sábado, 30 de junio de 2012

EL MAPA DE LA VIDA, EN INTERNET

noticiasdelaciencia.com

Un equipo de investigación ha desarrollado la primera versión de demostración pública de su "Mapa de la Vida", una ambiciosa iniciativa en forma de web, diseñada para mostrar la distribución de todos los animales y vegetales que viven en nuestro planeta.




La versión de demostración permite a cualquiera con una conexión a internet recorrer el mapa de la distribución global conocida de casi 25.000 especies de animales terrestres vertebrados, entre los que se incluyen peces de agua dulce de América del Norte, mamíferos, aves, anfibios y reptiles. La base de datos, que sigue creciendo, ya contiene cientos de millones de registros sobre la abundancia y distribución de la flora y la fauna del planeta.
El jefe del proyecto es Walter Jetz, profesor de biología evolutiva y ecología en la Universidad de Yale en New Haven, Connecticut, Estados Unidos. También cabe destacar, entre otros, a Robert Guralnick del departamento de biología evolutiva y ecología en la Universidad de Colorado en Boulder, y Jana McPherson de la Sociedad Zoológica de Calgary en Canadá.
Los científicos del proyecto están procesando 200 años de datos de diferentes tipos, procedentes de diversas fuentes y que documentan la ubicación de especies de todo el mundo, a fin de organizar la información de un modo que mejorará muchísimo el conocimiento sobre la biodiversidad.
Esa información podría ser usada por cualquier organización que necesite tomar decisiones bien informadas respecto a gestión de tierras, salud animal y vegetal, conservación de especies y efectos potenciales del cambio climático.
La versión inicial de esta herramienta está diseñada para que llegue al público en general. Ésta permite que los usuarios vean varios niveles de detalle para una especie determinada, como por ejemplo el tipo de entorno en el que vive y los lugares específicos en los que ha sido documentada la presencia de la especie.
El objetivo final es incluir a cientos de miles de especies animales y vegetales.
Al poner de relieve la abundancia y distribución conocidas de las especies, los investigadores esperan poder identificar y corregir lagunas de conocimiento, y también ofrecer una herramienta para detectar cambios que se produzcan con el paso del tiempo. Ellos esperan que este mapa sea útil para científicos profesionales, responsables de la gestión de espacios naturales y otros grandes terrenos, organizaciones ecologistas y el público en general.

La versión de demostración pública de este Mapa de la Vida es accesible aquí:

http://www.mappinglife.org/

viernes, 29 de junio de 2012

LA PARTICIPACIÓN DE TODAS LAS ESPECIES DE UN ECOSISTEMA ES ESENCIAL PARA SU RECUPERACIÓN

agenciasinc.es

Investigaciones realizadas en Asturias concluyen que la diversidad de aves es más importante que su cantidad para la conservación de ecosistemas forestales. Además, han observado episodios de comportamiento coordinado de todos los organismos implicados en la dispersión de semillas, incluidos los árboles, que se traducen en una mayor capacidad de recuperación de bosques degradados.

Algunos espinos (Crataegus monogyna) sobreviven en áreas deforestadas, actuando como legados del bosque original que atraen aves a consumir sus frutos. Imagen: Daniel Martínez.

Daniel García y Daniel Martínez, investigadores del departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo y de la Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad, han demostrado que, cuanto más variado sea el gremio de especies consumidoras de frutos, mayor es la calidad de su función en el ecosistema , en este caso la dispersión de semillas.
“Una mayor calidad de la dispersión de semillas implica que las aves las depositan más frecuentemente fuera del bosque, lo que favorece la recuperación de zonas deforestadas”, explica García. Pero además, matiza el investigador, también se ven favorecidos los servicios que el ecosistema, en este caso el bosque, presta al ser humano, porque la regeneración natural del bosque también depende de la dispersión de semillas.
El investigador resume así uno de los resultados que ha publicado recientemente la revista científica Proceedings of the Royal Society B : “Es muchísimo más útil para recuperar el ecosistema forestal tener un ensamble de aves frugívoras con cinco especies diferentes que tener la misma cantidad de aves pero de una sola especie”, destaca el investigador. Esto es así, explica, debido al comportamiento diverso de cada una de las especies, que aumentará la variedad de localizaciones donde se depositan las semillas y que, por tanto, ayudará al bosque no sólo a renovarse, sino también a colonizar nuevas áreas.

Aves prudentes, aves exploradoras

“Mientras algunas aves permanecerán dentro del bosque y desempeñarán ahí la función de regeneración o renovación del ecosistema, habrá otras con un comportamiento diferente, que vencerán el miedo a ser devoradas que les produce alejarse del refugio del bosque y se lanzarán a un claro o a un prado a comer los frutos de un árbol aislado, aun bajo el riesgo de sufrir el ataque de aves rapaces durante el trayecto”, afirma Daniel García.
Precisamente la actitud de las aves más arriesgadas llevará a zonas deforestadas las semillas de su última comida en el interior del bosque. Pero para ello, señalan los investigadores, estas aves necesitan una “tentación” que ofrezca buenos frutos: “Suele ser un árbol, habitualmente un espino, o grupo de árboles en medio de una zona deforestada”, explica Daniel García, que se refiere a estas “islas” de vegetación como “legados biológicos, una herencia o remanente del ecosistema original, que recuperan las funciones del bosque activando la memoria ecológica”.
Daniel García utiliza los conceptos de legado biológico y memoria ecológica como un ejemplo de la aplicabilidad general que tienen trabajos de este tipo: “Nos centramos en estudiar una zona que sufre una marcada deforestación resultado de la actividad humana como es Peña Mayor, en Asturias, pero en ella los procesos ecológicos se rigen por principios aplicables a muchos otros ecosistemas. De hecho, mi primer contacto con la idea de la memoria ecológica fue a través de un trabajo de otros investigadores sobre arrecifes de coral. Y, de la misma forma, las observaciones de las relaciones que se establecen entre los miembros de este ecosistema serán extrapolables a otros”.

Árboles aislados y bosque parecen confabularse

A lo largo de los 10 años de estudio de este ecosistema, los investigadores han observado un comportamiento en los árboles que se repite cada cierto tiempo. “Hay algunos años en que grupitos pequeños de árboles que quedan en zonas deforestadas son capaces de ofrecer una cosecha de frutos superior a la habitual, coincidiendo con años en que hay menor producción de frutos en el bosque”, señala Daniel García. Es entonces, explica el biólogo, cuando las aves vencen más frecuentemente el miedo a salir del bosque y dispersan más semillas procedentes de la masa forestal hacia las zonas degradadas.
Pero ¿qué mecanismos pueden estar detrás de esa suerte de coordinación entre árboles del bosque y árboles aislados? “Aún no sabemos muy bien qué hace variar la producción de cada especie, pero estos eventos de baja producción en el bosque y alta producción fuera del bosque no sólo coinciden, sino que se repiten en el tiempo, aunque no parece que sigan una periodicidad muy marcada”, destaca el investigador.
Por tanto, concluye García, la resiliencia del ecosistema forestal, es decir: su capacidad de recuperarse frente a las alteraciones, depende del comportamiento de todo el conjunto de especies implicadas en la función de dispersar las semillas del bosque. Y ello incluye el comportamiento de los árboles, a través de sus diferencias de producción, y de las aves, a través de su capacidad de rastrear frutos a escala de paisaje.
Los estudios que han llevado a los investigadores a estas conclusiones se han publicado a través de dos artículos complementarios, recogidos en las revistas Proceedings of the Royal Society B y Ecography. El trabajo publicado en esta última ha contado con la colaboración de José M. Herrera, investigador de la Universidad de Oviedo y de la UMI en Biodiversidad y de Juan M. Morales, del laboratorio Ecotono de la Universidad Nacional del Comahue en Argentina.

