martes, 31 de julio de 2012

EL AUMENTO DE LA RADIACIÓN ULTRAVIOLETA PROVOCA EL DECLIVE DE LOS CORALES

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Un equipo internacional del Laboratorio Internacional en Cambio Global (LINCGlobal) ha analizado por primera vez la magnitud de los impactos causados por el aumento de la radiación ultravioleta B (UVB) y ha determinado el grado de sensibilidad relativa entre organismos y procesos marinos. Corales, crustáceos, larvas y huevos de peces son los más sensibles.

Distribución de ozono en el hemisferio sur, mostrando los bajos niveles (en color azul) sobre la Antártida. Imagen: CSIC.

Un equipo internacional, en colaboración del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), basada en 1.784 evaluaciones experimentales, ha analizado la radiación natural y los organismos procedentes de diferentes áreas geográficas, y ha realizado experimentos con radiación artificial y organismos cultivados en laboratorio.
“La emisión a la atmósfera de compuestos fluorocarbonados es una de las causas principales de la reducción de la capa de ozono. Durante los años '70 y '80, la capa de ozono erosionó y aumentó los niveles de UVB, afectando a los organismos vivos del mar", afirma Moira Llabrés, investigadora en el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA) del CSIC.
Sin embargo, para Llabrés, el papel de la radiación UVB (con una longitud de onda entre 280 y 315 nanómetros) como posible causante del deterioro global y generalizado de los ecosistemas marinos "no se había cuantificado hasta el momento”.

Más rayos, menos vida

Los resultados de este estudio, publicado en Global Ecology and Biogeography, revelan que el aumento de los niveles de radiación UVB ha generado un incremento importante en las tasas de mortalidad de los organismos marinos.
"Hemos detectado que corales, crustáceos, larvas y huevos de peces son los más sensibles. Además, podremos determinar los efectos que puedan tener los cambios en la radiación UVB incidente en los organismos marinos”, detalla Susana Agustí, también investigadora del CSIC en el mismo centro.
Llabrés añade que “los impactos de la radiación varían según la estación del año y, evidentemente, son mayores en primavera, que es cuando los niveles de UVB son más elevados”.
Según los experimentos, la radiación UVB podría haber impactado "fuertemente" en la biota marina. Una evidencia de este impacto es, según los análisis, que las tasas de mortalidad se reducen hasta un 81% cuando disminuye la exposición al UVB en larvas de peces comerciales como el bacalao, la anchoa y otros organismos.
“Un incremento de la radiación UVB de un 15%, resulta en un deterioro en los organismos, entre taxones marinos, de un 59%” argumenta Llabrés. Los resultados indican que la biota marina se ha visto fuertemente afectada por los niveles elevados de radiación UVB desde los años '70, “especialmente en las latitudes altas del hemisferio sur donde el incremento de UVB ha sido mayor, lo que sugiere que están actuando procesos selectivos o de adaptación de los organismos en respuesta a una radiación UVB elevada” concluye Llabrés.

Disminución de los corales

El estudio señala que la disminución de los corales en los trópicos y subtrópicos es consistente con el aumento de los niveles de UVB, ya que los resultados los clasifican entre los organismos más vulnerables a este tipo de rayos, por lo que “un aumento de la temperatura podría no ser la única causa de este declive”.
Agustí, apunta que “si continúan llegando elevados niveles de UVB a la biosfera en las próximas décadas, será necesario entender los impactos asociados a esos niveles en la biota marina”.
Este trabajo es fruto de la colaboración entre investigadores españoles y latinoamericanos en el ámbito del cambio global y se enmarca dentro los objetivos trazados por el Laboratorio Internacional en Cambio Global (LINCGlobal), promovido por el CSIC y la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Referencia bibliográfica:

Moira Llabrés, Susana Agustí, Miriam Fernández, Antonio Canepa, Felipe Maurin, Francisco Vidal & Carlos M. Duarte. "Impact of Elevated UVB Radiation on Marine Biota: a Meta-Analysis". Global Ecology and Biogeography. (2012)

NUEVOS FÓSILES REFUERZAN LA HIPÓTESIS DEL METEORITO EN LA EXTINCIÓN DE LOS DINOSAURIOS

agenciasinc.es

Un estudio liderado por la Universidad de Zaragoza refuerza la hipótesis de que la extinción de los dinosaurios pudo ser brusca y repentina (y no gradual) debido al impacto de un meteorito en la Tierra y al gran desajuste medioambiental originado. El trabajo del grupo de investigación Aragosaurus-IUCA muestra que los saurópodos (dinosaurios herbívoros, con cuello y cola largas y de andar cuadrúpedo), que vivieron al final del Cretácico en Europa, mantuvieron su diversidad hasta su extinción, hace unos 65 millones de años.


Reconstrucción de un titanosaurio en un paisaje de Coll de Nargó (Lleida). Imagen: Óscar Sanisidro / Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont.

La revista científica Paleo 3 recoge en su última edición los resultados científicos obtenidos del análisis de los restos fósiles de saurópodos, y que han sido hallados en la zona conocida ahora como Pirineos.
En concreto, los investigadores han realizado un estudio pormenorizado de los huesos de fémur encontrados en yacimientos de los Pirineos y el sur y sureste de Francia, áreas que a finales del Cretácico formaban parte de una gran isla llamada Isla Ibero-Armoricana, en un antiguo archipiélago que existió en el sur de Europa.
El trabajo, liderado por investigadores del grupo Aragosaurus de Zaragoza, ha contado con la colaboración de científicos del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont, Universidad Autónoma de Barcelona, Musée des Dinosaures (Francia), Museu de la Conca Dellà, Istituto Nazionale di Geofisica e Vulcanologia (Italia) y el Muséum National d’Histoire Naturelle d’Aix-en-Provence (Francia).
La extinción de los dinosaurios es uno de los hechos relevantes de la historia de la vida en la Tierra al relacionarse con el impacto de un gran objeto extraterrestre. Sin embargo, existen pocos lugares en el mundo en el que exista un registro fósil de dinosaurios coincidiendo con el límite del Cretácico, hace 65 millones de años.
La mayor parte de la información registrada hasta la actualidad se basaba en el abundante y bien conocido registro fósil de dinosaurios del oeste de Norteamérica. Lo que sucedió en el resto del mundo era bastante desconocido.

