lunes, 31 de marzo de 2014

UN DIAMANTE REVELA OASIS DE AGUA EN PROFUNDIDADES EXTREMAS DE LA TIERRA

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Un equipo internacional de científicos, dirigido por el investigador Graham Pearson de la Universidad de Alberta (Canadá) –una de las principales autoridades mundiales en el estudio de diamantes de roca en las profundidades de la Tierra–, ha descubierto en esta piedra preciosa la primera muestra terrestre de un mineral llamado ringwoodita. Solo se conocía la existencia de este mineral en un meteorito encontrado en Australia en 1969.

Muestra del diamante de Juína (Brasil) que contiene ringwoodita rica en agua. (Foto: Richard Siemens, Universidad de Alberta)


El análisis de la muestra mineral indica que proviene del manto de la Tierra y contiene una cantidad significativa de agua –el 1,5% de su peso–. Este hallazgo confirma las teorías científicas acerca de la existencia de grandes volúmenes de agua atrapados entre 410 y 660 kilómetros hacia el interior de la Tierra, conocida como zona de transición.
“La presencia de agua en la zona de transición solo se deducía hasta ahora a partir de experimentos. Los intentos de demostrar la existencia de agua utilizando la geofísica habían dado lugar a resultados contradictorios. Esta es la prueba definitiva de que debe haber, al menos localmente, oasis de agua en el manto profundo de la Tierra”, explica a Sinc Pearson.
Los investigadores creen que la ringwoodita es el mineral más abundante de esta zona del manto. “Esto se hace evidente a partir de la sismología”, añade el científico. Asimismo, podría contener tanta agua como todos los océanos del mundo en su conjunto.
“Encontrar evidencias de presencia de ringwoodita en el manto de la Tierra, y la determinación de su contenido de agua, es un paso importante en la comprensión de los procesos terrestres profundos”, apunta el estudio.
La muestra que se describe en la revista Nature la encontraron en 2008 en el área de Juína, un municipio de Mato Grosso (Brasil), mineros artesanales que desenterraron el diamante anfitrión en gravas de ríos poco profundos. Dicho diamante salió a la superficie desde las profundidades de la Tierra por medio de una roca volcánica llamada kimberlita.
“Nuestro hallazgo apoya la idea de que la zona de transición es un ‘cementerio’ de las placas de subducción que han transportado agua al manto profundo. La liberación episódica de agua en estas profundidades, a través del calentamiento de la convección del manto, podría producir ‘columnas’ de agua que podrían tener efectos dramáticos en las placas superpuestas porque esta agua tiene un efecto masivo de debilitamiento en las rocas”, subraya Pearson.
El científico asegura que el descubrimiento de ringwoodita fue casi accidental. Su equipo estaba buscando otro mineral cuando compraron un diamante comercialmente sin valor, de aspecto sucio y de tres milímetros de ancho.
Como la ringwoodita es invisible a simple vista, fue un estudiante del equipo de Pearson, John McNeill, quien la identificó de manera casi fortuita en 2009. "Fue un poco un golpe de suerte", asegura Pearson.
La muestra se sometió a años de análisis utilizando espectroscopia Raman, infrarrojos y difracción de rayos X antes de confirmar oficialmente que era ringwoodita. Las mediciones de agua las realizó el Laboratorio de Geoquímica y Recursos del Ártico de la Universidad de Alberta. Este laboratorio forma parte del Centro Canadiense para Microanálisis Isotópico, donde trabaja el grupo de investigación sobre diamantes más importante del mundo.
Para Pearson, el descubrimiento se encuentra entre los más importantes de su carrera, al confirmar unos 50 años de trabajo teórico y experimental de geofísicos, sismólogos y otros científicos que tratan de entender la composición del interior de la Tierra.
Hasta el momento, los científicos estaban profundamente divididos sobre la composición de la zona de transición de la Tierra. Saber que existe agua debajo de la corteza tiene implicaciones para el estudio del vulcanismo y la tectónica de placas, ya que afectan a la forma en que la roca se derrite, se enfría y los cambios que se dan por debajo de la corteza.
"Una de las razones de que la Tierra sea un planeta tan dinámico es la presencia de agua en su interior", afirma Pearson. "El agua cambia la forma en la que un planeta funciona", agrega.

sábado, 29 de marzo de 2014

CARACOLES CON ASPECTO DE JOYAS

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Un equipo de biólogos de Malasia y Países Bajos ha catalogado 31 especies de diminutos e impresionantes caracoles del género Plectostoma, en Malasia occidental, Sumatra, y Tailandia. Diez de las especies son nuevas para la ciencia, pero, por desgracia, algunas de ellas están en peligro de extinción.

Un ejemplar de Plectostoma salpidomon, cuya concha tiene una longitud de alrededor de 3 milímetros, arrastrándose en su hábitat natural, microvegetación sobre caliza, en Pahang, Malasia. (Foto: Thor-Seng Liew. CC-BY 4.0)

El estudio fue llevado a cabo por el equipo de Thor-Seng Liew y Menno Schilthuizen, del Centro Naturalis de Biodiversidad, en los Países Bajos.
Liew pasó cuatro años estudiando la distribución, forma de la concha, y genética de esos caracoles minúsculos. Aún está trabajando en especies de Borneo, donde los Plectostoma son excepcionalmente diversos, pero en los resultados ahora presentados de su labor ya queda claro que estos caracoles son especiales por varias razones.
En primer lugar, tienen conchas con configuraciones muy inusuales y de ornamentación espectacular, lo que las hace merecedoras de la comparación con joyas, tal como comenta Liew.
En la investigación, se ha usado un escáner de tomografía computerizada para objetos minúsculos a fin de obtener imágenes detalladas en 3D de las formas concretas de las conchas. Esto ha permitido identificar 31 especies, 10 de ellas desconocidas hasta ahora.



Ejemplar de Plectostoma laidlawi, cuya concha tiene una longitud de unos 2 milímetros, reptando en su hábitat natural, microvegetación sobre caliza, en Kelantan, Malasia. (Foto: Thor-Seng Liew. CC-BY 4.0)

Otra peculiaridad es que estos singulares caracoles viven sólo en colinas ricas en piedra caliza. En el Sudeste de Asia, tales colinas son normalmente escasas y están muy apartadas entre sí, por lo que los caracoles que consiguen colonizarlas quedan del todo aislados de otras comunidades. Esto, a su vez, ha causado un elevado grado de endemismo: Muchas especies de Plectostoma se hallan sólo en una colina y en ninguna otra parte de la Tierra.
Ser tan endémicas hace muy vulnerables a estas especies. Por ejemplo, las colinas de caliza son un objetivo fácil y de gran interés comercial para las compañías mineras, y muchas de tales colinas están siendo objeto de trabajos de extracción que hacen desaparecer buena parte de su terreno original, y con él a la especie de caracol que allí vivía. Una especie, Plectostoma sciaphilum, ya se ha extinguido: Su hogar fue transformado en materia prima para cemento hace unos años. Destinos parecidos afrontan al menos otras seis especies. Una de estas, P. tenggekensis, a la que se le ha dado nombre y descrito científicamente por vez primera en el informe que los investigadores acaban de presentar públicamente, sólo vive en un terreno de Bukit Tenggek, que los autores del estudio calculan que habrá desaparecido por completo como tal hacia finales de 2014.
En la investigación también han trabajado Jaap Jan Vermeulen y Mohammad Effendi Marzuki.

EXTRAÑOS ANIMALES GIGANTES DE 520 MILLONES DE AÑOS ATRÁS SE ALIMENTABAN COMO LA BALLENA AZUL

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A principios del Periodo Cámbrico, unos enormes animales marinos usaban extraños apéndices faciales para filtrar comida flotante en el agua, según se ha deducido en un análisis de fósiles descubiertos en el norte de Groenlandia.