Preservar la danza de los ecosistemas

“Si lo que interesa es conservar un ecosistema y todos los servicios que puede prestar, es esencial que las funciones que lo mantienen se conserven también. Las especies que viven en un territorio y las relaciones entre ellas forman lo que podemos asimilar, respectivamente, al esqueleto y la musculatura de un bailarín, mientras que las funciones que realizan son la danza interpretada y el territorio es el escenario”, explica Daniel García.
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Referencias bibliográficas:

García, Daniel; Martínez, Daniel. “Species richness matters for the quality of ecosystem services: a test using seed dispersal by frugivorous birds” Proceedings of the Royal Society B .Doi: 10.1098/rspb.2012.0175

García, Daniel; Martínez, Daniel; Herrera, J. M.; Morales J. M. “Functional heterogeneity in a plant-frugivore assemblage enhances seed dispersal resilience to habitat loss” Ecography. Doi: 10.1111/j.1600-0587.2012.07519.x

LA MIGRACIÓN DE LOS ELEFANTES MARCA MEJOR LAS ESTACIONES DEL AÑO QUE EL CALENDARIO

agenciasinc.es

El comportamiento de los grandes herbívoros de la sabana africana se rige por la disponibilidad de comida, que depende a su vez de las lluvias. Un estudio, publicado en PLoS ONE, propone utilizar el movimiento de los paquidermos para determinar mejor el principio y el final de la época de precipitaciones y sequía en este ecosistema.


Elefantes en la sabana Africana. Imagen: cesargp

Hasta ahora los límites de las estaciones húmeda y seca de la sabana africana estaban marcados por un criterio arbitrario: los meses del calendario. Según una investigación llevada a cabo en el Parque Nacional Kruger (Sudáfrica) el patrón de movimiento de los elefantes podría usarse como marcador biológico de cambio de estación. Los resultados de este trabajo los publica esta semana la revista PLoS ONE.
Patricia Jane Birkett, investigadora de la Universidad de KwaZulu-Natal en Durban (Sudáfrica), y sus colegas analizaron el patrón de migración de 14 hembras de elefante (Loxodonta africana) de distintas manadas. El movimiento de los animales fue seguido a diario mediante la colocación de un collar con tecnología de GPS de 2007 a 2009.
Los investigadores descubrieron que todos los grupos de elefantes cambiaban su patrón de comportamiento en dos momentos del año muy concretos: “al final de la estación seca –justo antes del comienzo de las primeras lluvias–, y al final de la temporada húmeda –cuando el promedio de precipitación es el mayor de año–”, explica a SINC Patricia Birkett, primera autora del estudio.
De forma general, los paquidermos se desplazan más y con mayor rapidez durante la estación húmeda (en los meses de verano), y alcanzan la velocidad máxima de desplazamiento justo cuando empieza la sequía.
Durante la época seca, “el valor nutricional de la comida disminuye y esto estresa a las hembras”, apuntan los expertos. Su velocidad de desplazamiento se reduce para “conservar energía y, probablemente, para explotar áreas más pequeñas de manera más intensa”. La mínima velocidad de desplazamiento de los elefantes se da cuando vuelven las lluvias.

El importante papel del elefante en el ecosistema

“En la sabana africana los recursos como la vegetación y el agua varían en función de las lluvias y la temperatura, y los animales responden a estos cambios alterando su patrón de movimiento a lo largo del tiempo”, subrayan los investigadores. Por ello, la distribución de los animales no solo responde a las variedades del paisaje, sino también a factores climatológicos.
El equipo de Birkett escogió al elefante como modelo porque “es una especie clave en la sabana africana y su comportamiento de búsqueda de comida afecta a muchos de los procesos del ecosistema”, aclara el grupo internacional de investigación.
Según los científicos, es importante conocer los límites de las estaciones para entender muchos de los aspectos del medioambiente y el ecosistema africano.

Referencia bibliográfica:

Birkett P.J.; Vanak A.T.; Muggeo V.M.R.; Ferreira S.M.; Slotow R. “Animal Perception of Seasonal Thresholds: Changes in Elephant Movement in Relation to Rainfall Patterns” PLoS ONE 6 (7), junio de 2012. DOI: 10.1371/journal.pone.0038363

miércoles, 27 de junio de 2012

ESOS EXPRESIVOS NEANDERTALES

agenciasinc.es

Robustos, resistentes y de mediana estatura. Así definen a los Homo neanderthalensis los huesos fósiles hallados desde el siglo XIX. Pero cada vez más evidencias demuestran que los neandertales pudieron ser algo más. Por su probable comportamiento artístico y comunicativo, el apellido ‘sapiens’ que identifica a los humanos modernos podría no ser tan exclusivo como se pensaba.

Réplica de un Homo neanderthalensis. Imagen por Fuzzyraptor.

El Homo sapiens comparte con el Homo neanderthalensis entre un 1% y un 4% de su ADN. Sus destinos se cruzaron en Oriente Próximo hace unos 80.000 años, cuando los humanos modernos salieron de África. Pero sapiens y neandertales comparten más que un puñado de genes.
Según una investigación, publicada hace pocos días en la revista Science, algunas pinturas de las cuevas de Altamira, El Castillo y Tito Bustillo son 10.000 años más antiguas de lo que se pensaba, por lo que las poblaciones neandertales pudieron ser las autoras de las primeras pinturas rupestres que se dibujaron, en este caso, en la cueva de El Castillo (Cantabria) –hasta ahora atribuidas a poblaciones de sapiens–.
Las nuevas dataciones de 50 pinturas en 11 cuevas del norte de España, logradas gracias a la técnica de la serie del uranio, han demostrado, por ejemplo, que grandes puntos rojos de la cueva de El Castillo datan de hace al menos 40.800 años, lo que las convierte en las pinturas rupestres más antiguas de toda Europa.
En ese momento los humanos modernos no habían llegado aún, o iniciaban su andadura hacia Europa, donde coexistieron con los neandertales hasta que estos últimos se extinguieron hace 30.000 años.
El arte podría llevar la firma de los neandertales, nuestros parientes evolutivos más cercanos, que surgieron hace cerca de 400.000 años y se extendieron a lo largo de Europa y Asia Occidental. Pero para los científicos esta vena artística de los neandertales no es nueva.

Primeras pinturas rupestres

“Desde hace algunos años se defiende la capacidad simbólica de las poblaciones neandertales”, explica a SINC Marcos García Diez, uno de los autores del estudio publicado en Science e investigador en el Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
Las primeras imágenes de arte rupestre, “muy posiblemente” realizadas por poblaciones neandertales, corresponden al menos a puntos, discos, líneas y formas; y “no debería descartarse la atribución a esta fase de manos en negativo y algunas formas geométricas, todo ello en color rojo”, señala García Diez, quien añade que los motivos figurativos, como animales y referencias a la figura humana, no corresponderían a esa primera fase creativa gráfica.
Como demuestran los datos arqueológicos contrastados en la Península Ibérica, las primeras figuras animales y humanas no pudieron tener más de 32.000 años, por lo que, para el investigador, la recreación artística de formas tangibles y reales es una capacidad propia de las poblaciones sapiens.
En cuanto al uso de materias colorantes, sobre todo de color rojo –óxidos de hierro–, las excavaciones arqueológicas en diferentes sitios señalan que su uso no estaba vinculado a actividades de ámbito doméstico o de subsistencia, como la conservación de alimentos o el enmangado de puntas a astiles, sino a la decoración corporal, “una actividad estrechamente vinculada a la estructura social de estos grupos”, indica el doctor en Prehistoria de la UPV/EHU.
A esto se añaden las pruebas de que estas poblaciones neandertales fabricaban y usaban colgantes. “Este tipo de evidencias están relacionadas con el adorno personal, indicando de nuevo un significado social relevante”, subraya el investigador. Además, hace 60.000 años en Europa los neandertales grababan huesos y piedras con motivos muy sencillos, como líneas simples, series y aspas. Son las primeras manifestaciones del llamado ‘arte mueble’, relacionado con un concepto artístico y gráfico.