Análisis de los fémures fósiles de saurópodos europeos

En el trabajo publicado se realiza por primera vez un estudio exhaustivo de los fósiles de dinosaurios saurópodos de Europa en los últimos millones de años del Cretácico. En este sentido, el artículo científico demuestra que los Pirineos es un lugar ideal para dar respuestas a si el impacto del asteroide fue la causa de la extinción de los dinosaurios o no.
El estudio expone nuevos datos sobre cuántos taxones de saurópodos vivieron en el sur de Europa en los últimos 6,5 millones de años antes de la extinción. Otro aspecto significativo del trabajo es la correlación y la datación de las localidades con fósiles de dinosaurios, hecho que ha permitido establecer una sucesión temporal de estos animales en la isla sur-europea. En ella, se ha comprobado que existieron diversas formas de saurópodos del grupo de los titanosaurios.
Además, los investigadores estudiaron una muestra amplia de fémures de dinosaurios saurópodos y han observado múltiples diferencias que apuntan a una destacada diversidad de formas en los últimos diez millones de años del Cretácico (Campaniense y Maastrichtiense).
Los saurópodos fueron diversos (al menos cuatro formas diferentes) a finales del periodo llamado Campaniense. En el siguiente periodo Maastrichtiense y en especial en su parte final, estos saurópodos mantuvieron su diversidad hasta la extinción final hace 65 millones de años. Es decir, el trabajo indica que por ahora no hay evidencias que muestren un declive en su diversidad al final del Cretácico antes de su extinción.

Referencia bibliográfica:

Vila, B. Galobart, A., Canudo, J.I., Le Loeuff, J., Dinarés-Turell, J., Riera, V., Oms, O., Tortosa, T., Gaete, R. 2012. "The diversity of sauropod dinosaurs in the latest Cretaceous of Southwest of Europe". Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology.

viernes, 27 de julio de 2012

LAS TERMITAS MÁS VIEJAS LLEVAN A CABO MISIONES SUICIDAS CONTRA LOS INTRUSOS

agenciasinc.es

Un estudio publicado en Science ha desvelado que en las sociedades de termitas, las trabajadoras más viejas llevan a cabo 'misiones suicidas' contra intrusos. Cuando una de estas termitas es atacada por un enemigo, rompe la pared de su cuerpo, matándose a sí misma en el proceso, para lanzar una gota del veneno a las termitas invasoras.



Termitas kamikaze contra intrusos. Imagen: AAA/Science

E.O. Wilson escribió que mientras los humanos mandan a sus jóvenes a la guerra, las hormigas mandan a las 'abuelas'. De forma similar, en las sociedades de termitas (Neocapritermes taracua), las trabajadoras más viejas llevan a cabo 'misiones suicidas' contra intrusos, según señala un estudio que se publica esta semana en Sience.
Los investigadores, que ha estudiado termitas neotropicales, han observado que muchas de las termitas tenían puntos azules en la unión entre su torax y su abdomen. Estos puntos son un par de depósitos que contienen proteínas de cristal, secretadas por glándulas especializadas y adheridas a la espalda del insecto en bolsas externas.
Cuando la termita es atacada por un enemigo, rompe la pared de su cuerpo, matándose a sí misma en el proceso, para lanzar una gota del veneno a las termitas invasoras.

Líquido venenoso

La toxicidad del líquido es el resultado de una reacción química entre los cristales azules y productos de sus glándulas salivares, secretadas durante la ruptura de su cuerpo. Los investigadores también han mostrado que a medida que las termitas envejecen y las piezas de su boca se hacen menos afiladas, el peso de los cristales en las bolsas de su espalda aumenta. De esta forma, dicen los investigadores, a medida que su capacidad para alimentarse decae, parece que las termitas comienzan a construir su armadura para la lucha suicida.

miércoles, 25 de julio de 2012

RASTREANDO LA HISTORIA ANTIGUA MEDIANTE LOS GENOMAS ETÍOPES

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Un equipo de investigación ha comenzado a desvelar el legado genético de las poblaciones etíopes, las cuales figuran entre las de mayor diversidad del mundo. Estos científicos ya han constatado que los genomas de algunas poblaciones etíopes presentan llamativas similitudes con los genomas de poblaciones en Israel y Siria.


Distancias genéticas entre los etíopes y otras poblaciones del mundo. (Foto: WT Sanger I.)

A los amantes de las leyendas aficionados a dejar volar la imaginación les interesará saber que el origen y antigüedad de este conjunto de similitudes genómicas, y los resultados de estudios lingüísticos previos, podrían encajar con la leyenda etíope de que la reina de Saba tuvo un hijo con el rey Salomón de Israel. Este hijo de ambos habría sido el rey Menelik I.
Lo cierto es que de la reina de Saba se conoce muy poco. Figuró entre los más poderosos líderes del mundo en su tiempo, pero son muy escasas las pistas que aún perduran en la actualidad sobre esta mujer que gobernó un reino rico y poderoso en África. Ni siquiera hay total certeza de la ubicación exacta del territorio de su reino, aunque bastantes estudiosos creen que incluyó a la actual Etiopía.
Etiopía está situada en el Cuerno de África, y a menudo ha sido considerada como una de las vías de expansión de la humanidad desde África hacia el resto del mundo. Se considera que la región etíope tiene el registro fósil de historia humana más extenso del mundo. Estudiar la genética de poblaciones dentro de esta región podría por tanto ser crucial para profundizar en el origen de los primeros humanos.
Debido a su ubicación geográfica, es lógico pensar que la migración hacia fuera de África hace unos 60.000 años se inició en Etiopía o Egipto. Desde el punto de vista genómico, poco se conocía sobre las poblaciones que habitan la región del nordeste de África. Éste es el primer estudio genómico de un conjunto representativo de poblaciones etíopes.
El equipo de Luca Pagani y Toomas Kivisild de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, Neil Bradman del University College de Londres, Chris Tyler-Smith del Instituto Wellcome Trust Sanger en el Reino Unido, y sus colegas etíopes Endashaw Bekele y Ayele Tarekegn, también ha comprobado que el genoma etíope no es tan antiguo como se creía anteriormente, y que lo es menos que los genomas de algunas poblaciones del sur de África.
El nuevo análisis revela que entre un 40 y un 50 por ciento del genoma de algunos etíopes está más cerca de los genomas de poblaciones de fuera del continente africano que de los genomas de las poblaciones africanas. Tras calcular las distancias genéticas, resulta que estas porciones no africanas del genoma de algunos etíopes están más cerca del genoma de poblaciones de Egipto, Israel y Siria, que del genoma de sus vecinos yemenitas y árabes.
El equipo ha encontrado además que estos dos grupos de personas africanas y no africanas se mezclaron hace aproximadamente 3.000 años, mucho antes de las expansiones islámicas recogidas por la historia y del período colonial de los últimos siglos.
En un estudio anterior, se halló que el grupo etiosemítico de idiomas etíopes, que pertenece a una familia lingüística hablada principalmente en Oriente Medio, se separó del grupo semítico principal hace 3.000 años, alrededor de la misma época en que el componente genómico no africano llegó a Etiopía.

TRES ADOLESCENTES ESPAÑOLES GANADORES DE LA GOOGLE SCIENCE FAIR 2012

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Iván Hervías Rodríguez, Marcos Ochoa y Sergio Pascual han ganado uno de los premios del concurso de innovación Google Science Fair 2012 con un proyecto sobre la vida microscópica del agua. Estos jóvenes logroñeses, de edades entre 15 y 16 años, estudiaron durante cuatro años la vida microscópica del agua dulce, documentando los organismos que viven en una gota de agua y cómo afectan a nuestras vidas.