Uno de los apéndices fósiles de captura de comida del Tamisiocaris. (Foto: Jakob Vinther, Universidad de Bristol)


El nuevo estudio, dirigido desde la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, describe cómo la extraña especie, llamada Tamisiocaris borealis, utilizaba estos enormes y especializados apéndices para filtrar el plancton, de forma similar a como se alimentan hoy en día las ballenas modernas. Lo más llamativo es, sin embargo, que los Tamisiocaris datan de hace 520 millones de años, lo que demuestra la coincidencia de soluciones evolutivas para afrontar un mismo reto.
Los Tamisiocaris vivieron durante una etapa conocida como la "explosión cámbrica de vida", durante la cual aparecieron en términos de tiempo evolutivo de forma súbita todos los grupos principales de animales y ecosistemas complejos. Los Tamisiocaris pertenecen a un grupo de animales llamados anomalocarídidos, una familia de artrópodos primitivos que incluía a algunos de los mayores y más icónicos animales del período Cámbrico. Tenían grandes apéndices frente a sus bocas, que usaban probablemente para capturar presas de tamaño considerable, incluyendo trilobites.
Sin embargo, los fósiles recientemente descubiertos muestran que esos depredadores también evolucionaron hasta convertirse en seres que se alimentaban de materia en suspensión, con sus apéndices de agarre convirtiéndose en un aparato de filtraje que podía ser movido como una red a través del agua, atrapando en el proceso pequeños crustáceos y otros organismos tan diminutos como de medio milímetro de tamaño.
Los fósiles de Tamisiocaris fueron descubiertos durante una serie de expediciones recientes dirigidas por David Harper, coautor del estudio y profesor en la Universidad de Durham, Reino Unido. Estas expediciones han permitido desenterrar un verdadero tesoro de nuevos fósiles en una de las zonas más remotas del planeta, y hay aún muchos nuevos animales fósiles esperando a ser analizados y descritos científicamente.
En el análisis también han trabajado Nicholas Longrich, de la Universidad de Bath en el Reino Unido, y Martin Stein, de la Universidad de Copenhague en Dinamarca.
La investigación se ha documentado en un artículo técnico publicado en la revista académica Nature: "A suspension feeding anomalocarid from the early Cambrian". DOI: 10.1038/nature13010.

viernes, 28 de marzo de 2014

ASOMBROSA DEMOSTRACIÓN DE INTELIGENCIA DE CAUSA Y EFECTO EN CUERVOS

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Ya se sabe que los cuervos son muy inteligentes, pero en unos nuevos experimentos se ha demostrado que las habilidades intelectuales de cuervos de Nueva Caledonia (de la especie Corvus moneduloides) en la comprensión de causa y efecto para un fenómeno físico exceden el límite que se les atribuía a estos pájaros y les sitúan, en ese aspecto concreto, a la par del nivel intelectual de un niño de entre 5 y 7 años de edad.

Los cuervos entienden el concepto del desplazamiento de agua en un recipiente al introducir en él objetos más pesados que ella. (Foto: Sarah Jelbert. CC-BY)


Entender las relaciones causales entre acciones es una característica clave de la cognición humana. Sin embargo, solo desde fechas recientes la ciencia está comenzando a explorar a fondo hasta qué punto los animales no humanos son capaces de lo mismo.
El equipo de Sarah Jelbert, de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda, situó a cuervos de Nueva Caledonia ante un montaje en el que, si querían obtener una recompensa fuera de su alcance físico, debían dejar caer piedras dentro de un recipiente con agua para hacer que subiera el nivel de la misma hasta poner a su alcance la recompensa. Los éxitos logrados por los cuervos en estos experimentos indican que poseen un entendimiento sofisticado de las propiedades causales del desplazamiento del agua, rivalizando en ese aspecto con niños de 5 a 7 años.
Se conoce a estos cuervos por su inteligencia y capacidad de innovación, dado que pueden fabricar herramientas a partir de trocitos de ramas, como por ejemplo palillos para clavarlos en algo y así poder acercarlo a ellos, o ganchos con los que recoger igualmente cosas fuera de su alcance físico, por ejemplo por estar dentro de oquedades demasiado estrechas para adentrar en ellas su cabeza y coger el objeto con el pico. Los resultados de los nuevos experimentos aumentan pues la lista ya larga de sus habilidades intelectuales.
En la investigación también han trabajado Alex H. Taylor, Lucy G. Cheke, Nicola S. Clayton y Russell D. Gray.

jueves, 27 de marzo de 2014

LAS CABRAS TIENEN GRAN MEMORIA A LARGO PLAZO

agenciasinc.es

Investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres descubren que las cabras domésticas tienen más memoria de lo que se pensaba. Según el estudio, estos mamíferos resuelven tareas complicadas rápidamente, las recuerdan durante un periodo largo de tiempo y prefieren aprender por sí mismas. 

Cabra doméstica./ Edwin IJsman

Un estudio publicado hoy en la revista Frontiers in Zoology revela que las cabras domésticas son capaces de aprender y recordar tareas cognitivas complicadas durante al menos 10 meses.
Los científicos de la Universidad Queen Mary de Londres, que lideran el trabajo, creen que esto explicaría su especial habilidad para adaptarse a ambientes hostiles.  
“Las cabras son herbívoros muy selectivos que a menudo se enfrentan a situaciones difíciles para acceder a la comida, particularmente cuando se encuentran en zonas montañosas o áridas. Como resultado, se han convertido en especies invasoras en muchos países”, declara Elodie Briefer a Sinc, coautora del estudio, actualmente en la Escuela Federal Politécnica de Zurich.
El equipo inglés entrenó un grupo de doce cabras domésticas para que encontrasen una recompensa –comida– dentro de una caja. La tarea consistía en dos pasos: primero debían empujar una palanca con la boca y después la tenían que levantar para finalmente acceder al premio.
En el experimento, nueve de ellas completaron el reto con éxito y la mayoría recogieron el alimento al duodécimo intento.
Al cabo de uno y diez meses los investigadores reprodujeron el ejercicio. En estas dos ocasiones, a las cabras les llevó menos de dos minutos hacerse con la recompensa.
Según los autores, la rapidez con la que estos mamíferos completaron la tarea a los diez meses indica una memoria a largo plazo excelente.

Animales metódicos

Asimismo, otra parte del ensayo consistió en que antes de cada sesión de entrenamiento algunos de estos mamíferos tuvieron la oportunidad de observar a otras cabras realizar la misma tarea.
Los resultados de esta prueba revelaron que las cabras que no habían visto a sus compañeras eran tan rápidas como las otras. Según los investigadores, esto demuestra que prefieren aprender por sí mismas.
“Creemos que carecen de formas sociales de aprendizaje, debido a que los mecanismos simples e individuales son probablemente más eficientes para su supervivencia y éxito reproductivo”, indica Briefer.
En futuros experimentos, los científicos creen que se deberían realizar pruebas con cabras salvajes para hallar una explicación a la capacidad que tienen estos animales para colonizar nuevos espacios.
“Las cabras salvajes podrían ser mejores resolviendo el ejercicio que las domésticas debido a su necesidad para adaptarse al medio salvaje, en cambio, serían peores si el miedo a lo nuevo las retrajese”, explica la investigadora.
Y concluye: “De todas maneras, experimentar con animales salvajes a veces resulta imposible debido a que están poco habituados a la interacción con humanos”.

Referencia bibliográfica:

Elodie F Briefer, Samaah Haque, Luigi Baciadonna and Alan G McElligott. “Goats excel at learning and remembering a highly novel cognitive task. Frontiers in Zoology 2014, 11:20, DOI: 10.1186/1742-9994-11-20

martes, 25 de marzo de 2014

LA DIVISIÓN DE TAREAS EN UNA EXÓTICA COMUNIDAD DE ARAÑAS

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La mayoría de las arañas siguen una vida solitaria. Pero algunas especies forman comunidades. Una investigación revela el notable grado de complejidad de las comunidades de ciertas arañas en el sur de África y hasta qué punto se reparten las tareas según las aptitudes de cada individuo.

La mayoría de las arañas siguen una vida solitaria, pero algunas especies forman comunidades. En la imagen, una de las arañas estudiada, ostentando marcas de pintura de colores empleada en los experimentos para identificar a cada individuo. (Foto: Carl Keiser)


A primera vista, en las colonias de miles de arañas sociales, todos los individuos parecen iguales y todos parecen estar haciendo las mismas tareas. Sin embargo, esto no es así, según ha comprobado el equipo de Carl Keiser y Devin Jones de la Universidad de Pittsburgh en Estados Unidos, después de estudiar cuidadosamente varias congregaciones de arañas sociales de la especie Stegodyphus dumicola, del Desierto de Kalahari en Sudáfrica. El tamaño y estado del cuerpo de una araña en particular indican qué tarea lleva a cabo generalmente dentro de una colonia.
Las arañas Stegodyphus dumicola viven en colonias de hasta 2.000 miembros en ciertos árboles, en zonas áridas del África sudoccidental. Las arañas construyen grandes redes, en las que se combinan densas áreas de vida comunitaria y una tela de captura bidimensional. Para estudiarlas, Keiser y sus colegas transportaron varias colonias recogidas de la zona meridional del Desierto de Kalahari a su laboratorio en la Universidad de Pittsburgh. Una vez allí vigilaron cuidadosamente hasta qué punto ciertos individuos se dedicaban a labores tales como atacar, construir telas o repararlas.
Estudios de este tipo son vitales para entender cómo los rasgos físicos y de conducta de los individuos se combinan para formar y desarrollar la organización social y el comportamiento colectivo de una especie en particular. En el caso de la Stegodyphus dumicola, el grupo de investigación halló que el tamaño del cuerpo y su estado influyen en las posibilidades de que una araña realice una serie de tareas necesarias para el mantenimiento de la colonia. Así, las arañas con cuerpos más pequeños tienden más a ayudar a la construcción de telarañas y al mantenimiento.
Los resultados son intrigantes porque esta variación de rasgos y la resultante división de tareas permiten la aparición de una sociedad basada en la cooperación y compuesta de individuos con un estrecho parentesco, de hecho bastante inmersos en la endogamia. Muchas de las arañas tienen una edad casi idéntica y crecen juntas en sincronía.
Lo descubierto en este último estudio contradice la idea muy aceptada de que las sociedades de arañas son homogéneas.
Los resultados de este estudio se han publicado en la revista académica Behavioral Ecology and Sociobiology, editada por Springer.

lunes, 24 de marzo de 2014

LA INTELIGENTE E INESPERADA CAPACIDAD "HUMANA" DE APRENDIZAJE DE LOS ABEJORROS

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Tienen cerebros diminutos, pero los abejorros son capaces de algunos logros de aprendizaje muy notables, haciendo gala de una forma de aprendizaje que hasta ahora se creía exclusiva de humanos y primates. Además, son capaces de comunicar información entre ellos sobre cosas nuevas, como por ejemplo una "flor" artificial en forma de disco.