Comunicar a través del arte

Esos huesos y piedras grabadas del arte mueble son también reflejo de capacidades comunicativas gráficas, con independencia de las sonoras. “Lo artístico, lo gráfico, más allá de la sensibilidad estética, es forma, y en consecuencia, símbolo de comunicación”, sugiere García Diez.
En Europa las evidencias más antiguas de comunicación artística asociadas a grupos neandertales son de hace unos 100.000 años, y unos 40.000 años más tarde ese tipo de manifestaciones ya empezaron a ser abundantes. “Son elementos de transmisión de información basados en la percepción visual y el reflejo de un comportamiento de comunicación y de interacción social”, asegura el científico.
Según Carles Lalueza-Fox, investigador del Instituto de Biología Evolutiva (CSIC-UPF) de Barcelona, el uso del fuego también podría implicar algún tipo de comunicación, así como la industria lítica compleja que exige una planificación de la herramienta de piedra. “Pero también está el tema de la lateralidad, la evidencia de que se utilice una mano de forma preferente sobre la otra. Esto solo se encuentra en humanos y está asociado al lenguaje”, explica a SINC Lalueza-Fox.
En niños, por ejemplo, el hecho de ser diestros o zurdos surge en el aprendizaje cuando empiezan a hablar. “La lateralidad se puede rastrear en el registro fósil mediante señales de corte en los dientes, cuando los individuos sujetaban la carne con la boca y la cortaban con instrumentos líticos. Dependiendo de si eran zurdos o diestros dejaban unas líneas hacia un sentido u otro”, añade el antropólogo.

Hablar o no hablar

Pero los neandertales también compartían con los humanos modernos los mismos cambios funcionales de un gen implicado en el lenguaje. En 2007, un grupo internacional de científicos publicó en la revista Current Biology el hallazgo de FOXP2, un gen muy conservado y capaz de activar o desactivar la expresión de muchos otros genes.
“En el resto de animales, la función de este gen es de tipo cerebral. Pero en sapiens ha habido dos mutaciones funcionales que hacen que el rango de genes que regula sea diferente. Y estos son los cambios que se han descubierto también en neandertales”, informa el experto del CSIC-UPF.
En 2009, la revista Nature publicó la lista completa de unos 100 genes que FOXP2 activa o no. Como este gen está implicado en el lenguaje y en funciones cerebrales importantes, lo poseen todos los vertebrados, y en humanos tiene dos variantes únicas, los investigadores sugieren que “la capacidad del lenguaje estaría presente en al menos tres especies humanas (sapiens, neandertales y denisovanos) y obviamente en sus antepasados comunes hace entre 600.000 y 800.000 años”, subraya Lalueza-Fox.
Sin embargo, no basta con poseer este gen. Para que haya comunicación entre individuos se requiere una estructuración neurológica y cognitiva, un aparato fonador para la emisión de un rango de sonidos, un aparato auditivo que permita entenderlo y, por último, un entorno social en el que se desarrolle el lenguaje. “Aunque se tengan todas las condiciones, si no existe el entorno social integrado en el que desarrolle esta capacidad, no se hablará”, asegura el experto. Y cada vez los científicos tienen más claro que los neandertales tenían ese entorno social.

¿Capacidades cognitivas inferiores?

Desde el siglo XX, a las poblaciones neandertales se les atribuía una “inferioridad” cultural respecto a las sapiens. En la actualidad, “las capacidades vinculadas a comportamientos socialmente complejos y a la esfera ideológica están plenamente presentes y desarrollados en las poblaciones neandertales”, afirma Marcos García Diez.
Para Lalueza-Fox, “nuestra especie no es tan diferente de otras especies humanas del pasado y no parece que biológicamente sea extraordinariamente diferente”. Además, por unas cualidades cognitivas cada vez más demostradas, el tradicionalmente considerado comportamiento sapiens no parece ser exclusivo de poblaciones sapiens, sino que podría ser compartido por neandertales.
“Se ha de romper definitivamente con la consideración tradicional de que el desarrollo biológico está estrechamente vinculado a un desarrollo cultural concreto y específico. Las capacidades operativas y cognitivas de poblaciones neandertales y sapiens presentaron vínculos de desarrollo muy estrechos”, concluye García Diez.
Al extinguirse, los Homo neanderthalensis dejaron un legado genético, cultural y social que no siempre es reconocido, pero que posiblemente contribuyó en parte a convertirnos en lo que somos hoy nosotros.

NUEVOS INDICIOS DE QUE LOS DINOSAURIOS ERAN REPTILES DE ‘SANGRE CALIENTE’

agenciasinc.es

Aunque los huesos de los dinosaurios tengan líneas de paro de crecimiento propias de los animales de sangre fría, investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont concluyen que pudieron ser de sangre caliente por el estudio óseo de un centenar de mamíferos rumiantes actuales.


Reconstrucción de un dinosaurio del Prepirineo catalán, hace unos 70 millones de años. Imagen: Oscar Sanisidro (ICP)

Después de 40 años de discusión paleontológica, Nature ha publicado un trabajo que concluye que los dinosaurios tenían la sangre caliente. “Al ser reptiles siempre se había pensado que eran animales de sangre fría”, dice a SINC Meike Köler, investigadora del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) y primera autora del estudio.
Hace un año, un equipo de científicos del Instituto Tecnológico de California publicó en Science que los saurópodos tenían una temperatura corporal de entre 36 ºC y 38 ºC a partir del estudio del esmalte de los dientes fosilizados. Sin embargo, los científicos no podían concluir si estos dinosaurios de grandes dimensiones compartían mecanismos de regulación interna con los mamíferos, o por el contrario, necesitaban condicionantes externos para regular su temperatura, como los reptiles modernos.
En los animales conocidos como ‘de sangre fría’, o ectotérmicos, la temperatura de su organismo depende de la ambiental. Durante las estaciones frías y secas, su ritmo metabólico se ralentiza para aprovechar las fuentes de calor externas. En los períodos favorables, “no tienen un mecanismo interno que les permita acelerar el crecimiento”, explica Köler. Por eso, el tamaño de algunas especies de dinosaurios ha hecho dudar a los científicos de que estos animales, considerados ‘de sangre fría’, pudieran crecer tanto y tan rápido. Ahora, los científicos del ICP han descartado la hipótesis sobre la cual se sustentaba la ectotermia de los dinosaurios.

‘Líneas de paro del crecimiento’

El trabajo infiere el metabolismo de los dinosaurios a partir del análisis de 115 fémures derechos de especies de mamíferos rumiantes actuales. Hasta ahora, se pensaba que las llamadas ‘líneas de paro del crecimiento’ (LAGs) en los huesos eran exclusivas de los animales de sangre fría. En cambio, los resultados muestran estas huellas en los animales analizados.
“Nadie había estudiado los huesos de los mamíferos a fondo, no existe ningún estudio consistente y exhaustivo sobre este tema”, destaca a SINC Köler.
El tejido óseo de los dinosaurios siempre había sido una contradicción. Sus huesos presentaban LAGs pero aun así existieron especies de grandes dimensiones, como un diplodocus. Otros animales de sangre fría con estas marcas, como los cocodrilos, crecen muy lentamente durante los meses más favorables a su organismo. “Un cocodrilo necesitaría un siglo para medir cuatro metros porque su capacidad de crecimiento es treinta veces menor que la de un animal de sangre caliente”, dice Köler.
La investigadora describe las marcas en los huesos de los dinosaurios como líneas de paro del crecimiento muy delgadas y oscuras, que siempre se alternan con otros anillos más anchos y ligeros por la perforación de la vascularización –por donde circulaba su sangre–. Las marcas más holgadas del hueso indican la capacidad de su metabolismo para crecer rápidamente, de donde los científicos deducen que tenían una alta tasa metabólica, propia de los animales de sangre caliente.
El comunicado del ICP señala que el hallazgo se hizo por casualidad: “No diseñamos un estudio para encontrar la respuesta a la termofisiología de los dinosaurios, solo pretendíamos conocer mejor la fisiología de los mamíferos actuales y queríamos entender cómo les afecta el ambiente”, confiesa Köhler.