Los tres estudiantes de cuarto de secundaria en el IES Batalla del Clavijo, en Logroño, han creado durante casi cuatro años una base de imágenes de miles de fotografías y han realizado distintos experimentos para conocer el comportamiento de los microbios en el medio acuático.
El estudio, con la tutoría del profesor Antonio Guillén, ha dado el salto internacional, tras participar en las dos últimas ediciones de la feria DivulgaCiencia, financiada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y la Fundación Caja Rioja.
Las otras dos categorías del Google Science Fair 2012 (13 y 14 años y 17 y 18 años), han premiado a dos jóvenes estadounidenses, John Kohn y Brittany Wenger. Sus proyectos consisten en un dispositivo para personas sordas que convierte el sonido en vibraciones táctiles y una aplicación que compara los resultados médicos de un paciente con una base de datos en la nube para hacer más sencillo el diagnóstico del cáncer de mama.
Los proyectos han sido seleccionados de entre miles de propuestas innovadoras procedentes de un centenar de países sobre temas de salud, energía o vida marina, entre otros.
Los ganadores han recogido el premio junto a los 21 finalistas en la sede de Google en Mountain View (California). (Fuente: SINC)

lunes, 23 de julio de 2012

EL CELACANTO, UN FÓSIL VIVIENTE, ES CAPAZ DE EVOLUCIONAR

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La morfología de los celacantos no ha cambiado significativamente desde el periodo Devónico, es decir, desde hace unos 400 millones de años. Sin embargo, estos animales descritos como fósiles vivientes son capaces de adaptarse genéticamente a su entorno.


Un celacanto. (Foto: Todd Huffman, de Phoenix, Arizona. CC BY 2.0)

Así lo han descrito Kathrin Lampert del departamento de biodiversidad, evolución y ecología animal en la Universidad del Ruhr en Bochum, Alemania, y colegas de otras instituciones del mismo país así como de Tanzania.
Los celacantos han escapado de muchas extinciones en los últimos 400 millones de años, pero por desgracia podrían extinguirse en un futuro muy cercano si no se toman medidas para protegerlos.
Los estudios genéticos anteriores se centraron principalmente en las relaciones biológicas de los celacantos con los peces pulmonados y los vertebrados. Sin embargo, para poder evaluar si estos peces todavía son capaces de adaptarse a nuevas condiciones del entorno, se debe conocer la diversidad genética dentro de la especie. Para ello, el equipo de investigación examinó a 71 ejemplares de varios sitios de la costa este de África. Los investigadores analizaron marcadores genéticos del núcleo celular así como de las mitocondrias, las "centrales eléctricas" de las células.
Los datos revelaron por lo general una baja diversidad genética. Como era de suponer, la evolución de estos animales avanza muy despacio. Sin embargo, ciertos patrones genéticos fueron encontrados solamente en ciertas regiones geográficas. Los celacantos africanos probablemente derivan de una población originalmente asentada alrededor de las Islas Comoras, hogar de la mayor población conocida. Desde entonces, sin embargo, se han establecido otras dos poblaciones ahora independientes en aguas de Sudáfrica y de Tanzania. Además, los animales alrededor de las Islas Comoras pertenecen a dos grupos genéticamente distintos. Todo esto indica por tanto que aunque su ritmo de evolución es lento, los celacantos continúan evolucionando y también podrían ser capaces de adaptarse a nuevas condiciones ambientales.

viernes, 20 de julio de 2012

LAS EXTRAÑAS FORMAS DE VIDA DESCUBIERTAS EN TERRENOS VOLCÁNICOS ENTRE CHILE Y ARGENTINA

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Un nuevo análisis de ADN de suelos rocosos en el paisaje cuasi marciano de algunos volcanes en la frontera entre Argentina y Chile, ha revelado la existencia de un puñado de bacterias, hongos y arqueas que parecen tener un sistema de conversión de energía distinto al que tienen todos sus demás primos evolutivos del resto del mundo.


La región investigada. (Foto: University of Colorado)

Las increíblemente secas laderas de los más altos volcanes en la región de Atacama, donde el equipo de Steve Schmidt y Ryan Lynch, de la Universidad de Colorado en Boulder, recolectaron las muestras de suelo, son lo menos parecido a un medio apto para la vida. Gran parte de la escasa nieve que cae sobre el terreno se sublima regresando a la atmósfera poco después de tocar el estéril suelo, que está tan agotado de nutrientes, que los niveles de nitrógeno, en las muestras obtenidas, estaban por debajo de los límites convencionales de detección.
Por si fuera poco, la radiación ultravioleta en el entorno de gran altitud puede ser dos veces más intensa que en un desierto de baja altitud. Las temperaturas también son hostilmente cambiantes: Durante la permanencia de los investigadores en el lugar, la temperatura descendió a 10 grados centígrados bajo cero (14 grados Fahrenheit) una noche y superó los 56 grados centígrados (133 grados Fahrenheit) al día siguiente.
Es inexplicable cómo los organismos descubiertos pueden sobrevivir en esas circunstancias. Aunque Ryan, Schmidt y sus colegas buscaron genes propios de la fotosíntesis y examinaron las células utilizando técnicas fluorescentes en busca de clorofila, no pudieron encontrar evidencia de que los microorganismos sean fotosintéticos.
Los investigadores creen que los microbios podrían generar lentamente su energía mediante reacciones químicas que extraigan energía y carbono de briznas de gases como el monóxido de carbono y el dimetilsulfuro, que circulan por esas desoladas zonas montañosas. El proceso no tiene un gran rendimiento energético, pero podría ser suficiente ya que la energía se acumula con el paso del tiempo.
Mientras que el suelo normal tiene miles de especies microbianas en sólo un gramo, y los suelos de jardín aún más, la nueva investigación sugiere que muy pocas especies tienen su hogar en el suelo árido de las montañas de Atacama. Encontrar una comunidad dominada por menos de 20 especies es sorprendente para un microbiólogo de los suelos, tal como subraya Schmidt.
En las montañas como los volcanes Llullaillaco y Socompa, la alta radiación ultravioleta y las temperaturas extremas hacen el lugar inhóspito para casi cualquier microorganismo que quede expuesto al aire libre demasiado tiempo. Este entorno es tan dañino, que muchos de los microorganismos que, llevados por el viento, acaban aterrizando en estos páramos, perecen muy pronto.
El siguiente paso para los investigadores será realizar experimentos de laboratorio utilizando una incubadora que imite las fluctuaciones extremas de temperatura, para comprender mejor cómo puede un organismo vivir en un ambiente tan hostil. Estudiar los microbios y entender cómo pueden prosperar en un ambiente tan extremo, puede ayudar a conocer mejor las fronteras de la vida. Existe la posibilidad de que algunos de los extremófilos del lugar sean capaces de utilizar procesos metabólicos de conversión energética desconocidos hasta ahora.
Schmidt también está trabajando con astrobiólogos en un intento de reconstruir el medio ambiente que pudo poseer Marte en el pasado. Los terrenos de esos volcanes de Atacama, con su atmósfera enrarecida y su elevada radiación, figuran entre los lugares de la Tierra que más se parecen al Planeta Rojo.
En la investigación, también han trabajado María Farías del Laboratorio de Investigaciones Microbiológicas de Lagunas Andinas, dependiente del CONICET, en Tucumán, Argentina; Christian Vitry del Museo de Arqueología de Alta Montaña en Salta, Argentina; Andrew King de la CSIRO (por las siglas de Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation) en Australia; y Preston Sowell de Geomega, una empresa de consultoría medioambiental con sede en Boulder, Colorado, Estados Unidos.