Tres abejorros alrededor de una flor. (Foto: Michael W. Tome, USGS)


A través de experimentos reveladores, el equipo de Hamida Mirwan y Peter Kevan, de la Universidad de Guelph en Canadá, ha estudiado a fondo la habilidad de los abejorros para aprender por sí mismos y gracias a otros.
Los investigadores les presentaron a los abejorros una serie de flores artificiales que requerían de ellos estrategias cada vez más complicadas, tales como desplazar a un lado o hacia arriba piezas móviles, para obtener un "néctar" preparado por los científicos y que esencialmente era un líquido azucarado análogo al almíbar o al sirope comunes y que a los abejorros les gustaba mucho. Esto último garantizaba su disposición a esforzar su mente.
Cuando los abejorros inexpertos encontraban primero la flor más compleja, eran incapaces de acceder al premio gastronómico y dejaban de intentarlo. Los abejorros a los que se les permitía progresar a través de flores cada vez más complicadas, podían avanzar hasta lograr manipular con éxito las más difíciles.
Mirwan y Kevan consideran estos fascinantes resultados como un ejemplo de un tipo de aprendizaje al que se ha tendido siempre a considerar como exclusivo de la psicología humana o de los primates y que consiste en que lo aprendido en la primera lección sirve para entender lo expuesto en la segunda, lo aprendido en la segunda sirve para entender lo expuesto en la tercera, y así sucesivamente.
En otros experimentos, el equipo de Mirwan ha constatado que los abejorros son capaces de aprender cosas viendo cómo las hacen otros abejorros, una habilidad bastante compleja.
Mirwan construyó flores artificiales que requerían de los abejorros que éstos caminasen en el lado inferior de un disco para conseguir el pseudonéctar. Estos abejorros intentaron alimentarse en las flores artificiales durante varios días, hasta que se acostumbraron a ello y se convirtieron en expertos.
Mirwan confinó a unos abejorros inexpertos en un recipiente hecho de malla y situado cerca de las flores artificiales donde podían observar a los abejorros expertos. Cuando se permitió a los inexpertos intentar alimentarse en las flores artificiales, sólo precisaron de 70 segundos para conseguir el premio. Los abejorros inexpertos del grupo de control, que no habían observado a los expertos, no consiguieron acceder al "néctar".
En una última prueba, Mirwan colocó a los abejorros experimentados en una colmena con abejorros inexpertos. Cuando se permitió a estos últimos alimentarse en las flores artificiales, consiguieron el sucedáneo de néctar en apenas 3,5 minutos.
Los científicos especializados en el estudio del comportamiento asumen habitualmente que la observación y la imitación se hallan en el corazón del aprendizaje social, pero los insectos sociales como los abejorros pueden también transmitir información a través del tacto, la vibración y el olor.
Tal como reconocen los investigadores, el método de comunicación usado por los abejorros tiene aún muchos misterios. Es sorprendente que abejorros que nunca habían visto una flor artificial pudieran volverse tan pronto lo bastante hábiles como para alimentarse de ellas. Es evidente que se produjo algún tipo de comunicación en la colmena. Ello sugiere que el aprendizaje social en los abejorros es incluso más complejo de lo que se suponía.

miércoles, 19 de marzo de 2014

LA ZONA DEL MUNDO CON MAYOR BIODIVERSIDAD DE REPTILES Y ANFIBIOS ESTÁ EN EL PERÚ

noticiasdelaciencia.com

Según los resultados de una nueva inspección realizada por biólogos de la Universidad de California en Berkeley, la Universidad del sur de Illinois en Carbondale, y la Universidad Wesleyana en Illinois, todas estas instituciones en Estados Unidos, la zona con la mayor biodiversidad de reptiles y anfibios de todo el planeta está en el Parque Nacional del Manu, en el Perú.

Ésta es una nueva especie de lagarto del género Potamites. Estos lagartos acuáticos buscan comida en los arroyos del bosque nuboso situado a entre 900 y 2.000 metros de altitud. Su capacidad de vivir y desenvolverse bien a bajas temperaturas en arroyos a gran altura es muy inusual entre los lagartos. (Foto: Alessandro Catenazzi, Universidad del Sur de Illinois en Carbondale)


El parque, que abarca áreas de la selva amazónica baja, el bosque nuboso de gran altitud y la pradera andina, es conocido por su enorme variedad de aves, que atrae a ecoturistas de todo el mundo. Más de 1.000 especies de aves, nada menos que alrededor del 10 por ciento de las especies de aves del mundo; más de 1.200 especies de mariposas; y ahora son ya 287 especies de reptiles y anfibios las que se ha comprobado que viven en el parque.
El peruano Rudolf von May, del Museo de Zoología de Vertebrados de la Universidad de California en Berkeley, y Alessandro Catenazzi, de la Universidad del sur de Illinois en Carbondale, han pasado más de 15 años cada uno entre el parque y sus alrededores en busca de ranas, sapos, salamandras, cecílidos, serpientes, lagartos, tortugas, caimanes y otros animales. El trabajo de campo en el parque y sus alrededores, suplementado por los resultados de inspecciones más limitadas, publicadas anteriormente, permitió al equipo confeccionar una lista de 155 anfibios y 132 especies de reptiles, incluyendo algunas especies nuevas para la ciencia. En total, son 287 las especies de reptiles y anfibios que moran en este lugar.
El anterior récord para el área protegida con más biodiversidad de reptiles y anfibios lo ostentó el Parque Nacional Yasuní en Ecuador, que alberga 150 especies de anfibios y 121 de reptiles, según un estudio de 2010.
El equipo de von May y Catenazzi estima que el Parque Nacional del Manu representa sólo el 0,01 por ciento del área terrestre del planeta, pero alberga un 2,2 por ciento de todos los anfibios y un 1,5 por ciento de todos los reptiles conocidos en el mundo.
Desde su creación hace 41 años, el Parque Nacional del Manu ha sido reconocido mundialmente como insustituible: Fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1977, y Patrimonio de la Humanidad en 1987.
El equipo de investigación predice que se describirán especies adicionales en los próximos años, como consecuencia del incremento del uso de análisis de ADN, técnicas de estudio de los sonidos emitido por ranas (que puede delatar diferencias entre ellas atribuibles a la presencia de especies no identificadas previamente), y otras técnicas.
En el Perú hay tanta biodiversidad, que literalmente las nuevas especies se pueden descubrir a centenares, como por ejemplo se hizo en una investigación llevada a cabo en otro parque nacional impresionante, el de Bahuaja Sonene, y sobre la cual escribimos un artículo (http://noticiasdelaciencia.com/not/3759/). El Parque Nacional de Bahuaja Sonene contiene más de 600 especies de aves, más de 180 especies de mamíferos, más de 50 de reptiles y anfibios, 180 variedades de peces 

martes, 18 de marzo de 2014

NUEVAS ESPECIES DE MANTIS RÁPIDAS, CON REFLEJOS Y QUE SABEN HACERSE LAS MUERTAS

agenciasinc.es

Un investigador del Museo de Historia Natural de Cleveland (EE UU) ha identificado 19 nuevas especies de mantis religiosas arborícolas en el centro y sur de América. En general son muy activas y rompen con la imagen tradicional del insecto quieto y al acecho. También presentan comportamientos curiosos como huir detrás de las ramas y hacerse pasar por cadáveres.

