en un comportamiento social es el espulgamiento que se da en los primates, pues al tiempo que elimina ectoparásitos de la piel de otros individuos contribuye a la cohesión social del grupo.
 
Invisibles al sistema inmune
 
En ocasiones los parásitos se hacen invisibles al sistema inmune, por lo que el asunto se complica. Es el caso de los tripanosomas, unos protozoos sanguíneos que infectan a los distintos grupos de vertebrados, desde los peces a los mamíferos. En el hombre produce dos enfermedades muy graves: la enfermedad del sueño, en África, y la enfermedad de Chagas en América, que infectan anualmente a 20 millones de personas y cuestan la vida a 100.000.
Aunque nuestra relación con los patógenos está cambiando gracias al desarrollo de la tecnología, no hemos dejado de estar bajo la influencia de las enfermedades a lo largo de la evolución. El alcance de esta influencia puede llegar al terreno espiritual: ¿Afectan los parásitos a nuestras creencias? El hecho de que las religiones sean mucho más diversas en los trópicos, donde también hay más riqueza de parásitos, que en las áreas templadas, sugiere que la evolución de comportamientos para evitar el contagio puede ser la causa de la diversificación de las creencias religiosas.
Con este libro, Santiago Merino pretende "llevar al lector a las fronteras del conocimiento en el área de la evolución de las interacciones parásito-hospedador con la intención, no de convencerle de que ya lo sabemos todo, que no es así, sino de presentar la ciencia como lo que es, una búsqueda continua de la verdad a través de los hechos". Y sin duda lo consigue, con un lenguaje cercano y su pasión por explicarnos un mundo que conoce bien.

miércoles, 3 de abril de 2013

LOS HOMÍNIDOS DEL NORTE DE ÁFRICA YA ACTUABAN COMO CARNICEROS HACE 1’8 MILLONES DE AÑOS

noticiasdelaciencia.com
 
Investigadores del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh) de Burgos (España)  han hallado las primeras evidencias de uso de herramientas de piedra para extraer la carne animal de los huesos, tal y como lo realizan los carniceros actuales, en el yacimiento más antiguo del norte de África, el de El-Kherba (Ain Hanech), en Argelia, hace aproximadamente 1’8 millones de años. El trabajo ha sido publicado en la revista Journal of human evolution y se enmarca en un proyecto más amplio de investigación paleoantropológica, el Ain Hanech Paleoanthropological Project.


Marcas de corte sobre un fragmento de costilla de un hipopótamo. (Foto cedida por Mohamed Sahnouni)


Mohamed Sahnouni, investigador del Cenieh y primer firmante del artículo, explica a DiCYT que este proyecto analiza las primeras ocupaciones humanas del norte de África y las adaptaciones de estos homínidos. El de El-Kherba es un yacimiento clave en este sentido, ya que cuenta con una rica cuenca sedimentaria con depósitos desde el Mioceno medio (hace unos 14 millones de años), hasta el Pleistoceno y el Holoceno (hace unos 11.700 años).
Los investigadores del Cenieh, que colaboran en la iniciativa con la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona y con colegas argelinos, han hallado en este yacimiento unos extraordinarios depósitos de fósiles de mamíferos, “fauna de tipo sabana africana compuesta por elefantes, rinocerontes, bóvidos grandes y pequeños, carnívoros, y otra fauna que indica la presencia de agua”. El equipo científico ha analizado si existen modificaciones en estos huesos fósiles causadas por los homínidos, para saber si en aquel momento existía un consumo de estos animales, y han obtenido unos interesantes resultados.
“Hemos estudiado la composición anatómica de estos restos y también la composición taxonómica de la fauna, y todo indica que la acumulación de estos huesos fósiles está provocada por los homínidos, que vienen a este lugar donde había agua para la materia prima, para manufacturar artefactos líticos con filos muy eficaces para cortar la carne (hechos de caliza y sílex, como cantos tallados, poliedros, esferoides, lascas y varios fragmentos), un lugar con agua que atrae también a los animales”, detalla Sahnouni.
Tras observar al microscopio las superficies de estos huesos fósiles, han encontrado marcas “claras” de cortes que demuestran la utilización de artefactos líticos para extraer la carne animal, en lo que serían las evidencias más antiguas del norte de África. Los investigadores también han hallado pruebas del uso de estos artefactos hechos de caliza y sílex para cortar carne, a través del estudio microscópico de las huellas de trazas sobre las propias herramientas, principalmente las lascas, “un hecho muy raro, ya que hasta ahora no existe ningún yacimiento del que se tengan evidencias de las dos partes, tanto de los huesos como de los utensilios, en lo que reside la importancia de este estudio”, agrega el científico.
Así, “todo indica que los homínidos de este lugar, de hace cerca de 1’8 millones de años, eran capaces de tener acceso a la carne animal”. Los análisis realizados revelan que estos homínidos realizaban varias actividades carniceras como la evisceración, desarticulación, extracción de la carne, y la fractura de los huesos de grandes mamíferos para poder obtener la nutritiva médula.
Por otro lado, al encontrarse estas evidencias en el norte de África el artículo publicado concluye "que todo el continente africano es un lugar de adaptación y desarrollo del comportamiento de los primeros homínidos", y no solo el este del continente.
Además de la adquisición de comida y la forma de subsistencia de estos homínidos, objeto del artículo publicado, el Ain Hanech Paleoanthropological Project abre otras tres líneas de investigación: la cronología de las primeras ocupaciones humanas en esta parte de África, la reconstrucción del paleoambiente de este yacimiento, de hace unos dos millones de años, y el estudio de la tecnología lítica que utilizan estos homínidos así como aspectos de su inteligencia o adaptación al medio. (Fuente: Cristina G. Pedraz/DICYT)