Referencia bibliográfica:

Köler, M.; Marin, N.; Jordana, X.; Aanes, R. “Seasonal bone growth and physiology in endoterms shed light on dinosaur physiology”. Nature 7404 (486): 1-4, 28 de junio de 2012. DOI:10.1038/nature11177

LA IMPORTANCIA DE LAS ALGAS MARINAS PARA MANTENER FUERA DE LA ATMÓSFERA AL CARBONO

noticiasdelaciencia.com

Las algas marinas son una parte vital de los recursos naturales aún disponibles para combatir al cambio climático, y, por unidad de área, los prados de algas marinas pueden almacenar hasta el doble de carbono que los bosques templados y tropicales.


Lecho de algas marinas. (Foto: Florida Coastal Everglades LTER Site)

Así se ha comprobado en una reciente investigación internacional, que constituye el primer análisis global de carbono capturado por las algas marinas.
Los resultados de esta investigación demuestran que los lechos costeros de algas marinas almacenan hasta 83.000 toneladas de carbono por kilómetro cuadrado, principalmente en el subsuelo marino.
A modo de comparación, un bosque terrestre típico almacena aproximadamente 30.000 toneladas por kilómetro cuadrado, y la mayor parte del carbono está en la madera.
El equipo de James Fourqurean, de la Universidad Internacional de Florida, también estima que, aunque los prados de algas marinas ocupan menos del 0,2 por ciento del fondo marino del mundo, son responsables de más del 10 por ciento de todo el carbono sepultado anualmente en el mar.
Las algas marinas sólo constituyen un pequeño porcentaje del área costera global, pero la nueva investigación demuestra que son un ecosistema muy dinámico para la transformación del carbono.
Las algas marinas tienen la singular habilidad de continuar guardando carbono en sus raíces y en el subsuelo de los fondos marinos costeros. Fourqurean y sus colaboradores encontraron lugares donde los lechos de algas marinas han estado almacenando carbono durante miles de años.
En la investigación han trabajado especialistas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, el Instituto del Océano de la Universidad de Australia Occidental, la Universidad de Bangor en el Reino Unido, la Universidad del Sur de Dinamarca, el Centro Helénico de Investigación Marina en Grecia, la Universidad de Aarhus en Dinamarca, y la Universidad de Virginia en Estados Unidos.

sábado, 23 de junio de 2012

AÚN ES POSIBLE DESCUBRIR 10 MILLONES DE ESPECIES EN MENOS DE 50 AÑOS

agenciasinc.es

Describir 10 millones de especies en menos de 50 años es todavía factible. Esta ha sido la conclusión de un estudio internacional, con participación del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), que se ha basado en la solidez de 250 años de progreso científico, en excepcionales colecciones a lo largo del mundo, en reconocidos especialistas, y en la innovación tecnológica para llegar a estos resultados. Pero se necesitan 2.000 taxónomos para cartografiar la biodiversidad del planeta.

Los taxónomos proponen crear un catálogo con todos los nombres de las especies descritas hasta la fecha. Imagen: MNCN.

Cada año se descubren 18.000 nuevas plantas y animales. Hasta la fecha se han descrito cerca de 2 millones de especies, pero las estimaciones más fiables incrementan el número total de especies hasta 10 o 12 millones. Sin embargo, y por primera vez en la historia de la humanidad, la tasa de extinción de las especies puede superar a la de su descubrimiento.
En noviembre 2010, científicos de todo el mundo se reunieron en el Jardín Botánico de Nueva York (EE UU) en el seminario ¿Qué sostener? Misión para explorar las especies de la tierra y conservar la biodiversidad para responder a la pregunta de si es posible aún descubrir, describir y cartografiar las especies que constituyen la biosfera.
La respuesta unánime fue que sí. Los especialistas allí reunidos, entre los que se encontraban investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), formularon unas recomendaciones que se han publicado ahora en la revista Systematics and Biodiversity.
"Existe muy poca gente que sea consciente de lo poco que conocemos sobre la vida en la Tierra. Cartografiar la biosfera es tremendamente complejo, pero los beneficios para la sociedad serían profundos, inmediatos y duraderos; desde la detección temprana de la respuesta de la flora y la fauna al cambio climático, hasta el acceso abierto a diseños evolutivos que podrían solucionar innumerables problemas prácticos", señala Antonio G. Valdecasas, uno de los autores del estudio e investigador del MNCN-CSIC.

Cien especies al año por taxónomo

Para lograr los objetivos en el plazo de 50 años se necesitarían al menos 2.000 taxónomos y la colaboración de otros expertos profesionales y aficionados. Para alcanzar los 10 millones de especies descritas, la tasa de descripción de especies debería aumentar hasta 200.000 especies al año, lo que equivaldría a la descripción de 100 especies al año por taxónomo.
SIn embargo, uno de los principales obstáculos para un progreso rápido en la exploración de la biodiversidad es el cuello de botella del proceso. Los miles de museos, jardines botánicos y universidades que existen en todo el mundo, albergan en torno a 3.000 millones de especímenes de un total de dos millones de especies. Por ello, a partir de ahora "los ejemplares que se añadan a las colecciones tienen que servir para avanzar y no para acumular trabajo atrasado", indican los científicos en el estudio.
Entre las acciones prioritarias destaca la necesidad de crear un catálogo con todos los nombres de las especies descritas hasta la fecha. Este registro nomenclatural facilitaría notablemente el trabajo de los taxónomos. Para los hongos está prevista su puesta en marcha a partir del 1 de enero de 2013.
Para los taxónomos, también es necesaria una estrategia global para priorizar determinadas campañas y hacer un seguimiento del progreso del proyecto. "De este modo se puede evitar el avance desigual en el conocimiento de los principales taxones, tal y como ha ocurrido hasta ahora", recalcan.

Las ventajas de descubrir especies

Un mayor conocimiento de las especies es importante para entender mejor cómo funcionan los ecosistemas, ya que los sistemas diversos son más resilientes frente a cambios imprevistos que los sistemas con menor diversidad. Igualmente, integrar y sintetizar todas las evidencias sobre la historia evolutiva contribuirá a responder a las cuestiones fundamentales sobre la diversidad biológica.
Además, según los taxónomos hay que considerar que la prosperidad económica y el bienestar humano dependen de decenas de miles de especies, por lo que conforme se descubran nuevas especies, podremos disponer de más productos, materiales y modelos. Finalmente, hay que recordar que los seres humanos tienen una curiosidad innata sobre la diversidad de la vida y su lugar en el planeta.
"Nadie duda de la complejidad del empeño que requiere la colaboración de una pléyade de especialistas en ámbitos muy diferentes: biólogos, ingenieros, sociólogos, gestores, etc", señalan los autores. Pero es una tarea intrínsecamente ligada a la biología, y más concretamente a la taxonomía: la ciencia especializada en descubrir, caracterizar y nombrar a las especies.
Según los científicos, la taxonomía debe madurar y dejar de ser una industria artesanal y convertirse en una ciencia moderna, altamente eficiente y con una tasa de transferencia de la información muy elevada.
Esto requiere un cambio cultural para que esta disciplina sea reforzada en las carreras de biología y que se modifiquen los incentivos al trabajo taxonómico. Los investigadores proponen por ejemplo establecer un "índice de impacto nomenclatural". "Hay que buscar vías que pongan en valor la contribución imprescindible de los taxónomos al conocimiento de la biodiversidad", concluyen.

Referencia bibliográfica:

Wheeler, Q. D. et al. (2012). "Mapping the biosphere: exploring species to understand the origin, organization and sustainability of biodiversity". Systematics and Biodiversity, 10(1): 1-20.

LA BIÓSFERA AVANZA HACIA UN CAMBIO IRREVERSIBLE

ecoticias.com

La prestigiosa revista Nature publicó con el título Approaching a state shift in Earth’s Biosphere un estudio que establece que es muy probable que dentro de las próximas generaciones ocurra una reducción en la biodiversidad y cambios en el funcionamiento de los ecosistemas a nivel de la biosfera, a una velocidad y magnitud que excede la última gran transición planetaria (cuando pasamos de un planeta cubierto en un 30% por hielo a uno sin él). Lo anterior provocará impactos severos en aquellos servicios ecosistémicos de los que dependemos para mantener nuestra calidad de vida, como la pesca, la agricultura, los productos forestales y el agua limpia.