Liturgusa algorei, nueva especie de mantis religiosa, se llama así por el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore. Este espécimen macho fue capturado en una selva tropical a lo largo del río Amazonas en el norte de Perú. / Gavin Svenson

Gavin Svenson, un conservador del Museo de Historia Natural de Cleveland, ha recolectado mantis religiosas en ocho países del centro y sur de América. Este trabajo, junto a la revisión de cientos de especímenes en 25 museos internacionales, ha logrado descubrir 19 nuevas especies del género Liturgusaen. El hallazgo se publica en la revista Zookeys.
Estas mantis viven en las cortezas de los árboles, donde se camuflan muy bien, además de presentar comportamientos distintos a la imagen tradicional de una mantis quieta y agazapada esperando que pase la presa.
“Estas mantis, sin embargo, corren muy rápido por los troncos y ramas”, explica Svenson, “lo que rompe con la percepción que tenemos de este insecto como cazador lento y metódico”. Las observaciones muestran que son depredadores altamente visuales. Son cazadoras activas que persiguen la presa en lugar de tenderle una emboscada.
Otra de las técnicas características de estas mantis es desplazarse rápidamente al lado opuesto del árbol cuando se ven amenazadas, como hacen los lagartos arborícolas. “Es un comportamiento increíble para un insecto, ya que muestra que no solo depende del camuflaje como la mayoría, sino que están constantemente monitorizando su entorno” subraya el investigador.
“Además –añade–, algunas especies pueden saltar del árbol, o incluso volar hacia el suelo del bosque y hacerse pasar por muertos para evitar su captura”. Tampoco parecen exhibir el comportamiento caníbal que a menudo se asocia a las mantis.
El descubrimiento de las 19 nuevas especies triplica la diversidad del grupo y, según Svenson, podría ocurrir algo parecido en otras partes del mundo: “Podemos predecir que las mantis que vivan en hábitats similares de África, Asia y Australia también serán mucho más diversas que lo que se conoce ahora”.
Este aumento de la diversidad y de la distribución tiene amplias implicaciones para la conservación, ya que muchas de las especies se han encontrado cerca de las áreas naturales. Sin embargo, se desconoce si están en peligro algunas de las mantis recién identificadas o las de las colecciones, algunas de las cuales no se han vuelto a ver desde que se recolectaron.
La investigación de Svenson también se ha centrado en la relación de los patrones evolutivos, la distribución y las características complejas de las mantis religiosas. Su proyecto tiene como objetivo relacionar los datos de la secuencia del ADN con su morfología y otras características. Así se podrá crear un nuevo y preciso sistema de clasificación que refleje verdaderamente las relaciones evolutivas de estos insectos.

Nombres curiosos para las mantis de las cortezas

Entre las nuevas especies, Liturgusa algorei, lleva el nombre de Albert Arnold "Al" Gore Jr., ex vicepresidente de los Estados Unidos de América, en honor a su activismo ambiental y los esfuerzos para aumentar la conciencia pública sobre el cambio climático global.
Liturgusa krattorum es nombrado por Martin y Chris Kratt, anfitriones y creadores de los dibujos animados estadounidenses “Wild y Kratts”, los cuales proveen a los niños con la programación entretenida y precisa sobre la biología animal. 
Por su parte, Liturgusa fossetti lleva el nombre en honor al difunto James Stephen Fossett, millonario y aventurero estadounidense. 
Liturgusa bororum se llama así por el pueblo Bora, un grupo de personas nativas de las partes de la cuenca del Amazonas, en el norte de Perú, Colombia y Brasil. 
Y otras dos llevan el nombre de las hijas de Svenson (Tessa y Zoey): Liturgusa tessae y Liturgusa zoae.

Referencia bibliográfica:

Svenson GJ. “Revision of the Neotropical bark mantis genus Liturgusa Saussure”. ZooKeys, marzo de 2014. DOI: 10.3897/zookeys.390.6661.

lunes, 17 de marzo de 2014

LOS ÁRBOLES CRECEN MÁS RÁPIDO Y ALMACENAN MÁS CARBONO A MEDIDA QUE ENVEJECEN

ecoticias.com

De acuerdo con un reciente estudio publicado en la revista Nature, los árboles aumentan de peso más rápido a medida que envejecen. El hallazgo que indica que el crecimiento de la mayoría de los árboles se acelera a medida que envejecen sugiere que los árboles grandes y maduros pueden desempeñar un papel inesperadamente dinámico en la eliminación de carbono de la atmósfera.



Richard Condit, científico permanente del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, ideó el análisis para interpretar las mediciones de más de 600,000 árboles pertenecientes a 403 especies. “En lugar de disminuir o cesar el crecimiento y la absorción de carbono, como se supuso anteriormente, la mayoría de los árboles más antiguos de los bosques alrededor del mundo en realidad crecen más rápido, captando más carbono”, comentó Condit. “En un año, un árbol grande puede aumentar de peso el equivalente a un árbol pequeño completo.”
“Si el crecimiento humano se acelerara a la misma velocidad, pesaríamos media tonelada en la edad madura y más de una tonelada al momento de jubilarnos”, comentó Nate Stephenson, autor principal y ecólogo forestal con el Servicio Geológico de los EE.UU.
Aún está por verse si el crecimiento acelerado de los árboles individuales se traduce en un mayor almacenamiento de carbono en los bosques maduros. Programas como REDD + de las Naciones Unidas se basan en la idea que la conservación y reforestación de bosques mitigan el calentamiento global mediante la reducción de dióxido de carbono en la atmósfera.
En 1980, la primera parcela de árboles a gran escala fue establecida en Panamá, en un esfuerzo para entender por qué los bosques tropicales son tan diversos. Dentro de un área de 50 hectáreas se identificaron y midieron más de 250,000 árboles con un diámetro de tronco de más de 1 centímetro.
“ForestGEO es ahora el sistema de observatorios forestales más importante del mundo, con 53 parcelas en 23 países y más de 80 instituciones asociadas”, comentó Stuart Davies, director de ForestGEO. “Esperamos que los investigadores continúen trabajando con nuestros datos y nuestro personal, a medida que formulan nuevas interrogantes sobre cómo los bosques responden al cambio global”.

sábado, 15 de marzo de 2014

LOS CRUSTÁCEOS COMO ESTRATEGIA REPRODUCTIVA YA CUIDABAN A SUS CRÍAS HACE 450 MILLONES DE AÑOS

ecoticias.com

Un equipo internacional de científicos ha encontrado un retrato prehistórico de la paternidad capturado profundamente en el registro fósil. Los investigadores, dirigidos por el geólogo David Siveter, de la Universidad de Leicester, en Reino Unido, han nombrado Lucina, diosa romana de los partos que los presidía y ayudaba a las mujeres durante el alumbramiento, a esta nueva especie fósil de ostrácodos que muestra cuidados parentales de hace 450 millones de años.



Esta "guardería en el mar" revela una especie nueva para la ciencia, con especímenes conservados incubando sus huevos junto con posibles individuos naciendo. El equipo ha elegido el nombre de 'Luprisca incuba', después Lucina, también en alusión al hecho de que los fósiles son antiguos y que en cada caso la madre está literalmente sentada sobre sus huevos.
El descubrimiento, publicado en la revista 'Current Biology', ofrece pruebas concluyentes de una estrategia reproductiva y un cuidado de las crías conservado durante al menos 450 millones de años y representa la ocurrencia confirmada más antigua de ostrácodos, crustáceos de tamaño reducido, en el registro fósil.
"Es un hallazgo muy raro y emocionante del registro fósil. Sólo se conoce un puñado de ejemplos en los que los huevos están fosilizados y asociados con los padres. Este descubrimiento nos dice que estos pequeños crustáceos marinos antiguos tuvieron especial cuidado con sus crías, exactamente de la misma manera que sus parientes vivos", explica Siveter, profesor emérito de Paleontología de la Universidad de Leicester.
El equipo, formado por expertos de Reino Unido, Estados Unidos y Japón, ha descubierto una nueva y científicamente importante especie de ostrácodos, un  grupo de animales fósiles relacionado con los camarones, las langostas y los cangrejos, en rocas lutolita en el Estado de Nueva York, Estados Unidos, que se remonta al período Ordovícico en el tiempo geológico. Los ostrácodos son pequeños crustáceos de miles de especies que viven en los océanos a los ríos, lagos y estanques de hoy en día e innumerables conchas fósiles.
Los fósiles recién descubiertos tienen entre dos y tres milímetros de largo y son especialmente informativos al estar excepcionalmente bien conservados, con no sólo la cáscara sino también las partes blandas del animal, que en todos menos en algunos casos muy raros se han perdido.
Las extremidades en algunos ejemplares de nidos de huevos están presentes dentro de la cáscara bivalva, lo que permite a los científicos identificar el género de ese espécimen. Estas características anatómicas se preservaron en la pirita mineral, lo que facilitó el uso de técnicas de rayos X para revelar detalles morfológicos ocultos dentro de las conchas y la roca.
Los ostrácodos vivían, junto con otros animales invertebrados como los trilobites, en condiciones de poca oxígeno en un mar que bordeaba los márgenes del antiguo continente de América del Norte. El profesor Siveter señala que, al igual que sus parientes modernos, los ostrácodos fueron probablemente capaces de nadar cerca del fondo del mar y obtenían su alimento hurgando en la basura y cazando.

viernes, 14 de marzo de 2014

LA PEOR EXTINCIÓN MASIVA DE LA TIERRA OCURRIÓ MUCHO MÁS DEPRISA DE LO CREÍDO

noticiasdelaciencia.com

La extinción masiva más grande en la historia de la vida animal ocurrió hace unos 252 millones de años, acabando, según algunas estimaciones, con más del 96 por ciento de las especies marinas y aproximadamente el 70 por ciento de las terrestres, incluyendo a los insectos más grandes conocidos que han existido en la Tierra. Múltiples teorías han intentado explicar la causa de esa extinción. Entre ellas figuran el impacto de un asteroide, erupciones volcánicas masivas, o una cascada catastrófica de trastornos medioambientales. De hecho, es probable que las tres cosas ocurrieran.