sábado, 14 de julio de 2012

LOS AMERICANOS ACTUALES DESCIENDEN DE TRES OLAS MIGRATORIAS

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Por primera vez, un estudio ha analizado las poblaciones nativas americanas desde la perspectiva genética para concluir que estas poblaciones surgieron de tres olas migratorias, según un estudio publicado en Nature.


Los nativos americanos actuales se extienden desde el Ártico hasta la Tierra del Fuego. (Imagen: Emiliano Bellini)

“La metodología de nuestro estudio es uno de los puntos fuertes de la investigación, ya que la antropología molecular permite definir los patrones genéticos que explican los asentamientos actuales. Nuestra técnica logra reconstruir el genoma y el origen del individuo a partir de la historia demográfica que contiene el ADN”, dice a SINC Antonio Salas, investigador de la Universidad de Santiago de Compostela, y uno de los dos autores españoles del trabajo.
Hasta ahora, el origen demográfico de América había sido un tema de investigación polémico debido a las diferentes hipótesis científicas que postularon arqueólogos y lingüistas. Ahora, la genómica da la razón a la “criticada” teoría del lingüista norteamericano Joseph Greenberg, que postuló tres oleadas de expansión que corresponderían a las tres grandes familias lingüísticas: panamericana, esquimal y na-dené.
Según los investigadores, la mayoría de los nativos actuales –que habitan desde Canadá hasta Chile– descienden de una primera ola migratoria y cruzaron el estrecho de Bering hace unos 15.000 años. En cambio, las otras dos oleadas de expansión provienen de Asia.
Los científicos han reconstruido el genoma de 52 pueblos nativos de los Estados Unidos y 17 de Siberia a partir del material genético de poblaciones modernas. Además, los autores examinaron más de 360.000 variantes genéticas.
Las lenguas nativas de América son las panamericanas, de los primeros pobladores, las lenguas esquimo-aleutianas, de los esquimales (nativas de Groenlandia, el Ártico canadiense, Alaska y Siberia) y las lenguas na-dené, de los indios americanos y los apaches.
Los investigadores se refieren a los descendientes de la primera ola como ‘primeros americanos’. “Los resultados muestran que hubo un proceso de expansión migratoria hacia el sur a lo largo de la costa, sobre todo la del Pacífico. Posteriormente, hubo diferenciaciones poblacionales que produjeron un aislamiento de grupos relativo hasta la actualidad, con muy poco intercambio genético entre ellos”, señalan los expertos.
Las lenguas esquimo-aleutianas heredaron la mitad de su genoma de una segunda ola migratoria procedente de Asia, según concluyeron los autores después de cruzar los datos registrados con las tres familias lingüísticas nativas principales del continente.
Por último, las lenguas na-dené del noroeste de Norteamérica tendrían un 10% de carga genética de una tercera ola migratoria procedente igualmente del continente asiático. (Fuente: SINC)

miércoles, 11 de julio de 2012

UN HUEVO FÓSIL ENLAZA LOS DINOSAURIOS CON LAS AVES ACTUALES

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Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad Autónoma de Barcelona han identificado en Lleida huevos de dinosaurio con una característica única: tienen forma ovoide. El descubrimiento representa una prueba a favor de la hipótesis de que los pájaros y los dinosaurios del Cretácico podrían haber tenido un ancestro común.


Fotografías de un ejemplar de huevo de dinosaurio Sankofa pyrenaica. Imagen: UB

Antes de su muerte, en diciembre de 2010, la paleontóloga de la Universidad Complutense de Madrid, Nieves López Martínez, investigó, junto a Enric Vicens, paleontólogo de la Universidad Autónoma de Barcelona, unos huevos de dinosaurio con una característica única: su forma de ovoide, asimétrica.
Los dos científicos bautizaron el hallazgo, publicado recientemente en la revista Palaeontology, con el nombre científico de Sankofa pyrenaica. Según los autores, el huevo encontrado representa, en cierto modo, el eslabón perdido entre los huevos de dinosaurio y los de las aves.
Sólo un ejemplar de huevo hallado en Argentina, correspondiente a una ave primitiva de la misma época, tiene características similares. El descubrimiento representa una prueba a favor de la hipótesis de que los pájaros y los dinosaurios del Cretácico (los terópodos no avianos) podrían haber tenido un ancestro común.
El nuevo tipo de huevo de dinosaurio fue descubierto en el área de la sierra del Montsec, en Lleida, en dos yacimientos muy cercanos situados a ambos lados del paso de Terradets. La zona sur-pirenaica es rica en yacimientos de huevos de dinosaurio, la mayor parte de los cuales pertenecían a saurópodos del Cretácico Superior, de hace más de 70 millones de años.
En aquella época, el paisaje correspondía a un litoral plagado de playas y deltas que ganaban terreno al mar por la acumulación de sedimentos. En los bancos de arena de las playas y de las planicies aluviales ponían los huevos grandes grupos de estos animales. La arena y el barro de la época han dado lugar, a lo largo de millones de años, a las areniscas y margas donde ahora se encuentran los restos de dinosaurios.

Similar a los huevos de gallina

Los yacimientos donde se ha hecho el hallazgo corresponden al final del Cretácico Superior, entre el Campaniense y el Maastrichtiano, hace entre 70 y 83 millones de años. Los ejemplares que se han encontrado corresponden a huevos pequeños, de unos 7 centímetros de altura y 4 de ancho, y con un caparazón de 0,27 milímetros de espesor en promedio. La mayor parte de los huevos estaban rotos en pequeños fragmentos, pero también se han encontrado huevos más o menos enteros, que se pueden observar fácilmente en sección.
Todos los huevos de estos yacimientos pertenecen a una misma especie y la diferencia principal respecto de otros huevos de la misma época es su forma asimétrica, parecida a la de un huevo de gallina. Los ejemplares más íntegros muestran claramente una forma ovoide poco común en los huevos del Cretácico Superior y similar a los de las aves actuales.
La forma de estos huevos es una característica única en los ejemplares de terópodos del Cretácico Superior y sugiere un vínculo con las aves. Los huevos de los dinosaurios no avianos son simétricos y alargados. La asimetría en los huevos de los pájaros está asociada a la fisiología de las aves: toman esta forma por la existencia de un único oviducto que no puede formar más de un huevo a la vez. En este caso, el istmo, la región del oviducto que origina la membrana de la cáscara, confiere esta forma asimétrica al huevo. Gracias a esta forma el extremo más grueso aloja una bolsa de aire que facilita la respiración del pájaro en las últimas etapas de desarrollo. Se trata de un paso evolutivo que aún estaba muy poco desarrollado en los dinosaurios.