El trabajo, de 22 científicos de renombre internacional, entre los cuales destaca el académico UC Pablo Marquet, del laboratorio internacional LINCGlobal (iniciativa conjunta de la UC y el CSIC de España) -único latinoamericano en participar en el estudio-describe una necesidad urgente de mejorar los modelos de predicción sobre la base de una comprensión detallada de cómo la biosfera ha reaccionado frente a cambios abruptos en el clima, en el pasado distante.
“Esta publicación, se basa en las presentaciones realizadas por este grupo de investigadores en el marco de un taller internacional organizado por la Universidad de California Berkeley, con motivo del lanzamiento de la Berkeley Initiative in Global Change Biology (BIGCB), a la cual fui invitado a asistir. Mi rol particular fue contribuir con evidencia respecto de que existe un ‘juego de suma cero’, respecto de la energía disponible; si como especie usamos más energía, las otras necesariamente tendrán menos disponible y eventualmente podrían desaparecer, lo que nos afectará negativamente. Así, el problema somos nosotros y la solución pasa por entendernos como una especie más sobre el planeta”, explica el profesor de la Facultad de Ciencias Biológicas UC. Lo anterior se debe a que la raíz del problema sería el crecimiento de la población humana y la cantidad de recursos que cada uno de nosotros utiliza.
Los autores señalan que los estudios muestran que una vez que entre el 50 y el 90 por ciento de un área ha sido alterada, el ecosistema se encuentra irreversiblemente en un estado muy diferente del original en términos de la mezcla de especies vegetales, animales y sus interacciones. Esto es típicamente acompañado por la extinción de especies y la pérdida de la biodiversidad. Además, Las estimaciones actuales señalan que aproximadamente un 43% de la superficie del planeta ya han sido transformadas en terrenos agrícolas o urbanos.
"Uno de los objetivos clave es entender cómo las plantas y los animales respondieron a cambios importantes en la atmósfera, los océanos y el clima en el pasado, para que los científicos puedan mejorar sus previsiones y los políticos puedan tomar medidas responsables y necesarias para mitigar o adaptarse bien a cambios inevitables", señala Anthony Barnosky, autor principal del artículo y profesor de biología integrativa en la Universidad de California, Berkeley.
De esta forma, Marquet señala que la principal contribución de este artículo es que podamos anticiparnos y revisar lo que está pasando, mitigar los efectos potenciales y prepararnos para no tener que tomar decisiones en un contexto de crisis.
Esta publicación, en el que los científicos comparan el impacto biológico de incidencias pasadas de cambio global con procesos en marcha hoy, aparece en un número dedicado al medio ambiente antes del 20 de junio, fecha en la cual las Naciones Unidas se reunirán durante la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, Brasil, Río +20.

jueves, 21 de junio de 2012

LOS ECOSISTEMAS ACUÁTICOS PRODUCIRÁN MÁS CO2 QUE LOS TERRESTRES POR EL AUMENTO DE LAS TEMPERATURAS

agenciasinc.es

Según un estudio internacional, con participación española y que publica la revista Nature esta semana, el CO2 producido por los ecosistemas acuáticos será en ocasiones el doble del generado por los terrestres. Una compilación global de datos y una teoría matemática han permitido calcular el incremento de la respiración de estos entornos ante el cambio de temperaturas.


A largo plazo, los ecosistemas acuáticos emitirán a la atmósfera mayor cantidad de CO2. Imagen: IEO.

La explicación de este fenómeno se encuentra en el flujo extra de carbono que llega a los ecosistemas acuáticos procedente de los terrestres, a través de la escorrentía tras las lluvias, lo que les permite quemar más carbono del que producen mediante la respiración.
“La respiración es un componente fundamental del ciclo del carbono y regula la concentración de CO2 en la atmósfera y, de este modo, el clima. Pero es sensible al aumento de la temperatura: cuanto más calor haga, mayor será el metabolismo, aumentará la respiración y la producción de CO2”, explica José María Montoya, uno de los autores del estudio e investigador en el Instituto de Ciencias del Mar (CSIC).
El cálculo de este aumento de las emisiones dióxido de carbono se ha realizado a través de un análisis de datos de tasas de respiración y una teoría matemática, creada en este trabajo, que combina los datos sobre la respiración de los organismos de diferentes ecosistemas con sus reacciones al aumento de las temperaturas.

Respiración ecosistémica

El trabajo, que se publica en Nature, permitió analizar los datos existentes sobre respiración ecosistémica (el conjunto de todas las respiraciones individuales de los organismos en un ecosistema) en diferentes tipos de hábitats, como bosques, suelos, ríos, lagos, estuarios y mares, y estimó qué ecosistemas respirarán más debido a un aumento de las temperaturas.
Ese cálculo se realizó teniendo en cuenta la energía de activación, que mide la sensibilidad de la producción de CO2 ante un cambio de temperatura.
“A corto plazo, hablamos de días y semanas, todos los ecosistemas se comportan igual: el mismo aumento de temperatura provoca el mismo aumento de CO2. Lo sorprendente es lo que ocurre a largo plazo. Durante un año, por ejemplo, la energía de activación de la respiración en los ecosistemas acuáticos puede llegar a ser el doble que la observada en los terrestres, lo que significa que producirán hasta el doble de CO2 en algunos casos”, indica Montoya.

Flujo de carbono

En los ecosistemas “cerrados”, que no cuentan con un aporte extra de carbono desde otro hábitat, los organismos no pueden respirar más carbono del que fijan de la atmósfera, producto de la fotosíntesis. Es el caso de los ecosistemas terrestres.
Por el contrario, los ecosistemas acuáticos reciben flujos de carbono fijado en los bosques y en los suelos, así como nutrientes lavados por las lluvias que van a parar a ríos, lagos, estuarios y el mar. Esto hace que no se vean limitados por la fotosíntesis y puedan quemar más de lo que producen.
“Esto lo observamos en prácticamente todos los sistemas acuáticos analizados, donde la energía de activación de la respiración es mayor que en los terrestres”, apunta el investigador. A largo plazo, los ecosistemas acuáticos emitirán a la atmósfera mayor cantidad de CO2, por lo que “es muy probable que aumenten aún más el efecto invernadero y el calentamiento climático asociado”, añade.
Las consecuencias a escala global requieren una modelización más detallada, pero el mecanismo y diferencias descubiertas en este trabajo son “un paso fundamental”, concluye el experto.

Referencia bibliográfica:

Gabriel Yvon‐Durocher, Jane M. Caffrey, Alessandro Cescatti, Matteo Dossena, Paul del Giorgio, Josep M. Gasol, José M. Montoya, Jukka Pumpanen, Peter A. Staehr, Mark Trimmer, Guy Woodward, Andrew P. Allen. “Reconciling the temperature dependence of respiration across timescales and ecosystem types”. Nature. DOI: 10.1038/nature11205

domingo, 17 de junio de 2012

LOS SALTAMONTES “MUERTOS DE MIEDO” ALTERAN EL ECOSISTEMA

agenciasinc.es

La sensación de riesgo de las presas influye en la descomposición de sus cuerpos cuando fallecen. Un equipo internacional de científicos demuestra que el papel que desempeña el predador modifica los procesos de regeneración del suelo de la misma forma que lo hacen los materiales derivados de las plantas.


Un saltamontes escondiéndose detrás de unas cañas. Imagen: Dror Hawlena.

Los saltamontes (Melanoplus femurrubrum) tienen muchos enemigos en los prados de América del Norte: pájaros insectívoros, mantis religiosas y arañas. La percepción del peligro somete su organismo a cambios metabólicos y químicos que alterarían los procesos del ecosistema, según los resultados publicados en Science por un equipo de científicos estadounidenses y un israelí.
De forma general “el hallazgo permite predecir cómo los diferentes cambios de entorno alteran la fisiología de los animales y, por consiguiente pueden afectar al funcionamiento del ecosistema”, dice a SINC Dror Hawlena, científico de la Universidad de Yale (EE UU) y de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel), y primer autor del estudio.
Las conclusiones contradicen la visión de que los materiales derivados de las plantas son el elemento más importante en la regulación de los procesos cíclicos de los nutrientes del suelo y, por lo tanto, en los procesos del ecosistema.
Según este trabajo, las alteraciones en los cambios fisiológicos de los saltamontes estresados modifica el proceso de descomposición de sus organismos una vez muertos.
El apetito de los microbios disminuye y, en consecuencia, “se ralentiza el proceso de convertir el carbono orgánico de los azúcares y proteínas del organismo fallecido a carbono inorgánico o minerales de los que se alimentan las plantas”, explica Hawlena.
El nuevo modelo teórico analiza la respuesta de estrés de la presa al riesgo de depredación en la cadena alimentaria y los procesos biológicos, geológicos y químicos del ecosistema.