Recreación artística de paisaje dantesco durante la Gran Extinción de finales del Pérmico. (Imagen: José Luis Olivares / MIT)

En cualquier caso, localizar la causa exacta de la extinción, o el acontecimiento que lo inició todo, exige disponer de mejores mediciones sobre la duración del periodo de extinción. Ahora, el equipo de Sam Bowring, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en la ciudad estadounidense de Cambridge, ha determinado que esa extinción de fines del Periodo Pérmico ocurrió en unos 60.000 años, con un margen de duda de 48.000 años de más o de menos, pero en cualquier caso de forma prácticamente instantánea, desde una perspectiva geológica. La nueva cronología acorta significativamente el periodo en el que tuvo lugar la extinción. Los valores anteriores eran mucho más imprecisos.
La nueva cronología se basa en técnicas de datación más precisas que las usadas en estimaciones previas, e indica que la más grave extinción de la que se tiene conocimiento en la historia de la Tierra pudo haber ocurrido más de 10 veces más rápido de lo que los científicos habían asumido.
El hallazgo aclara el calendario de la extinción pero rodea ésta de más misterio, ya que, tal como argumenta Bowring, una aniquilación tan grande en un periodo tan pequeño resulta más difícil de explicar que si se hubiera desarrollado a lo largo de un periodo más extenso. "Una extinción excepcional requiere una explicación excepcional", resume Bowring.
Además de establecer con una precisión mucho mayor la duración de la extinción, el equipo de Bowring también encontró que, 10.000 años antes de la hecatombe, se produjo lo que parece ser una adición masiva de dióxido de carbono a la atmósfera. Este cambio drástico pudo provocar una acidificación generalizada en el mar, y un aumento de 10 grados centígrados o más en las temperaturas oceánicas, exterminando a la mayoría de la vida marina.
Hay indicios de que esa descarga masiva de dióxido de carbono a la atmósfera fue el resultado de pavorosas erupciones volcánicas cuya lava incendió inmensos yacimientos de carbón, con el resultado de emisiones colosales de dióxido de carbono y otras sustancias tóxicas que exterminaron a cuantiosas formas de vida. Uno de los principales candidatos como lugar donde se originó esta oleada imparable de daños medioambientales es una zona siberiana caracterizada por una sucesión de raras colinas que parecen grandes escalones o terrazas, y que son conocidos como las Traps Siberianas. El término "Traps" deriva de la palabra sueca "Trapp", que significa escalón.
Para confirmar si las Traps Siberianas son realmente una prueba definitiva del mecanismo por el que se desencadenó la extinción, el equipo de Bowring y Seth Burgess planea obtener una cronología igual de precisa para las erupciones de las Traps de Siberia, y compararlas con la cronología de la extinción obtenida en el último estudio, para ver dónde los dos eventos se superponen. Los investigadores examinarán áreas adicionales en China a fin de comprobar si la duración de la extinción puede ser determinada con una precisión aún mayor.

jueves, 13 de marzo de 2014

LOS HONGOS PUEDEN DETERMINAR EL FUTURO DEL DIÓXIDO DE CARBONO ALMACENADO EN SUELOS

noticiasdelaciencia.com

Cuando los científicos debaten sobre el cambio climático global, a menudo se concentran en la cantidad de carbono que hay en la atmósfera y en la vegetación. Pero lo cierto es que el suelo contiene más carbono que el aire y las plantas combinados. Esto significa que incluso un diminuto cambio en el grado de almacenamiento del carbono en el suelo podría tener consecuencias importantes para la atmósfera de la Tierra y para el clima.

Ejemplo de ectomicorriza: Un hongo asociado a las raíces de una cicuta. (Foto: Colin Averill)

Una nueva investigación realizada por Colin Averill, de la Universidad de Texas en Austin, Adrien Finzi de la Universidad de Boston, ambas instituciones en Estados Unidos, y Benjamin Turner, del Instituto Smithsoniano de Investigación Tropical (STRI) en Panamá, apunta hacia un inesperado regulador del contenido de carbono en el suelo: los hongos. Los hongos son los grandes olvidados en las mediciones y estimaciones que se han venido haciendo sobre la capacidad de los suelos para almacenar dióxido de carbono (CO2).
Lo descubierto en esta investigación sitúa a los hongos en primer plano de la problemática del CO2 y en el centro del debate científico sobre cuál es el modo más factible de aprovechar al máximo la capacidad de los suelos para retener a este gas de efecto invernadero.
En estudios anteriores, se llegó a la conclusión de que la degradación de los suelos, el clima y la productividad de las plantas eran los más importantes reguladores del contenido de carbono en los suelos. Sin embargo, lo descubierto ahora por Turner, Averill y Finzi, sugiere que la biología del suelo ejerce un papel aún más importante. Algunos tipos de hongos simbióticos pueden llevar a un 70 por ciento más de carbono en el suelo por unidad de nitrógeno. El papel de estos hongos no se ha tenido en cuenta en los modelos climáticos empleados para hacer pronósticos sobre el calentamiento global.
La mayoría de las plantas se asocian con hongos de un tipo beneficioso. En esta clase de relación, la planta aporta carbono al hongo, y éste le aporta ciertos nutrientes a la planta. Las relaciones de este tipo se pueden agrupar en tres grandes clases: Las micorrizas arbusculares, las ectomicorrizas, y las micorrizas ericoides. La más común es la micorriza arbuscular, que se da en el 85 por ciento de las familias vegetales, mientras que las micorrizas ericoides y las ectomicorrizas se presentan en unas pocas familias comunes.
Tras numerosas ejecuciones de modelos digitales con más de 200 perfiles de suelos de todas partes del globo terráqueo, los autores del nuevo estudio encontraron que los suelos con presencia de comunidades del tipo micorriza ericoide y del tipo ectomicorriza contenían un 70 por ciento más de carbono por unidad de nitrógeno que los suelos con comunidades del tipo micorriza arbuscular. El efecto es significativo a escala global, porque es independiente del rango común de valores en variables tales como la acumulación de biomasa, la temperatura, la precipitación y el contenido de arcilla de los suelos.
La marcada diferencia que hay en el nivel de carbono incorporado a suelos entre los ecosistemas con ectomicorrizas y micorrizas ericoides, y los ecosistemas con micorrizas arbusculares, se debe a la manera en que los hongos de cada tipo adquieren los nutrientes.
Los hongos de las comunidades micorrizas ericoides y ectomicorrizas producen enzimas que les permiten acceder a formas orgánicas de nitrógeno que no están disponibles para los hongos de las comunidades micorrizas arbusculares. Al apropiarse de buena parte de la cantidad de nitrógeno que hay en la materia orgánica del suelo, los hongos de comunidades micorrizas ericoides y ectomicorrizas limitan la actividad de los microorganismos que descomponen la materia orgánica muerta y que devuelven carbono a la atmósfera. Estos microbios dependen del nitrógeno, y cuando su acceso al mismo mengua por la acción de sus rivales los hongos, no pueden prosperar como lo harían con nitrógeno extra, y su actividad global en el suelo queda notablemente limitada. El resultado es que más carbono se conserva en el suelo.
Las comunidades micorrizas arbusculares no causan tantas restricciones a la actividad de los microbios que descomponen la materia orgánica. El resultado en este caso es que menos carbono se conserva en el suelo.

miércoles, 12 de marzo de 2014

CONFIRMAN LA EXISTENCIA DE UNA MISTERIOSA ESPECIE DE CETÁCEO

noticiasdelaciencia.com

Unos investigadores han identificado a una nueva especie de cetáceo de la familia Ziphiidae, basándose en un estudio sobre siete animales que en distintos momentos de los últimos 50 años quedaron varados en islas tropicales remotas del Océano Índico y el Pacífico.

Ejemplar macho de la nueva especie en la Isla Desroches de las Seychelles. (Foto: Lisa Thompson)