EL LOBO IBÉRICO PERSISTE CERCA DEL HUMANO POR EL REFUGIO MÁS QUE POR LAS PRESAS

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El lobo ibérico habita en entornos naturales cada vez más humanizados y con recursos alimentarios limitados, y su presencia no es siempre bienvenida. Pero, según investigadores españoles, la disponibilidad de comida tiene un papel secundario frente a las características del paisaje –donde encuentra refugio– para persistir en ambientes de Galicia dominados por el humano.


Ejemplar de lobo ibérico. Imagen: Netícola – Raúl A

El lobo ibérico (Canis lupus signatus) vive en hábitats muy diferentes de la Península Ibérica y se alimenta de los recursos de que dispone, desde animales salvajes y domésticos hasta basuras y desperdicios. En cambio, este predador sobrevive en zonas humanizadas cuando las características del hábitat le permiten refugiarse de los seres humanos.
“Aunque el lobo tenga estrategias muy permeables y plásticas para sobrevivir, el paisaje es el factor de los que hemos analizado que mejor explica la distribución del lobo en Galicia”, indica a SINC Luis Llaneza, investigador de Asesores en Recursos Naturales (A.RE.NA.), y primer autor de un estudio publicado en la revista Diversity and Distributions.
Su investigación ha permitido analizar la influencia relativa de los atributos del paisaje, la presencia humana y los recursos alimentarios en la presencia de lobos en un área de 30.000 km2 del noroeste peninsular.
Los científicos se centraron en las señales indirectas del animal para determinar su distribución en Galicia. En total, se analizaron 1.594 excrementos, que posteriormente fueron comprobados a través de análisis moleculares de ADN, para localizarlos en el territorio.
Los resultados demuestran que las propiedades del paisaje son decisivas en la seguridad del animal en un 48%, mientras que la presencia de los humanos (edificios y carreteras) influye en un 35%, y la disponibilidad de alimento en un 17%. “Puede haber lobos casi en cualquier sitio donde haya refugio, comida y donde el ser humano los tolere”, cuenta Llaneza.
Según el modelo realizado por los científicos, la presencia del lobo aumentaría con un incremento de la densidad de caballos en estado semisalvaje y de ungulados silvestres. “Los caballos en estado semisalvaje en Galicia podrían ser un factor clave en la presencia del lobo en áreas con poca abundancia de presas salvajes u otras fuentes de alimento”, señalan los autores.

Un refugio seguro para el lobo

Después de estudiar el efecto de la altitud, la orografía del terreno y la disponibilidad de zonas donde refugiarse, los investigadores mostraron que estos mamíferos necesitan un hábitat formado por un mosaico vegetal con plantas de más de 50 centímetros de altura (matorrales y pequeños rodales) para
“Estos animales persisten en España y poco a poco vamos comprendiendo cómo sobreviven en los ambientes muy humanizados”, dice Llaneza. El trabajo revela que los lobos seleccionan lugares elevados y de difícil acceso, así como áreas donde la estructura de la vegetación les proporciona refugio de los humanos.
“La densidad de la vegetación favorece el que los lobos pasen desapercibidos por los humanos”, apunta la investigación, que recuerda que los humanos son la causa de mortalidad conocida, con un 91% de los ejemplares. El 65% de los lobos mueren atropellados en la carretera, el 20% por caza furtiva y otro 6% son cazados legalmente.
El equipo de investigación, en el que también han colaborado la Universidad de Santiago de Compostela y la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), concluye que el conjunto de variables y datos que analizaron solo explicarían el 20% de la distribución de lobos en Galicia. Sus próximos trabajos estudiarán qué otros factores influyen en la supervivencia del animal en zonas humanizadas, como su grado de tolerancia a las personas.

Referencia bibliográfica:

Llaneza, L.; López-Bao, J.V.; Sazatornil, V. “Insights into wolf presence in human-dominated landscapes: the relative role of food availability, humans and landscape attributes”. Diversity and distributions 18 (5): 459-469, mayo de 2012. DOI: 10.1111/j.1472-4642.2011.00869xocultarse.

lunes, 9 de julio de 2012

EL ENIGMA DE LA GEOLOGÍA TERRESTRE DE MÁS DE TRES MIL MILLONES DE AÑOS ATRÁS

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El modelo hoy plenamente aceptado de la deriva continental brinda una buena base para comprender los procesos terrestres acaecidos a lo largo de los últimos 3.000 millones de años de historia geológica de la Tierra.


Tomas Naeraa. (Foto: U. Copenhagen)

En ese periodo, el modelo de la tectónica de placas puede explicar una amplia gama de fenómenos que engloban el vulcanismo, los terremotos terrestres y submarinos (con los tsunamis que estos últimos provocan) e incluso variaciones en el clima y aspectos del desarrollo de las especies en la Tierra.
Sin embargo, aunque la tectónica de placas es capaz de explicar procesos ocurridos hasta 3.000 millones de años atrás, no es suficiente para explicar la dinámica de la Tierra y la formación de corteza en el periodo que va desde la formación inicial del planeta hace unos 4.600 millones de años, hasta esa época de hace unos 3.000 millones de años a partir de la cual la tectónica de placas ya puede explicar los procesos geológicos.
Un indicio más de ello se ha obtenido con los resultados de una investigación realizada por Tomas Naeraa (Tomas Næraa) del Centro Nórdico de Evolución de la Tierra en el Museo de Historia Natural de Dinamarca, adscrito a la Universidad de Copenhague.
Desde 2006, Naeraa ha estado efectuando análisis de rocas procedentes del lecho rocoso de la región de Nuuk en Groenlandia occidental. Ese lecho rocoso tiene 3.850 millones de años de antigüedad.
Con análisis como los realizados por Naeraa, se puede observar que los continentes más antiguos de la Tierra fueron creados en ambientes geodinámicos que eran muy distintos a los ambientes actuales caracterizados por la tectónica de placas. Por tanto, tal como argumenta Naeraa, la tectónica de placas tal y como la conocemos hoy en día no es un buen modelo para explicar los procesos que actuaron durante los primeros acontecimientos geológicos de la historia de la Tierra, los de hace más de 3.000 millones de años.

domingo, 8 de julio de 2012

LAS AVISPAS DE LAS AGALLAS DE LOS ROBLES Y SUS PARÁSITOS CONVIVEN DESDE HACE MILES DE AÑOS

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Un estudio internacional en el que ha participado el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) ha reconstruido la historia del ensamblaje de una comunidad de insectos de agallas de los robles, en la que las especies gallícolas y sus enemigos parásitos conviven en una extensa área que abarca desde Irán hasta España.