Arañas ‘inofensivas’ asustan a los saltamontes

Para probarlo empíricamente, los investigadores reprodujeron el ecosistema natural de los saltamontes en cajas. Los científicos pegaron partes de la boca de las arañas, bajo un microscopio de disección, para evitar que se comieran a sus presas y conseguir el efecto de la percepción del riesgo.
Cuando los saltamontes fallecieron, los expertos los dejaron en descomposición durante 40 días antes de añadir material vegetal muerto. Gracias a una técnica láser de alta sensibilidad, midieron una parte fundamental del proceso de descomposición en el que intervienen las bacterias y así vieron cómo disminuyó el ritmo.
En estudios anteriores, Dror Hawlena ya había demostrado las consecuencias de la presión de depredación en el ecosistema. Uno de ellos, firmado junto con el español Valentín Pérez-Mellado de la Universidad de Salamanca, concluyó que una especie de lagartija (Acanthodactylus beershebensis) del desierto de Negev, en Oriente Próximo, cambiaba su dieta para evitar a los predadores. 

Referencia bibliográfica:

Hawlena, D.; Strickland, M.S.; Bradford, M.A.; Schmitz, O.J. “Fear of predation slows plant-litter decomposition”. Science (336): 1434-1438, 15 de junio de 2012. 

viernes, 15 de junio de 2012

SE PUBLICA EL PRIMER MAPA DE LOS MICROBIOS QUE HABITAN EL CUERPO SANO

agenciasinc.es

Esta semana, las revistas científicas Nature y PLoS publican un total de 16 artículos en los que se anuncian nuevos resultados del Proyecto Microbioma Humano: el mapa de la diversidad microbiana de 18 partes del organismo sano, que incluye más de 10.000 especies. El estudio de los microorganismos que habitan en nuestro interior está cambiando el concepto médico y biológico del cuerpo humano y de la enfermedad.


Escherichia coli, bacteria que se encuentra en el intestino de muchos animales. Imagen: Wikipedia

“Nuestra vida y nuestra individualidad se la debemos a los microbios que viven en nosotros y este descubrimiento cambiará radicalmente la práctica de la medicina”, expone David A. Relman, de la Universidad de Stanford, en un editorial de la revista Nature. Esta semana, dos de las principales publicaciones científicas, Nature y PLoS, dedican buena parte de sus páginas a los microorganismos que nos habitan. La razón es que se han obtenido nuevos resultados del Proyecto Microbioma Humano.
Por primera vez, después de cinco años de investigación, el consorcio científico ha mapeado comunidades completas de microbios que habitan varias partes del organismo sano. Según los cálculos de los investigadores, se han identificado más de 10.000 especies, entre el 81% y el 99% de todos los géneros de microorganismos en adultos sanos.
Las primeros indicios de la microbiota que vivía en el cuerpo humano se publicaron hace unos 300 años, poco después de la invención del microscopio. Hoy en día, gracias a la mejora de las técnicas de secuenciación de ADN el objetivo es descifrar el ‘segundo genoma humano’ el del microbioma. 
El proyecto Genoma Humano secuenció en el año 2000 la información genética contenida en el 10% de las células que forman nuestro cuerpo. El 90% restante no son células propias sino millones de microorganismos que reciben el nombre de microbioma. 
A finales de 2007 el Instituto de Nacional de Salud de los Estados Unidos (NIH) se embarcó en el Proyecto Microbioma Humano (HMP) y en 2008 la Comisión Europea y China crearon su homólogo, MetaHIT (Metagenomics of the human intestinal tract).
Con los primeros resultados de la iniciativa HMP, se publican dos artículos en Nature y en varias revistas de PLoS, 14 trabajos. Los datos obtenidos son de libre acceso para los investigadores de todo el mundo y para Relman representan “una lección de humildad”.

Cada lugar del cuerpo tiene su propia ‘firma’ de microorganismos

La materia prima de los investigadores ha sido el material genético de 11.174 muestras de microorganismos obtenidos de 242 individuos sanos estadounidenses de 18 a 40 años (129 hombres y 113 mujeres) de varias partes de su cuerpo –15 en hombres y 18 en las mujeres–, durante 22 meses. 
Los dos estudios publicados en Nature han sido liderados por Curtis Huttenhower, del Instituto de Salud Pública de Boston y del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y Bárbara A. Methé, del Instituto Craig Venter (EE UU). Estos trabajos han identificado la mayoría de microbios y genes presentes en los 242 individuos.
Huttenhower y sus colegas han descubierto que cada lugar del cuerpo humano tiene su propia ‘firma’ de microorganismos y que la diversidad taxonómica y genética es mayor en las muestras de dientes y heces, intermedia en piel y en la superficie interna de la mejilla, y baja en las muestras vaginales.
El equipo de Methé ha comprobado que el proyecto HMP y MetaHIT han identificado muchas especies distintas de microorganismos. Este resultado pone en duda si la muestra de personas incluida en ambas iniciativas es suficientemente representativa. En ambos estudios se han incluido individuos sanos de países económicamente desarrollados.
“Hemos de reconsiderar el concepto de ‘sano’ –opina Relman–. En estos estudios se ha excluido toda enfermedad intestinal, pero en países en vías de desarrollo esta patología es prácticamente ‘normal”. Además, la prevalencia de sobrepeso y obesidad aumenta progresivamente en los países enriquecidos.
“¿Qué factores hacen que el microbioma cambie entre personas o a lo largo del tiempo?. ¿Cómo responden los microorganismos a las alteraciones del cuerpo humano? ¿Podemos predecir y restaurar las poblaciones de microbios?”, estas son solo algunas de las preguntas que lanza Relman a la luz de los nuevos datos. “Estos estudios son solo el principio”, concluye el experto.

Referencias bibliográficas

The Human Microbiome Project Consortium. “Structure, function and diversity of the healthy human microbiome” Nature 486: 208-214. Junio de 2012. DOI: 10.1038/nature11234

The Human Microbiome Project Consortium. “A framework for human microbiome Research” Nature 486: 216-221. Junio de 2012. DOI: 10.1038/nature11209

Relman D.A. “Learning about who we are”. Nature 486: 194-195. Junio de 2012

martes, 12 de junio de 2012

MÁS LOGROS DEL CHIMPANCÉ QUE IDEA TÁCTICAS DE COMBATE HUMANAS

noticiasdelaciencia.com

Es inevitable pensar en las películas de la saga de "El Planeta de los Simios" cuando se analiza el extraño caso de un chimpancé que desde 2009 tiene desconcertados a los científicos debido a su capacidad de trazar planes con premeditación e ingenio, encaminados a atacar a los humanos. Las capacidades intelectuales mostradas por este simio se consideraban, hasta ahora, exclusivas de la especie humana.