Los zífidos, una familia extendida pero poco conocida de cetáceos vulgarmente conocidos como ballenas dentadas y que tienen un parentesco evolutivo lejano con los cachalotes, viven en aguas profundas de todos los océanos del mundo, más allá de los bordes de las plataformas continentales.
Rara vez se les ve en el mar debido a sus hábitos esquivos, su capacidad para inmersiones largas y la aparente poca abundancia de algunas especies. Es comprensible que la mayoría de la gente nunca haya oído hablar de ellos.
La nueva especie, descubierta, o más bien redescubierta, tras una labor casi detectivesca a cargo del equipo de Merel Dalebout, experta en cetáceos e investigadora invitada de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia, ha recibido definitivamente el nombre de Mesoplodon hotaula.
El primer ejemplar reconocido de esta escurridiza especie fue una hembra hallada en una playa de Sri Lanka hace más de medio siglo. El 26 de enero de 1963, la hembra gris-azulada de 4,5 metros de largo acabó en Ratmalana, cerca de Colombo. El entonces director de los Museos Nacionales de Ceilán, Paulus Edward Pieris Deraniyagala, zoólogo, paleontólogo, antropólogo y artista local, la describió como una nueva especie, y la llamó Mesoplodon hotaula.
Sin embargo, dos años después, otros investigadores reclasificaron a este espécimen como una especie existente, el Mesoplodon ginkgodens.
Finalmente, el tiempo le ha dado la razón a Deraniyagala. Él estaba en lo cierto sobre el carácter único del cetáceo que examinó. Aunque tiene un parentesco cercano con el Mesoplodon ginkgodens, en realidad no es la misma especie.
Los investigadores utilizaron una combinación de análisis de ADN y examen de características físicas para identificar a la nueva especie, basándose en siete ejemplares encontrados varados en Sri Lanka, las Islas Gilbert (ahora Kiribati), el atolón de Palmyra en las Islas de la Línea, cerca de Hawái, así como las Islas Maldivas y las Seychelles.
Los nuevos ejemplares son conservados por diversas instituciones y grupos, entre ellos el Museo Nacional Smithsoniano en Washington D.C., la Sociedad de Conservación Isleña en las Seychelles, y la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda. Los análisis genéticos se realizaron como parte de una colaboración internacional con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos y la Universidad Estatal de Oregón, del mismo país.
Los investigadores pudieron obtener ADN de buena calidad de muestras de tejido de solo un ejemplar. Para los demás, los investigadores perforaron los huesos de las ballenas para analizar fragmentos cortos de ADN antiguo, basándose en técnicas usadas comúnmente con material antiguo de especies extintas.
Los investigadores también analizaron todas las demás especies conocidas de zífidos para confirmar el carácter singular de la ballena de Deraniyagala.
Con el redescubrimiento del Mesoplodon hotaula, ahora hay 22 especies reconocidas de zífidos.

martes, 11 de marzo de 2014

UN NUEVO ESTUDIO AFIRMA QUE LOS PRIMEROS ANIMALES INTRODUJERON OXÍGENO EN EL OCÉANO

ecoticias.com

La evolución de los primeros animales puede haber introducido oxígeno en los océanos de la Tierra en contra de la opinión tradicional de que un aumento de oxígeno desencadenó su desarrollo. Una nueva investigación liderada por la Universidad de Exeter, en Reino Unido, se opone a la creencia largamente sostenida de que la oxigenación de la atmósfera y de los océanos fue un requisito previo para la evolución de formas de vida complejas.



El estudio, publicado este domingo en la revista 'Nature Geoscience', se basa en un reciente trabajo de científicos en Dinamarca que encontraron que las esponjas, los primeros animales en evolucionar, requieren sólo pequeñas cantidades de oxígeno. Los investigadores han tenido ahora en cuenta mecanismos por los que la profundidad del océano podría haber sido oxigenada durante la era Neoproterozoica (hace entre 1.000 hasta 542 millones de años) sin necesidad de un aumento de oxígeno atmosférico.
"Había suficiente oxígeno en las aguas superficiales del océano durante más de 1.500 millones de años antes de que los primeros animales evolucionaran, pero las oscuras profundidades del océano se mantuvieron carentes de oxígeno. Sostenemos que la evolución de los primeros animales podría haber desempeñado un papel clave en la oxigenación generalizada de los océanos profundos. Esto a su vez pudo haber facilitado la evolución de los animales más complejos, móviles", expone el director del estudio, el profesor Tim Lenton, de la Universidad de Exeter.
Un elemento crucial para determinar los niveles de oxígeno en las profundidades del océano es el equilibrio de la oferta y la demanda de oxígeno. La demanda de oxígeno es creada por el hundimiento de la materia orgánica muerta en el océano profundo y el nuevo estudio sostiene que los primeros animales redujeron la oferta de materia orgánica, tanto directa como indirectamente.
Las esponjas se alimentan bombeando agua a través de sus cuerpos, filtrando pequeñas partículas de materia orgánica de las aguas y ayudando así a oxigenar las aguas de las plataformas marítimas en las que viven. Esto selecciona naturalmente el fitoplancton más grande, las diminutas plantas del océano, que se hunde más rápido y reducen la demanda de oxígeno en el agua.
Al oxigenar más aguas del fondo de la plataforma continental, los primeros animales filtradores incrementaron de forma inadvertida la eliminación del fósforo, el nutriente esencial del océano, lo que, a su vez, redujo la productividad de todo el ecosistema marino, surpimiendo la demanda de oxígeno y, por lo tanto, la oxigenación de las profundidades del océano.
Un océano más rico en oxígeno creó las condiciones ideales para la evolución de los animales más móviles, que tienen una mayor necesidad de oxígeno. Estos incluyen los primeros animales depredadores con agallas que comenzaron a comerse el uno al otro, lo que marca el comienzo de una biosfera marina moderna, con el tipo de redes alimentarias que conocemos hoy en día.
"Los efectos que predecimos sugieren que los primeros animales, lejos de ser una respuesta pasiva al creciente oxígeno atmosférico, fueron los agentes activos que pusieron oxígeno en el océano hace unos 600 millones de años, creando un mundo en el que los animales más complejos podrían evolucionar, incluidos nuestros antepasados muy lejanos", resume en profesor Lenton.
Según otro de los autores de la investigación, Simon Poulton, de la Universidad de Leeds, también en Reino Unido, este trabajo proporciona un mecanismo plausible de la oxigenación del océano sin la exigencia de un aumento en el oxígeno atmosférico, preguntándose si la creencia de que hubo un aumento importante en el oxígeno atmosférico en ese momento es correcta.
"No sabemos la respuesta a esta pregunta, que es en última instancia, la clave para entender cómo nuestro planeta ha evolucionado a su actual estado habitable. Los geoquímicos deben encontrar nuevas formas de descifrar los niveles de oxígeno en la Tierra primitiva", concluye Poulton.

lunes, 10 de marzo de 2014

LOS ELEFANTES DETECTAN EL SEXO Y LA ETNIA DE LOS HUMANOS POR LA VOZ

agenciasinc.es

Los elefantes del Parque Nacional Amboseli (Kenia, África) diferencian a sus enemigos por la voz. Estos animales reconocen a los varones de la tribu masái –su principal amenaza humana en esta región– y responden ante ellos con un comportamiento defensivo, incluso aunque se hagan pasar por mujeres.

Aparato para la reproducción de grabaciones de voz y grupo de elefantes en el Parque Nacional Amboseli. /  Katito Sayialel

Investigadores de la Universidad de Sussex (Reino Unido) han viajado hasta Kenia (África) para analizar el comportamiento de los grupos de elefantes que se encuentran en el Parque Nacional Amboseli.
El trabajo, publicado en la revista PNAS, ha demostrado que estos animales distinguen a los hombres de la tribu masái, uno de sus principales enemigos, por su voz y su lenguaje.
“Reconocer a los depredadores y juzgar el nivel de amenaza que poseen es una habilidad crucial para muchos animales salvajes”, indica Karen McComb, líder del estudio.
Según los investigadores, la capacidad de discriminar la amenaza real de la aparente tiene un impacto importante ya que evita interrupciones repetidas de la alimentación y reduce el estrés fisiológico del animal.

Temen a los masái y no a los kamba

En su trabajo de campo, los científicos grabaron una misma frase: “Mira, mira por allá, un grupo de elefantes se acerca”, en los idiomas maternos de dos tribus, la masái y la kamba.
Registraron un total de 25 voces de hombres y mujeres de la tribu masái –tanto de adultos como de jóvenes–, y también registraron diez voces de adultos machos de la etnia kamba.  
“Los masái pastan su rebaño por el Parque Amboseli y, por lo tanto, tienden a encontrarse más con elefantes que los miembros de la tribu kamba, cuya actividad principal se basa en la agricultura de parcelas afincadas lejos del parque”, declara a Sinc Graeme Shannon, uno de los autores del estudio.
Los resultados del experimento mostraron que estos gigantescos mamíferos tenían un comportamiento más defensivo, como agruparse o husmear, ante las grabaciones de los hombres de la tribu masái, que cuando oyeron a mujeres y niños de esta etnia, o a hombres de la tribu kamba.

Distinguen una voz falsa de mujer

Otra de las fases del experimento consistió en engañar a los elefantes con la voz de un hombre modulada para que sonara como la de una mujer. Curiosamente, los elefantes reconocieron la farsa y respondieron a esta grabación como si de un varón masái se tratase.
El miedo de los elefantes hacia los masái es producto de años de interacción. “Las dos poblaciones coexisten en el mismo ecosistema, normalmente de forma pacífica, excepto cuando hay un conflicto por el acceso a los recursos o alguno de los elefantes mata a alguna vaca del rebaño. Aunque este es un conflicto menor comparado con la masacre de elefantes que se lleva a cabo por el marfil”, lamenta Shannon.
Trabajos previos estudiaron el comportamiento de estos paquidermos ante estímulos visuales y olfativos. Según los científicos,  los elefantes tenían también más miedo cuando se encontraban con ropa de color rojo y olor típico de la tribu de los masái, que con las prendas de los kamba.
Shannon concluye: “Con las señales acústicas, los elefantes reconocen la etnia, la edad y el género de un predador potencial. Esta es una ventaja a sistema de defensa y lo hace más efectivo. Muy útil cuando el depredador se encuentra fuera del campo de visión”.