La avispita parasitoide Megastigmus dorsalis inspeccionando una agalla de cinípido que va a ser parasitada. Imagen: György Csóka.

En el estudio, publicado en Current Biology y liderado por investigadores de la Universidad de Edimburgo (Escocia), en el que han participado científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), se ha secuenciado el ADN de 12 especies herbívoras y 19 parasitoides para reconstruir el ensamblaje de una comunidad de avispas de las agallas de roble ampliamente distribuida por el Paleártico occidental.
"La evolución ha favorecido la aparición de agallas con formas y estructuras externas que permitieran reducir el ataque de los parasitoides, lo que a su vez ha dado lugar al desarrollo de tácticas en estos últimos para superar dichas defensas", comenta José Luis Nieves Aldrey, investigador del MNCN que ha participado en el estudio.
Sin embargo, contrariamente de lo que cabría esperar, "muchas avispas parasitoides atacan a múltiples hospedadores por lo que la coevolución entre ambos grupos tróficos es difusa. Una posible explicación a este hecho es que los eventos glaciales que ocurrieron durante el Pleistoceno interrumpieron durante largos períodos las interacciones necesarias para que se produjesen episodios coevolutivos en estas comunidades", añade Nieves Aldrey.
La distribución histórica de estas comunidades ha estado condicionada por las glaciaciones del Pleistoceno (hace entre 1,8 millones y 11.000 años), de tal modo que durante los eventos glaciales las especies se refugiaron en Iberia, los Balcanes y Asia menor. Las avispas gallícolas se diversificaron en Irán y Asia Menor hace aproximadamente 10 millones de años y diferentes oleadas de migraciones les permitieron alcanzar Europa. Llegaron a los Balcanes en sucesivos movimientos, mientras que la Península Ibérica la alcanzaron en una única oleada. En el caso de las avispas parasitoides, una única corriente dispersiva tuvo lugar entre Asia y los Balcanes, aunque fueron necesarias varios movimientos para alcanzar Iberia.
Los científicos estiman que las comunidades de avispas gallícolas del Paleártico occidental se ensamblaron hace 3,5 millones de años. A partir de un origen común en Asia, las especies herbívoras escaparon durante milenios de sus enemigos parasitoides, que finalmente restauraron las asociaciones iniciales.
Uno de los aspectos más interesantes de estas comunidades es que a pesar de las diferencias en los patrones de dispersión de las avispas gallícolas y sus parasitoides, los tres refugios contienen grupos similares de especies en estos nichos tróficos. El equipo de investigación no ha observado una monopolización de recursos por los primeros colonizadores que condujese a la exclusión de los pobladores más tardíos. Todo ello sugiere que las comunidades de avispas gallícolas europeas han permanecido sin saturarse a lo largo del proceso de ensamblaje.

La conquista de los robles

Los robles -árboles del género Quercus- son un grupo de especies esenciales en Europa y Asia, ya que albergan más comunidades de insectos que ningún otro árbol que forme bosques. Entre los insectos que viven en los robles destacan a las avispas gallícolas -inductoras de agallas- y sus enemigos naturales, las avispas parasitoides. Las agallas constituyen un microcosmos natural porque no solo cobijan a las avispas inductoras de estas estructuras vegetales -en las que encuentran refugio y alimento- sino que también alojan a sus parásitos.
El ensamblaje de las especies en las comunidades va a depender de los recursos disponibles y de la competencia por estos recursos. Uno de los mayores retos a los que se enfrentan los ecólogos es comprender cuáles son las reglas que determinan esta relación. La estabilidad a largo plazo de una comunidad ecológica está condicionada por las interacciones evolutivas entre las especies que la forman, que a su vez dependen del tiempo durante el cual han compartido distribución geográfica.

Referencia bibliográfica:

Stone, G. N. et al. 2012. "Reconstructing Community Assembly in Time and Space Reveals Enemy Escape in a Western Palearctic Insect Community". Current Biology, 22(6): 532-537.

sábado, 7 de julio de 2012

LA VIDA EN LA TIERRA TARDÓ DIEZ MILLONES DE AÑOS PARA RECUPERARSE DE LA PEOR EXTINCIÓN

noticiasdelaciencia.com

Una reciente investigación ha revelado que la recuperación tras la mayor extinción en masa de todos los tiempos en la Tierra duró unos 10 millones de años.


Ilustración de un ecosistema dominado por los microbios después de la extinción. (Fotos: John Sibbick)

La extinción más grande de la historia de la Tierra ocurrió hace alrededor de 250 millones de años, durante la etapa final del Periodo Pérmico. En esa época, todos los continentes estaban agrupados en un supercontinente llamado Pangea. El medio ambiente variaba desde el propio de las zonas de desierto hasta el típico de los bosques frondosos. En esa extinción, alrededor del 95 por ciento de la vida marina y el 70 por ciento de la vida terrestre se extinguieron. La idea más aceptada es que se desencadenaron erupciones volcánicas cuya lava incendió inmensos yacimientos de carbón, con el resultado de emisiones colosales de dióxido de carbono y otras sustancias tóxicas que exterminaron a cuantiosas formas de vida. Eso provocó además un cambio climático abrupto.
En la actualidad se debate mucho sobre cómo la vida se recuperó de este cataclismo, si fue rápida o lentamente.
En una nueva revisión de resultados de estudios, Zhong-Qiang Chen, de la Universidad de Geociencias de Wuhan, en China, y Michael Benton de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, han determinado la duración más probable de ese periodo de recuperación, llegando a la conclusión de que fue de unos 10 millones de años.
Al parecer, dos factores causaron que la recuperación durara ese tiempo: la propia intensidad de la catástrofe y la persistencia de condiciones hostiles en la Tierra después de la primera oleada de extinción.
La catástrofe de finales del Pérmico, que ha sido con mucha diferencia el desastre biológico más drástico que ha afectado a la vida en la Tierra, fue provocada por una serie de alteraciones físicas del medio ambiente, incluyendo calentamiento global, lluvia ácida, acidificación de los océanos y anoxia marina.
El nuevo estudio de revisión muestra que estas condiciones hostiles continuaron presentándose, a rachas, durante un periodo de entre cinco y seis millones de años después de la catástrofe inicial.
Algunos grupos de animales marinos y terrestres sí se recuperaron con rapidez y comenzaron a reconstruir sus ecosistemas, pero posteriormente sufrieron más adversidades. La vida no se había recuperado realmente en estas primeras etapas tras la Gran Extinción, porque todavía no se habían establecido ecosistemas permanentes. Cuando la vida parecía estar volviendo a la normalidad, se desencadenaba otro percance que la hacía retroceder.
Finalmente, después de que las adversidades ambientales dejaron de ser tan graves, aparecieron ecosistemas más complejos. En el mar surgieron nuevos grupos, como langostas y cangrejos primitivos, así como los primeros reptiles marinos, y estos animales formaron la base de ecosistemas firmes.
Tal como razona Benton, a menudo creemos que las extinciones en masa son del todo negativas, pero en este caso la extinción condujo a que emergieran y prosperasen nuevos grupos. La catástrofe llevó a la evolución por un nuevo sendero.