El chimpancé Santino. Se diría que en su mirada se percibe la chispa de su inteligencia superior. (Foto: Mathias Osvath / Universidad de Lund)

El chimpancé Santino alcanzó fama internacional en 2009 por su hábito de recolectar piedras y otros materiales para improvisar con ellos proyectiles a arrojar por sorpresa contra algunos visitantes del zoológico sueco en el que vive. Su conducta fue descrita como ejemplo de planificación espontánea de un evento futuro, siendo su estado psicológico al planificar la acción claramente muy distinto al de sus demostraciones de agresividad posteriores. Dicho de otro modo, Santino planeaba sus ataques a sangre fría, como un estratega preparando su entorno ante la posible llegada futura de un enemigo.
Un nuevo estudio muestra que la creatividad de Santino cuando planea sus ataques con piedras es superior a la que habían observado los investigadores inicialmente. No sólo recolecta piedras y prepara proyectiles con mucha antelación a su uso, sino que también encuentra nuevas formas de engañar a los visitantes.
El nuevo estudio, realizado por el equipo de Mathias Osvath y Elin Karvonen, de la Universidad de Lund en Suecia, analizó la capacidad del chimpancé para trazar y llevar a cabo planes complejos.
La conducta del chimpancé Santino es de particular interés porque se manifiesta cuando éste aún no ha avistado a las personas a las que pretende engañar. Esto significa que Santino puede trazar planes sin tener una realimentación inmediata de percepción de su objetivo (los visitantes del zoo) que le ayude en su reto de intentar adelantarse a los acontecimientos futuros.
En este nuevo estudio, se ha profundizado en la insólita conducta de este chimpancé que usa tácticas humanas de ataque, y se ha comprobado que además ha aprendido a esconder sus armas, tanto en sitios ya existentes (por ejemplo cavidades en troncos) como en escondrijos preparados por él con esa finalidad (por ejemplo bajo puñados de heno colocados por él), en ambos casos ubicados cerca del área de los visitantes. La estrategia le permite a Santino reaccionar de forma rápida y contundente ante las personas que por algún motivo cree que se merecen una pedrada, sin darles tiempo a apartarse.
La primera vez que Santino recurrió a tapar con paja un objeto utilizable como proyectil fue después de varias ocasiones en las que el guía del zoo hizo retroceder a la gente al intentar el chimpancé lanzar sus proyectiles desde posiciones menos ventajosas. Todas estas operaciones de emplazamiento de proyectiles en sitios estratégicos y su ocultación las realizaba cuando no había visitantes a la vista, y usaba los proyectiles escondidos cuando regresaban los visitantes. Para ocultar los proyectiles con heno, el chimpancé lo traía desde el recinto interior.
Durante la temporada en que el equipo de investigación espió la conducta de Santino, se observó que esconder proyectiles en puntos estratégicos se convirtió en la táctica preferida del chimpancé. Santino incluso combinaba habitualmente dos estrategias de engaño: esconder los proyectiles e inhibir las demostraciones de enfado que normalmente precederían a sus ataques. Dicho de otro modo, ocultaba deliberadamente su enojo para que nadie sospechase lo que estaba a punto de hacer.
La llamativa conducta de este simio sugiere la existencia de una capacidad de planificación flexible que, en los seres humanos, se basa en la recombinación creativa de recuerdos, representada mentalmente en un escenario futuro asociado al "qué pasaría si".
Si Santino actúa movido por un odio firme, o en su conducta hay algo de gamberrismo, no está claro. Lo cierto es que, por lo demás, no destaca como individuo agresivo, ya que incluso juega con una cría de chimpancé a la que parece tenerle mucho afecto.
Tal vez Santino hace tan sólo lo que muchos humanos haríamos en su situación: Ser afectuoso con los nuestros, pero desconfiado y hostil con los desconocidos.

ASÍ SON LOS HÁBITATS MÁS AMENAZADOS Y DESCONOCIDOS DE LOS MARES ESPAÑOLES

agenciasinc.es

El proyecto LIFE+ INDEMARES ha permitido filmar por primera vez algunos de los ecosistemas más singulares y desconocidos de las aguas españolas. Con motivo del Día Mundial de los Océanos, el Instituto Español de Oceanografía (IEO) muestra las imágenes de las últimas campañas realizadas en los volcanes de fango del golfo de Cádiz y el conjunto de cañones de Avilés.


Hábitats amenazados estudiados por el IEO

Tras años de investigaciones, el robot submarino Liropus 2000 del Instituto Español de Oceanografía (IEO) ha permitido observar de manera directa las comunidades asociadas a las emanaciones de metano de los volcanes de fango en el golfo de Cádiz, y los arrecifes de corales de aguas frías del cañón de Avilés, que se encuentran entre 400 y más de 1.000 metros bajo el agua.
En el marco del proyecto LIFE + INDEMARES y a bordo del buque oceanográfico Ramón Margalef, investigadores del Centro Oceanográfico de Málaga del IEO constataron en el golfo de Cádiz la presencia de un elevado número de focos de emisión de fluidos, superior al que se había registrado hasta ahora. Además, encontraron cerca de 1.000 especies, algunas nuevas para la ciencia.
Este ecosistema en los volcanes de fango es posible gracias a unas bacterias que convierten el gas metano en piedra (carbonato cálcico). Para los científicos, lo que era un fondo fangoso con una diversidad escasa se transforma en un sustrato rocoso donde crecen corales, gorgonias, y esponjas, entre otros organismos.
En el Cantábrico, el robot submarino Liropus 2000 filmó por primera vez los ecosistemas más inaccesibles del conjunto de cañones de Avilés. Entre ellos, el arrecife de coral del cañón de La Gaviera, situado a más de 800 metros de profundidad.
Durante la campaña, se recuperó también una plataforma científica que se fondeó en el cañón durante un año para estudiar los procesos físicos que permiten el asentamiento de corales de aguas profundas.

Una desprotegida biodiversidad marina

España es uno de los países europeos más ricos en términos de biodiversidad marina. Unos 8.000 km de costa acogen alrededor de 23 millones de personas, es decir al 58% de la población total española. Sin embargo, según el IEO, el aumento de la presión de las actividades humanas en el medio marino está mermando la salud de los océanos y la disponibilidad de los recursos naturales que albergan.
A pesar de que casi una cuarta parte del territorio terrestre forma ya parte de la Red Natura 2000 –como garantía de protección–, en el ámbito marino, la Red Natura se encuentra en un estado de desarrollo “embrionario”. Los altos costes y la complejidad de los inventarios en zonas alejadas de la costa y a grandes profundidades dificultan la disponibilidad de la información científica sobre hábitats y especies que permitirían identificar los espacios a incluir en la Red.
El proyecto LIFE+ INDEMARES “Inventario y designación de la Red Natura 2000 en áreas marinas del Estado español” surge con el objetivo de contribuir a la protección y uso sostenible de la biodiversidad en los mares españoles mediante la identificación de espacios de valor para la Red Natura 2000.


jueves, 7 de junio de 2012

LAS FEROMONAS AYUDAN A LOS GALÁPAGOS A ENCONTRAR LA PAREJA IDEAL

agenciasinc.es

El galápago leproso (Mauremys leprosa) utiliza señales químicas para buscar pareja y evitar la competencia con otros machos. Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) demuestran cómo los galápagos liberan señales químicas en el agua que informan a otros individuos de su especie sobre su tamaño y estado de salud.


Galápago leproso (Mauremys leprosa). Imagen: José Martín Rueda.

Las feromonas son sustancias químicas implicadas en la comunicación entre miembros de la misma especie. Estas sustancias no sólo proporcionan información sobre la presencia de otros individuos, sino también sobre aspectos como los rasgos morfológicos y el estado de salud del portador. En los reptiles, las feromonas son importantes en la toma de decisiones reproductivas y en muchos procesos de selección sexual.
Aunque existen muchos estudios sobre la comunicación química en diferentes especies de lagartos y culebras, no se sabe bien cómo funcionan las señales químicas en las tortugas, a pesar de que éstas poseen un sistema vomeronasal muy desarrollado. Este órgano consta de diferentes estructuras que envían señales químicas (incluidas las feromonas) al sistema nervioso central, lo que permite que los animales sean capaces de discriminar entre distintos olores, ya sean de presas, depredadores o miembros de su misma especie, utilizando únicamente sustancias químicas.
Un equipo de científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) ha estudiado el papel que desempeñan las señales químicas en la comunicación del galápago leproso (Mauremys leprosa) durante la estación reproductora. Para ello, han analizado las respuestas comportamentales a las señales emitidas por otros miembros de su especie de diferente tamaño y estado de salud. Sus resultados han sido publicados en la revista Animal Behaviour. 
"Los galápagos leprosos son capaces de reconocer ciertos rasgos individuales en otros miembros de su especie utilizando únicamente señales químicas", apunta Alex Ibáñez, del MNCN. "Además, hemos observado que las tortugas pueden modificar su comportamiento y el uso del espacio -como puede ser el cambiar de charca- en respuesta a esos estímulos químicos", añade Ibáñez.