Referencia bibliográfica:

Karen McComb, Graeme Shannon, Katito N. Sayialel, and Cynthia Moss.“Elephants can determine ethnicity, gender, and age from acoustic cues in human voices”. PNAS. 2014

domingo, 9 de marzo de 2014

LAS HORMIGAS Y LOS SALTAMONTES SON LOS ANIMALES QUE RESISTEN MEJOR LOS EFECTOS DEL FUEGO

ecoticias.com

Un artículo científico publicado en la revista PlosOne sobre los cambios en la composición y abundancia de 274 especies animales después de los incendios de agosto de 2003 en el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac. Después del fuego han aparecido en estos espacios dos nuevas especies de especial interés de conservación, una especie de caracol y la perdiz roja.


El estudio, coordinado por el doctor Xavier Santos, del Centro de Investigação me biodiversidad e Recursos Genéticos de la Universidade do Porto, es de una gran trascendencia ya que se compara al mismo tiempo, y por primera vez, la respuesta al fuego de comunidades de diversas especies de animales tales como tornillos, arañas, cucarachas, hormigas, saltamontes, chinches, pájaros y reptiles. Asimismo, el trabajo ha permitido identificar qué grupos soportan mejor los efectos del fuego y qué grupos son más sensibles a los cambios en el hábitat y la vegetación que se producen después de un incendio. El estudio también ha permitido analizar los rasgos característicos que ayudan a las especies a aguantar mejor este fenómeno, como sería el tipo de dieta y su movilidad.
Para llevar a cabo el estudio los científicos han hecho un seguimiento de 4606 individuos de 274 especies de animales.
 Así, entre otros aspectos, el estudio demuestra que las especies omnívoras, las que comen de todo, son más resilientes a los efectos de los incendios, probablemente porque pueden adaptar su dieta a los pocos recursos que quedan disponibles tras las llamas. Entre los animales omnívoros que mejor resisten los efectos del fuego se encuentran las hormigas y los saltamontes. Por otro lado, el estudio también ha podido comprobar que las especies que han variado más su composición antes y después del incendio son las de mayor movilidad, como los pájaros, que huyen a otras zonas no quemadas, y los de menor movilidad, como los caracoles, que no encuentran recovecos y mueren calcinados.
En contra de la percepción general de la ciudadanía, el estudio también demuestra que el fuego no es estrictamente destructor de la naturaleza, ya que la eliminación de algunas especies que vivían en estos espacios intactos ha permitido la aparición de otros que necesitan un paisaje en mosaico donde haya espacios abiertos como los que dejan los incendios. Es el ejemplo de Xerocrassa montserratensia y de la perdiz roja Alectoris rufa, dos especies de elevado interés de conservación que han aparecido después de los fuegos en el área estudiada.
En el estudio han participado investigadores y técnicos de la Universidad de Barcelona, Universidad Autónoma de Barcelona, Universidad de Girona, del CREAF, del Centro Tecnológico Forestal de Cataluña (CTFC) y del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona, así como de la Estación experimental de Zonas Áridas, la Fundación Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), la Oficina Técnica de Parques Naturales de la Diputación de Barcelona y la Dirección General del Medio Natural y Biodiversidad de la Generalitat.

jueves, 6 de marzo de 2014

LOS VEGETALES SON CAPACES DE TOMAR DECISIONES COMPLEJAS

noticiasdelaciencia.com

Las plantas también pueden tomar decisiones complejas. Al menos ésta es la conclusión a la que se ha llegado en un estudio sobre la planta de la especie Berberis vulgaris, la cual puede abortar sus propias semillas para prevenir una infestación parasitaria. Aunque no podamos hablar quizá de "inteligencia" vegetal, los resultados de esta llamativa investigación sí son la primera prueba ecológica de comportamiento complejo en plantas. Indican que esta especie tiene una memoria estructural, y que puede diferenciar entre condiciones internas y externas así como anticipar futuros riesgos.


Los vegetales pueden tomar decisiones complejas. (Foto: Amazings / NCYT / JMC)


El Berberis vulgaris es un arbusto distribuido por toda Europa. Está relacionado con la especie Mahonia aquifolium, nativa de Norteamérica y que ha estado extendiéndose a través de Europa durante los últimos tiempos.
Los autores del nuevo estudio, del Centro Helmholtz para la Investigación Medioambiental (UFZ, por sus siglas en alemán) y la Universidad de Gotinga, ambas instituciones en Alemania, compararon las dos especies citadas y encontraron una diferencia marcada en cuanto a infestación parasitaria: una especie altamente especializada de mosca de la especie Rhagoletis meigenii, cuyas larvas se alimentan de las semillas de la planta de la especie Berberis vulgaris, resultó tener una densidad de población diez veces superior en la nueva planta anfitriona, la Mahonia aquifolium.
Esto llevó al equipo de Harald Auge, biólogo del UFZ, a examinar las semillas de la Berberis vulgaris más de cerca. Se recogieron aproximadamente unas 2.000 bayas de la planta procedentes de distintas regiones de Alemania, que fueron examinadas en busca de signos de perforación, y después abiertas para observar cualquier infestación por larvas de la Rhagoletis meigenii que pudieran tener. Este parásito perfora las bayas para poder depositar sus huevos en el interior. Si la larva consigue desarrollarse, se nutrirá a menudo de todas las semillas en la baya. Una característica especial de la Berberis vulgaris es que cada baya tiene habitualmente dos semillas y que la planta es capaz de parar el desarrollo de éstas para poder preservar sus recursos. Este mecanismo se usa también para defenderla de la mosca Rhagoletis meigenii. Si una semilla se ve infestada con el parásito, más adelante la larva en desarrollo se alimentará de ambas semillas. Si en cambio la planta aborta la semilla infectada, entonces el parásito en esta última morirá también y la segunda semilla queda a salvo.
Al analizar las semillas, los científicos hicieron un sorprendente descubrimiento: Las semillas de los frutos infestados no siempre son abortados, sino que ello depende de la cantidad de semillas que haya en las bayas. Si el fruto infestado contiene dos semillas, entonces, en el 75 por ciento de los casos, las plantas abortan las semillas infestadas, con el fin de salvar a la segunda semilla. Sin embargo, si la baya infestada sólo contiene una semilla, entonces la planta sólo abortará la semilla infestada en un 5 por ciento de los casos.
El equipo de investigación introdujo en un modelo informático los datos obtenidos durante el trabajo de campo, y los resultados fueron claros. Mediante los cálculos del modelo, los autores del estudio han demostrado que esas plantas sometidas al estrés físico de la infestación de parásitos reaccionaban de manera muy diferente a como lo hacían las que no sufrían estrés físico.
Si la planta aborta una semilla en un fruto en el que no hay ninguna más, todo el fruto habrá resultado inútil. En vez de tomar sin más esa decisión, parece que la planta "especula" con que la larva podría morir de forma natural, lo cual es una posibilidad. Pocas probabilidades de éxito son mejores que ninguna. "Este comportamiento anticipatorio, en el que las pérdidas predichas y las condiciones externas se sopesan, nos sorprendió mucho", confiesa Hans-Hermann Thulke del UFZ. De los resultados de este estudio se podría plantear, en palabras de Thulke, que la inteligencia vegetal es una noción ecológicamente plausible.
Pero, ¿cómo sabe la Berberis vulgaris lo que puede ocurrir cuando una mosca ha pinchado una de sus bayas? Aún no está claro cómo la planta procesa la información y cómo este comportamiento complejo pudo desarrollarse a lo largo del curso de la evolución. La Mahonia aquifolium, muy relacionada con la Berberis vulgaris, ha estado viviendo en Europa durante unos 200 años con el riesgo de ser infestada por la citada mosca de la fruta, y no ha desarrollado aún ninguna estrategia de defensa comparable. Esta nueva información arroja algo de luz en las subestimadas habilidades de las plantas, aunque abre al mismo tiempo muchos otros interrogantes.
En la investigación también han trabajado Katrin M. Meyer y Leo L. Soldaat.

miércoles, 5 de marzo de 2014

LA INFLUENCIA DEL DISEÑO DE UN EDIFICIO EN LA COMUNIDAD BACTERIANA QUE VIVE DENTRO

noticiasdelaciencia.com

Un edificio moderno, con diez años de antigüedad pero que se diseñó con criterios de ahorro energético y vida sana, ha sido ahora inspeccionado minuciosamente con el objetivo de tomar muestras de las bacterias presentes en el polvo hallado en su interior, y analizar así su comunidad bacteriana.