CASI 6 KILÓMETROS DE SEDIMENTOS MARINOS REVELARÁN LOS CAMBIOS CLIMÁTICOS PASADOS

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Científicos españoles de la Universidad de Granada y del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC-UGR) estudiarán los cambios climáticos, oceanográficos y tectónicos que se han producido en el sur de la Península Ibérica en los últimos seis millones de años para, entre otros, interpretar la evolución del medio marino y caracterizar fenómenos similares futuros.

Localización de los pozos de hidrocarburos. Imagen: UGR.

Para estudiar los cambios climáticos antiguos, investigadores de la Universidad de Granada (UGR) y del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC-UGR) emplearán información obtenida en la expedición científica Mediterranean Outflow, realizada entre noviembre de 2011 y enero de 2012, en la que participó un equipo científico compuesto por 34 investigadores pertenecientes a 14 países de todo el mundo, junto a un completo grupo de técnicos, equipo de perforación y tripulación del buque JOIDES Resolution.
En el transcurso de esta expedición, la 339 del Programa Integrado de Perforación Oceánica (Integrated Ocean Drilling Program –IODP), los científicos recuperaron cerca de 5,5 kilómetros de sedimentos correspondientes a los últimos seis millones de años.
Tras la recuperación de los sedimentos, unos 42 especialistas en sedimentología, micropaleontología, y geoquímica, entre otros, procedentes de 14 países, los han estudiado en las instalaciones del IODP en el Centro para la Ciencia Marina y Medioambiental de la Universidad de Bremen (Alemania)
Francisco J. Rodríguez-Tovar, catedrático de Paleontología de la UGR, y Francisco J. Jiménez Espejo, miembro del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC-UGR) analizarán los cambios climáticos antiguos en el Golfo de Cádiz y el oeste de Portugal, y prestarán especial atención al estudio del efecto de la apertura del estrecho de Gibraltar y a su posterior evolución.
Tanto el proyecto como la expedición han tenido una meticulosa preparación que ha durado ocho años, “lo que ha determinado un amplio conocimiento de la región del Golfo de Cádiz y del oeste de Portugal, y se han obtenido así nuevas ideas e hipótesis”, señalan los científicos.
Rodríguez-Tovar se centra en dos aspectos fundamentales; por un lado el estudio icnológico, ya que el análisis de las trazas de bioturbación ofrece posibilidades "inmejorables" para caracterizar variaciones paleoecológicas (cambios en la oxigenación, cantidad de nutrientes, tasas de sedimentación), estrechamente relacionadas con variaciones climáticas y en la dinámica oceánica. Asimismo, la acción bioturbadora de los organismos genera cambios en la porosidad de los sedimentos, fundamental en la explotación de hidrocarburos.
Por otro lado, realizará el análisis cicloestratigráfico de los sedimentos, para poder interpretar posibles cambios cíclicos de diferente escala temporal asociados a variaciones climáticas y oceanográficas; "de gran importancia no sólo para interpretar la evolución del medio en esos últimos seis millones de años sino, además, como una herramienta clave para avanzar en la caracterización de fenómenos similares futuros", asegura el investigador.
La labor investigadora que realizará Jiménez Espejo está ligada a la reconstrucción del clima durante el último millón de años y las condiciones oceánicas. Para conseguir estos objetivos se propone medir a alta resolución el contenido en distintos elementos químicos que están ligados a las condiciones ambientales. Su investigación también se centrará en el estudio de la llamada "crisis del Messiniense", un momento crítico de la historia de la Tierra, cuando el Mar Mediterráneo prácticamente se secó debido al cierre de los estrechos que conectaban el Atlántico y el Mediterráneo, hace entre 5,9 y 5,3 millones de años.

Programa de investigación internacional

El IODP es un programa de investigación internacional que explora la historia y estructura de la Tierra a partir del estudio de sedimentos y rocas marinas, mediante perforaciones y monitorizaciones del fondo marino.
Se trata de un programa financiado fundamentalmente por la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NSF, por sus siglas en inglés) y el Ministerio de Ciencias y Tecnología de Japón, junto con el apoyo adicional de ECORD (European Consortium for Ocean Research Drilling, en Europa y Canadá), el Ministerio de Ciencia y Tecnología de China, el Instituto coreano de Geociencia y Recursos Minerales (Corea), ANZIC (Australia-New Zealand IODP Consortium), y el Ministerio de Ciencias de la Tierra de India.

martes, 3 de julio de 2012

EL ENIGMA DE LOS DIEZ MIL INDIVIDUOS QUE FORMABAN LA HUMANIDAD DE HACE CIEN MIL AÑOS

noticiasdelaciencia.com

Muchos indicios apuntan a que hace unos 100.000 años, la evolución humana experimentó un misterioso "cuello de botella": Al parecer, la población humana de aquella época se redujo hasta llegar a ser de sólo entre 5.000 y 10.000 individuos, que vivían en África.


Bacterias Escherichia coli. (Foto: UCSD)