martes, 2 de abril de 2013

LA TARÁNTULA UTILIZA LA LUZ POLARIZADA DEL CIELO PARA CONOCER SU POSICIÓN RESPECTO AL NIDO

agenciasinc.es
 
Estudios experimentales de la Universidad Autónoma de Madrid han contribuido a determinar el papel que juegan los ocho ojos de la tarántula cuando ésta necesita orientarse para regresar a su nido. Sus resultados evidencian que utiliza la luz polarizada del cielo para resolver el problema de la determinación de su posición en relación al nido y que captan esta luz solo por uno de los cuatro pares de ojos: los medianos anteriores (OMA).


Disposición de los 4 pares de ojos en el cefalotórax de la araña Lycosa tarantula. Imagen: Joaquín Ortega Escobar, UAM.

Científicos de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han relacionado características físicas de las tarántulas con las capacidades de su comportamiento para descifrar cómo se orientan para regresar a sus nidos.
“Estudios análogos de comportamiento guiado visualmente en la vuelta al nido se habían realizado hasta ahora sobre todo en insectos sociales como la abeja de la miel y hormigas del desierto, pero existen pocos análisis realizados en arañas”, explica Joaquin Ortega Escobar, investigador de la UAM especializado en los mecanismos de orientación de la tarántula.
La araña Lycosa tarantula (Araneae, Lycosidae) posee cuatro pares de ojos: ojos medianos anteriores (OMA), ojos medianos posteriores (OMP), ojos laterales anteriores (OLA) y ojos laterales posteriores (OLP). La pregunta de partida que se han planteado los investigadores para estudiar los mecanismos de orientación de este animal es: ¿En el proceso de vuelta a casa, cuáles de los cuatro pares de ojos le sirven a la tarántula para determinar su posición en relación al nido y la distancia que ha recorrido?
 
Los ojos medianos anteriores captan la luz polarizada celeste
 
Los estudios han evidenciado que, bajo condiciones naturales, la tarántula utiliza la luz polarizada del cielo para resolver el problema de la determinación de su posición en relación al nido. También han aclarado que el patrón de luz polarizada celeste es captado sólo por uno de los cuatro pares de ojos con los que cuenta el artrópodo: los ojos medianos anteriores (OMA), que disponen de fotorreceptores adecuados para dicha percepción y su campo visual está dirigido hacia el cenit.
Según añade Ortega Escobar, “en el laboratorio ya habíamos logrado también determinar que era necesaria información lumínica para que el animal pudiera realizar el giro necesario para volver a su nido, y que esa información era captada únicamente por un par de ojos, los ojos laterales anteriores (OLA)”.
En un estudio más reciente, publicado en el Journal of Experimental Biology, el investigador constató un avance. En concreto, logró determinar cuál de los cuatro pares de ojos está implicado en la detección de los cambios visuales del sustrato sobre el que se desplaza el animal cuando vuelve a su nido.
 
Tarántulas en el laboratorio
 
Para determinar lo anterior, los animales fue entrenados a salir de su nido caminando sobre un sustrato consistente en una rejilla de bandas alternantes negras y blancas de una anchura de 3 milímetros, cuya orientación era perpendicular al sentido de desplazamiento de los animales.
Durante el experimento, la rejilla se giraba 90º de tal manera que su orientación quedara paralela a la dirección teórica de vuelta al nido. En los desplazamientos de entrenamiento, la dirección media hacia la que caminaban los animales no era estadísticamente diferente de la del nido. En los desplazamientos del test, la dirección media era estadísticamente diferente de la del nido.
El estudio planteó también la cuestión de a través de qué par de ojos se percibía el cambio de orientación del substrato. Para ello, se realizó el mismo experimento pero con un grupo de animales en el que los únicos ojos destapados eran los OLA, y otro grupo en el que los únicos ojos tapados eran esos mismos.
El resultado fue que el primer grupo no se orientaba con precisión hacia el nido, mientras que en el segundo grupo sí tenía una orientación precisa. Por lo tanto, concluye el investigador en su estudio, los animales que ven solo con los ojos laterales anteriores sí perciben la rotación del substrato, mientras que los que ven con el resto de los ojos se comportan como si no se hubiera rotado el substrato.
 
Referencia bibliográfica:
 
Joaquín Ortega-Escobar. Anterior lateral eyes of Lycosa tarantula (Araneae, Lycosidae) are used during orientation to detect changes in the visual structure of the substratum. Journal of Experimental Biology, 214, 2375-2380. Doi: 10.1242/jeb.055988.