El edificio analizado. (Foto: Universidad de Oregón)


Los investigadores, de la Universidad de Oregón en Eugene, Estados Unidos, y otras instituciones, utilizaron aspiradoras equipadas con filtros especiales para recoger polvo en oficinas, aulas, pasillos, cuartos de aseo y armarios, de este edificio, situado en el campus de la citada universidad, a fin de obtener un perfil microbiano del edificio, teniendo en cuenta dónde las personas se reunían más, cómo y para qué las personas utilizan estos espacios interiores, y cómo están comunicados estos espacios para permitir el movimiento de las personas entre ellos.
El equipo de biólogos y arquitectos se percató de que las bacterias de tres grandes tipos, Proteobacteria, Deinococci y Firmicutes, dominan el edificio, aunque la composición exacta de estas comunidades varía con el tipo de arquitectura. Los investigadores han llegado a la conclusión de que lo descubierto es una clara evidencia de que los tipos de diseño arquitectónico pueden influir de manera importante en la biogeografía de las comunidades microbianas del interior de los edificios.
El estudio es parte de una línea de investigación en la que trabaja desde esa universidad y que está orientada a conocer mejor el microbioma de los interiores, donde mucha gente pasa la mayor parte de su tiempo. El microbioma es la composición total de la población de microorganismos y su material genético colectivo que se encuentra en el cuerpo humano o en otro ambiente o cuerpo.
El equipo analizo ADN de más de 30.000 tipos diferentes de bacterias del edificio.


James Meadow y sus colaboradores constataron que lo que se hace en una habitación, la cantidad de personas que suele haber en una habitación y la cantidad de personas distintas que han estado en ella en alguna ocasión, marcan grandes diferencias entre la población bacteriana de una habitación y la de otra.
La mayoría de las bacterias encontradas no fueron una sorpresa. Se trata de microbios que están por todas partes, dentro o fuera de edificios. Algunas de las especies encontradas, aunque muy comunes, suelen vivir mayormente en tierra o en plantas. Esto último denota que algunas de las bacterias presentes en los edificios probablemente están siendo traídas de fuera por los ocupantes y por el aire que entra, aunque esta presencia en interiores no es la misma en todas las habitaciones. Por ejemplo, los investigadores encontraron que las bacterias cuyo medio natural es la tierra o las plantas eran más comunes en los espacios desocupados, tales como salas de máquinas y el interior de armarios.


Diferentes bacterias asociadas al intestino humano, incluyendo Lactobacillus, Staphylococcus y Clostridium, fueron más comunes en el polvo del cuarto de baño. Los investigadores encontraron que en tales cuartos se establecían las comunidades bacterianas más distintivas, debido a lo muy específico del uso de tales espacios.
Las bacterias Deinococcus, con especies conocidas por su formidable capacidad de resistencia ante condiciones extremas de sequedad y de radiación, fueron las rarezas en el microbioma del edificio. Por su capacidad de resistencia, las bacterias Deinococcus pueden perdurar mucho tiempo en el interior de un edificio. Quizá por esto estuvieron entre los tipos de bacterias más comunes en el edificio. Se las halló en todas las habitaciones, aunque en mayor cantidad en habitaciones con ventilación mecánica que en habitaciones con ventilación natural. Esto puede denotar que, como resisten más que otras bacterias, ellas son las que acaban acumulándose más con el paso del tiempo, al morir y degradarse las demás.
En habitaciones con ventilación natural, por otro lado, se hallaron bacterias relacionadas con los vegetales y la tierra, como por ejemplo las Methylobacterium. Una simple elección sobre cómo se ventila una habitación puede influir de forma notable en los tipos de bacterias que allí predominarán.
Éste es un campo bastante nuevo de investigación, por lo que , tal como Meadow advierte, aún es pronto para sacar conclusiones acerca de qué clases de bacterias son las inofensivas más comunes o las patógenas más comunes, pero es algo que el equipo de investigación planea averiguar.
En la investigación también han trabajado Timothy K. O'Connor, Gwynne Mhuireach, Maxwell Moriyama, Dale Northcutt, Jeff Kline, G.Z. Brown, Brendan J.M. Bohannan, Jessica L. Green, y Steven W. Kembel.

martes, 4 de marzo de 2014

POSIBLES HUELLAS BIOLÓGICAS EN UN METEORITO MARCIANO

noticiasdelaciencia.com

Los resultados de un análisis reciente de un meteorito procedente de Marte indican la posible presencia de indicios de antiguas formas de vida marciana. Este meteorito se suma así a otro del que años atrás se sacaron conclusiones parecidas.

El área del meteorito con esférulas, rodeada por un círculo en rojo, ha resultado tener el doble de carbono que una (en azul) sin las esférulas. (Imagen: NASA)

Aquel meteorito anterior, el ALH84001, fue analizado por un grupo de científicos de la NASA liderados por David McKay, Everett Gibson y Kathie Thomas-Keprta. Los resultados de su análisis, presentados en 1996, incluían la detección de minúsculas estructuras que podían haber sido obra de antiguos microorganismos marcianos. El hallazgo despertó una gran controversia.
Ahora, en un nuevo estudio, Gibson, Lauren White y sus colegas han analizado las estructuras internas de un meteorito marciano de 13,7 kilogramos (30 libras), conocido como Yamato 000593 (Y000593). El equipo ha informado que las diferentes estructuras y propiedades de la composición del interior del Y000593 que se acaban de descubrir también sugieren posibles procesos biológicos activos en Marte hace cientos de millones de años.
Si bien las misiones robóticas a Marte continúan arrojando luz sobre la historia del planeta, las únicas muestras de él disponibles en la Tierra son meteoritos marcianos.
Los análisis encontraron que la roca se formó hace unos 1.300 millones de años, a partir de un flujo de lava en Marte. Hace unos 12 millones de años, se produjo un impacto que expulsó el meteorito de su superficie. Éste viajó a través del espacio hasta que cayó en la Antártida, hace unos 50.000 años.
La roca fue encontrada en el glaciar Yamato en la Antártida, gracias a la Expedición Japonesa de Investigación Antártica de 2000.
Los autores del nuevo estudio han hallado dos grupos característicos de rasgos. Encontraron estructuras en forma de túnel y de microtúnel que discurren por el interior del Y000593. Los microtúneles observados muestran formas curvadas y onduladas coherentes con las texturas de bioalteración observadas en vidrios basálticos terrestres, anteriormente dadas a conocer por investigadores que estudian las interacciones de las bacterias con los materiales basálticos en la Tierra.
El segundo grupo de rasgos consiste en esférulas de tamaño nanométrico y micrométrico que se hallan encajadas entre capas dentro de la roca, y que se distinguen del carbonato y de la capa de silicato inferior. Rasgos esféricos similares fueron vistos previamente en el meteorito marciano Nakhla que cayó en 1911 en Egipto. Las mediciones de composición de las esférulas del Y000593 muestran que son significativamente ricas en carbono comparadas con las capas de iddingsita de su alrededor.
Tal como advierten los autores del nuevo estudio, no se puede excluir que las regiones ricas en carbono en ambos grupos de rasgos sean el producto de mecanismos abióticos: sin embargo, las similitudes en composición y texturas con rasgos de muestras terrestres, que han sido interpretados como biogénicos, implican la intrigante posibilidad de que los rasgos marcianos hayan sido formados por actividad biótica.

domingo, 2 de marzo de 2014

LOS MACHOS CABRÍOS ATRAEN A LAS HEMBRAS POR EL AROMA DE SU PIEL

agenciasinc.es

Cualquiera que haya pasado tiempo alrededor de cabras sabe que desprenden un olor muy característico. Un equipo de científicos japoneses, liderado por Yukari Takeuchi de la Universidad de Tokio, ha analizado el aroma de las cabras macho hasta identificar una esencia cítrica que actúa directamente sobre el cerebro de las hembras y modifica su predisposición sexual. 

La feromona del macho cabrío se sintetiza principalmente en la piel de la cabeza. / Current Biology, Murata et al.

“Este estudio es el primero en afirmar que es una feromona la que activa el eje reproductivo central. Aunque el trabajo se llevó a cabo en cabras, este hallazgo puede explicar qué ocurre con otras especies de ganado, y tal vez, incluso en seres humanos”, apunta la investigación.
Estudios previos habían demostrado que es el pelo de las cabras macho, y no la orina, la que provoca lo que han denominado como “efecto macho”, pero se desconocía el precursor de la feromona implicado –que es el que provoca, a largo plazo, los hechos fisiológicos necesarios para la ovulación y la reproducción–.
Los investigadores decidieron centrarse en los componentes del aroma masculino y descubrieron que la feromona del macho cabrío se sintetiza principalmente en la piel de la cabeza. Para recoger el aroma del animal les colocaron una gorra a medida.
Después de recoger los compuestos volátiles durante una semana en machos fértiles y castrados, los analizaron químicamente e identificaron una nueva sustancia química desconocida hasta el momento en el medio natural, el 4 ethyloctanal. “Esta fue nuestra primera sorpresa", declara Takeuchi.
Los investigadores fueron capaces de mostrar los efectos de este componente con un método electrofisiológico que desarrollaron para monitorear en tiempo real los cerebros de las cabras hembras.
Takeuchi concluye: "Nos sentimos tentados a especular que se trata de una estrategia reproductiva inteligente del macho cabrío para alterar el comportamiento sexual de la hembra para aparearse".

Referencia bibligráfica:

Murata et al. "Identification of an Olfactory Signal Molecule that Activates the Central Regulator of Reproduction in Goats". Current Biology, 27 de febrero de 2014.
http://dx.doi.org/10.1016/j.cub.2014.01.073.