Evitar aguas con machos grandes

Las señales químicas que emiten los machos trasladan información sobre su tamaño a otros individuos. De este modo, los galápagos macho evitan las aguas con olores de machos más grandes -que son dominantes-. Mientras, prefieren aquellas ocupadas por machos de menor tamaño.
Asimismo, los machos seleccionan aquellas aguas con señales químicas de hembras con mejor respuesta inmune -las más sanas- del mismo modo que ellas eligen las charcas en las que encuentran indicios de la presencia de machos más grandes.
Según los autores, esta discriminación químiosensorial que realizan los galápagos les facilita la selección de charcas en las que el riesgo de interacciones agresivas con otros machos es mínima. Por otra parte, la preferencia por aguas ocupadas por parejas más atractivas -más fuertes o más saludables- podría incrementar las oportunidades de apareamiento y con ello, aumentaría su aptitud reproductiva.

Referencia bibliográfica:

Ibáñez, A., López, P., Martín, J. (2012). "Discrimination of conspecifics' chemicals may allow Spanish terrapins to find better partners and avoid competitors". Animal Behaviour, 83(4): 1107-1113.

lunes, 4 de junio de 2012

LAS HORMIGAS INSPIRAN UN BUSCADOR PARA REDES SOCIALES

agenciasinc.es

Investigadores de la la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) han desarrollado un algoritmo para acelerar las búsquedas de caminos entre dos nodos dentro de una red social. El algoritmo se basa en el comportamiento que siguen las hormigas mientras buscan comida.


Buscador en redes sociales basado en el comportamiento de las hormigas

Una de las principales cuestiones técnicas en el ámbito de las redes sociales, cuyo uso cada vez está más generalizado, consiste en localizar la cadena de referencia que lleva de una persona a otra, de un nodo a otro. El mayor reto que se plantea en este ámbito es el enorme tamaño de estas redes y que la respuesta debe ser rápida, dado que el usuario final espera resultados en el menor tiempo posible. 
Para solucionar este problema, investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) han desarrollado el algoritmo SoSACO, que acelera la búsqueda de caminos entre dos nodos pertenecientes al grafo que representa a una red social.
El funcionamiento de SoSACO se inspira en el comportamiento que ha perfeccionado a lo largo de miles de años uno de los insectos más disciplinados del planeta a la hora de buscar comida, las hormigas. En general, los algoritmos de las colonias imitan cómo estos insectos son capaces de encontrar el camino entre el hormiguero y la fuente de alimento mediante la deposición y seguimiento de un rastro químico depositado en el suelo, denominado feromona.
“En este estudio –explican sus autores– se incorporan además otros rastros olorosos para que las hormigas puedan seguir tanto la feromona como el aroma de la comida, con lo que consiguen encontrar la fuente de alimento de forma mucho más rápida”. Los principales resultados de esta investigación, realizada por Jessica Rivero en el marco de su tesis doctoral en el Laboratorio de Bases de Datos Avanzadas (LABDA) de la UC3M, se resumen en un artículo científico publicado en la revista Applied Intelligence.
“Los primeros resultados muestran que la aplicación del algoritmo a redes sociales reales consigue obtener una respuesta óptima en muy poco tiempo (decenas de milisegundos)”, indica Jessica Rivero.

Múltiples aplicaciones

Gracias a este nuevo algoritmo de búsqueda, el sistema puede encontrar estos caminos más fácilmente y sin necesidad de modificar la estructura de un grafo (una imagen que representa mediante nodos y enlaces las relaciones entre un conjunto de elementos). “Este avance permite resolver gran cantidad de problemas que encontramos en el mundo real, ya que los escenarios sobre los que ocurren se pueden modelar mediante un grafo”, explican los investigadores.
De esta manera, podría encontrar aplicación en muchos escenarios, como para mejorar la localización de la ruta en los sistemas GPS o los juegos on line, para la planificación del reparto de los camiones de mercancías, para saber si dos palabras guardan algún tipo de relación o simplemente para conocer con más exactitud las afinidades que tengan en común dos usuarios de Facebook o Twitter, por ejemplo.
Esta investigación, que ha contado con el apoyo de la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Educación y Ciencia, surgió dentro del proyecto SOPAT ante la necesidad  de guiar a los clientes de un hotel empleando un sistema de interacción natural. Esta tesis, titulada Búsqueda Rápida de Caminos en Grafos de Alta Cardinalidad Estáticos y Dinámicos, ha sido dirigida por los profesores de LABDA del Departamento de Informática Fco. Javier Calle y Mª Dolores Cuadra.

Referencia bibliográfica:

Rivero, J (Rivero, Jessica); Cuadra, D (Cuadra, Dolores); Calle, J (Calle, Javier); Isasi, P (Isasi, Pedro). "Using the ACO algorithm for path searches in social networks". APPLIED INTELLIGENCE 36 (4): 899-917, junio de 2012.  ISSN: 0924-669X

sábado, 2 de junio de 2012

¿POR QUÉ LAS PLANTAS SIGUEN AL SOL?

ecoticias.com

El interrogante de por qué algunas plantas se inclinan hacia la luz o crecen hacia arriba y no hacia abajo puede parecer sencillo


Ahora un equipo de investigadores europeos ha realizado descubrimientos que nos acercan a solucionar este enigma. En su opinión, la respuesta radica en la auxina, una clase de hormona vegetal. Los descubrimientos de su estudio se han publicado en la revista Nature.
El interrogante de por qué algunas plantas se inclinan hacia la luz o crecen hacia arriba y no hacia abajo puede parecer sencillo, pero la respuesta dista de serlo. Hace mucho que diversos investigadores habían formulado la teoría de que la responsable de este fenómeno debía ser la auxina, que suscitó el interés incluso de Charles Darwin en el siglo XIX. No obstante, hasta ahora no se había logrado comprender al detalle su funcionamiento.
Una investigación realizada por científicos del Departamento de Biología de Sistemas Vegetales del Instituto de Biotecnología de Flandes (VIB) y de la Universidad de Gante (ambos en Bélgica) ha sacado a relucir una conexión nueva e importante entre esta cuestión y el transporte de la auxina por la planta. Según sus indagaciones, la auxina se almacena en sitios específicos.
El equipo, dirigido por Elke Barbez y supervisado por Jürgen Kleine-Vehn del VIB y Jiri Friml, también del VIB y de la Universidad de Gante, determinó que el transporte de la auxina por la planta desempeña una función compleja pero vital. La auxina se produce en las secciones en crecimiento de la planta y posteriormente se envía a otras partes de la misma donde es necesaria, incluido el tallo. Para que la planta pueda absorber de forma óptima y eficaz los rayos solares, es preciso que el tallo se enderece lo antes posible. Por esta razón se suministra más auxina a la sección inferior del tallo que a la superior, gracias a lo cual la primera crece más rápido y el tallo crece recto. Al regular el destino de la auxina transportada, las plantas logran aprovechar del mejor modo posible las condiciones cambiantes de su entorno.
Según los autores, sus hallazgos tendrán consecuencias de gran calado y podrían resultar beneficiosos para ingenieros agrónomos y agricultores. Es previsible que un conocimiento más preciso sobre la auxina proporcione nuevas herramientas para conseguir que los cultivos crezcan de un modo más eficiente. Así aducen, por ejemplo, que incrementando la concentración de auxina en el momento y el lugar adecuado se podría promover un crecimiento más positivo y una mayor productividad.
Además de contar con el apoyo de la VIB y de la Universidad de Gante, esta investigación recibió financiación del Fondo de Viena para la Ciencia y la Tecnología (WWTF, Austria), la Agencia para la Innovación mediante Ciencia y Tecnología (IWT, Bélgica), el programa Odysseus de la Fundación para la Investigación de Flandes (Bélgica), los Fondos Nacionales Suizos, y el Ministerio de Educación, Juventud y Deporte de la República Checa.