Sin embargo, con el paso del tiempo, de esta población surgirían humanos con "conducta moderna", cuyo número y área de distribución geográfica crecerían de modo considerable, sustituyendo finalmente a todos los demás primos evolutivos con los que coexistieron, como por ejemplo los neandertales.
Aún se desconoce la causa de este cuello de botella, y las explicaciones propuestas van desde mutaciones genéticas perniciosas hasta catástrofes que alteraron el clima, entre ellas una erupción volcánica colosal.
Ahora parece claro que hay que añadir otro posible factor: una gran incidencia de enfermedades infecciosas, que diezmó a la población humana, pero no pudo acabar con los portadores de una rara mutación que les hacía más resistentes a esas enfermedades. Esos supervivientes y sus descendientes acabaron repoblando el mundo.
Un equipo internacional de investigadores, dirigido por científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de California en San Diego, sugiere que la desactivación de dos genes asociados al sistema inmunitario fue la mutación específica que pudo dar a esos ancestros de los humanos modernos una mejor protección contra algunas cepas de bacterias patógenas, incluyendo Escherichia coli K1 y estreptococos del grupo B, principales causantes de septicemia y meningitis en fetos, recién nacidos y niños pequeños humanos.
El equipo del Dr. Ajit Varki, profesor de medicina celular y molecular en la citada universidad, ha descubierto dos genes que no son funcionales en los humanos, pero que sí lo son en los primates emparentados evolutivamente con nosotros. Estos dos genes pudieron constituir un punto débil crucial explotado por patógenos bacterianos, particularmente letales para recién nacidos y niños pequeños. Matar a los más jóvenes puede tener un impacto demográfico importante en la especie humana.
La supervivencia de la especie pudo depender tanto de resistir al patógeno como de eliminar las proteínas de las que éste se valía para derrotar al sistema inmunitario.
En este caso, el equipo de Varki cree que ocurrió esto último.
Trabajando con el Dr. Victor Nizet, profesor de pediatría y farmacia, el grupo de Varki había mostrado previamente que algunos patógenos pueden valerse de ciertos receptores de señales controlados por genes específicos del organismo invadido para alterar las respuestas inmunitarias de éste en favor del microbio.
En el último estudio, los científicos descubrieron que el gen para el receptor Siglec-13 ya no forma parte del genoma humano moderno, aunque permanece intacto y funcional en los chimpancés, los primos evolutivos más estrechamente emparentados con nosotros. El otro gen, el del receptor Siglec-17, todavía es expresado en los humanos, pero está ligeramente modificado, de tal modo que a partir de él se produce una proteína corta e inactiva que de nada sirve a los patógenos invasores.
En un novedoso experimento, los científicos, incluyendo al Dr. Eric D. Green, director del Instituto Nacional estadounidense de Investigación del Genoma Humano, dependiente de los Institutos Nacionales estadounidenses de Salud, "resucitaron" estos "fósiles moleculares" y comprobaron que las proteínas eran reconocidas por cepas patógenas actuales de E. coli y de estreptococos del grupo B.
Aunque es imposible saber exactamente qué ocurrió durante la citada fase crítica de la evolución humana, los investigadores creen que los ancestros de los humanos modernos se vieron diezmados por una gran amenaza patógena hace entre 100.000 y 200.000 años. Sólo los individuos con esa mutación en dos genes sobrevivieron, convirtiéndose así en la exigua pero resistente población de humanos anatómicamente modernos de la que descendemos todas las personas actuales.
Conviene matizar que, tal como reconoce Varki, es probable que el cuello de botella evolutivo experimentado por la humanidad de aquella época fuese el complejo resultado de múltiples factores interactuando unos con otros. Pero el papel de las citadas enfermedades infecciosas seguramente fue un factor importante, acaso el principal.

lunes, 2 de julio de 2012

LA MOSCA MÁS PEQUEÑA DEL MUNDO DESCUBIERTA EN TAILANDIA MIDE 0,4 MILÍMETROS

ecoticias.com

Una nueva especie de mosca fórida de Tailandia es la más pequeña que se haya descubierto. Con tan sólo 0,40 milímetros de longitud, es 15 veces más pequeña que una mosca doméstica y cinco veces más pequeña que una mosca de la fruta.




La pequeña mosca, Euryplatea nanaknihali, es también la primera de su género a ser descubiertos en Asia, y pertenece a una familia de moscas (Phoridae) que es conocida por "decapitar" hormigas.
Algunas especies de la familia mosca Phoridae ponen sus huevos en los cuerpos de las hormigas y las larvas se alimentan en la cabeza causando finalmente la decapitación. De hecho, algunas de estas moscas decapitadoras se están utilizando para tratar de controlar a las hormigas de fuego en el sur de los Estados Unidos.
La nueva especie de mosca se describe en la edición de julio de la revista Anales de la Sociedad Entomológica de América.
Según el autor, el doctor Brian Brown, del Museo de Historia Natural del Condado de Los Angeles, probablemente, estas moscas pueden decapitar a algunas de las más pequeñas hormigas en el mundo, que tienen cabezas tan pequeñas como de 0,5 milímetros. Aunque esto todavía no se ha observado, es muy probable debido a que el único pariente conocido de la mosca, Euryplatea eidmanni, es conocido por actuar como parásitos de las hormigas en Guinea Ecuatorial.

domingo, 1 de julio de 2012

RECUPERAN POR PRIMERA VEZ GENOMA HUMANO DEL MESOLÍTICO

noticiasdelaciencia.com

“Es la primera vez que se obtienen datos genómicos de individuos del Mesolítico europeo”, dice a SINC Carles Lalueza-Fox. El investigador del Instituto de Biología Evolutiva (Universidad Pompeu Fabra-CSIC, España) ha coordinado un trabajo internacional que recupera parte del genoma de dos individuos cazadores-recolectores de hace 7.000 años. Según el artículo, publicado en Current Biology, las poblaciones ibéricas actuales no descienden genéticamente de estos grupos.


El osario del individuo Braña‐2 antes de su extracción. (Foto: Julio M. Vidal)

Los restos proceden del yacimiento leonés de La Braña-Arintero, en Valdelugueros. Los mesolíticos vivieron en un período enmarcado entre el Paleolítico y el Neolítico, que se caracterizó por la llegada de la agricultura del Próximo Oriente. Estos son los fósiles prehistóricos más antiguos de nuestra especie de los que se ha hecho un análisis paleogenético y superan en 1.700 años los de Ötzi, el popular ‘hombre de hielo’, cuyo genoma también fue recuperado.
Los investigadores han analizado el 1,34% y el 0,5% del total del genoma de los dos individuos. “Puede parecer poco, pero es la prueba de que es factible sacar adelante el proyecto de la secuenciación completa”, declara Lalueza-Fox.
Además, han conseguido recuperar el genoma mitocondrial completo de uno de los individuos. Estos genes se encuentran en las mitocondrias, fuera del núcleo celular, y solo se transmiten por vía materna. Los datos analizados muestran que los cazadores-recolectores compartían el mismo linaje mitocondrial, pero sus hábitos nómadas los distribuyeron por toda Europa, en las regiones que actualmente corresponden a Inglaterra, Alemania, Lituania, Polonia y España.
Los resultados muestran que los cazadores-recolectores no están directamente relacionados con las poblaciones actuales de la Península Ibérica. Los ibéricos del Mesolítico se parecían más a las poblaciones actuales del norte de Europa.
“Hay muchas hipótesis sobre las afinidades poblacionales y los movimientos migratorios en la prehistoria de Europa. A partir de ahora las podremos testar utilizando datos genómicos enmarcados en el tiempo y en el espacio”, explica Lalueza-Fox.
Una de esas hipótesis es que los ibéricos actuales podrían descender de los siguientes protagonistas de la historia, los agricultores del Neolítico. Se cree que en este periodo hubo grandes cambios en las poblaciones europeas.
“No podemos afirmar científicamente que descendamos de aquellos agricultores, pero la hipótesis más plausible es que en el Neolítico hubiera una gran sustitución poblacional en el sur de Europa” dice Lalueza-Fox. Los científicos creen que los agricultores llegaron al norte más tarde y en un número más reducido, por lo que se asimilaron con las poblaciones mesolíticas. “Podría ser por eso que los dos individuos que hemos analizado sean más cercanos a los poblaciones actuales del norte del continente que del sur”, continúa el biólogo.
Sin embargo, Lalueza-Fox destaca que la secuenciación de estos genomas ofrecerá una visión de los cambios que experimentaron las poblaciones europeas actuales con la llegada de la agricultura y la ganadería. Al final, concluye: “Todos venimos del neolítico, tenemos dietas neolíticas, enfermedades neolíticas y organizaciones sociales neolíticas”. (Fuente: SINC)