miércoles, 30 de julio de 2014

EL GRAN RETO PARA LA POSIBLE EXISTENCIA DE VIDA EN MUNDOS EN TORNO A ESTRELLAS ENANAS ROJAS

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Las estrellas enanas rojas son el tipo más común de estrellas, comprendiendo el 80 por ciento de todas las estrellas del universo. Debido a ello, existe un fuerte interés en determinar si, por su naturaleza especial, estas estrellas son aptas o no para que surja vida en planetas a su alrededor. Diversas investigaciones han llevado a buena parte de la comunidad científica a creer que sí son aptas. Ahora, un nuevo estudio apunta a que las condiciones de habitabilidad alrededor de estrellas de ese tipo probablemente sean más precarias de lo creído, debido a un factor que no se tuvo muy en cuenta en las investigaciones previas.

Recreación artística de un hipotético planeta en órbita a una enana roja, dentro de la zona orbital habitable. La espectacular aurora polar que se aprecia en un hemisferio de ese mundo ya indica claramente el nivel de violencia de la actividad estelar a tan corta distancia. (Imagen: David A. Aguilar, CfA)

La “zona orbital habitable” es la franja alrededor de una estrella donde el calor de esta permite la existencia de agua líquida en la superficie de un eventual planeta. Como las enanas rojas emiten mucho menos calor que las estrellas como el Sol, tienen su zona orbital habitable mucho más cerca de ellas que en el caso del Sol. Y esa cercanía tan notable de un planeta a su estrella entraña peligros. La situación no es muy distinta a cuando, al tener que arrimarnos mucho a un fuego para calentarnos, aumenta el riesgo de que alguna brasa que salte hacia fuera nos alcance, y también es más probable que respiremos una mayor cantidad de humo.
Estar tan cerca de una estrella enana roja, aún cuando sea bastante pacífica, significa una mayor exposición a las ocasionales “tormentas solares”, con todos los efectos nocivos que ello comporta.
Como si se tratase de los escudos deflectores de la famosa nave Enterprise de la saga de ciencia-ficción Star Trek, el campo magnético de la Tierra nos protege de las erupciones solares y otras manifestaciones tempestuosas del Sol.
Sin embargo, incluso un campo magnético tan potente como el de la Tierra no podría proteger tan bien a su planeta frente esa clase de fenómenos violentos a la distancia de una enana roja que permita la existencia de agua líquida en tal mundo. Y además, según los cálculos realizados en el nuevo estudio, el simple “viento solar” emanado de la enana roja resultaría peligrosamente fuerte a tan corta distancia.
El equipo de Ofer Cohen y Jeremy Drake, del Centro para la Astrofísica (CfA) en Cambridge, Massachusetts, gestionado conjuntamente por la Universidad de Harvard y el Instituto Smithsoniano, todas estas entidades en Estados Unidos, ha determinado que aunque habría momentos en que los escudos magnéticos del planeta se mantendrían firmes, abundarían más las ocasiones en que tales escudos estarían demasiado debilitados.
Esto provocaría no pocos efectos nocivos para el mantenimiento de las condiciones aptas para la vida en el planeta afectado. Además, a largo plazo, tales mundos acabarían perdiendo su atmósfera, arrancada poco a poco por el viento solar.
Para un observador hipotético en un planeta tan cercano a su estrella, habría señales inequívocas de la magnitud de las fuerzas envueltas en la lucha y del nivel de riesgo reinante, aunque disfrutase de una temperatura ambiental como en las zonas templadas de la Tierra. Por ejemplo, las auroras polares serían espectaculares, sin comparación con nada visto en la Tierra, ya que podrían resultar 100.000 veces más fuertes que las de nuestro planeta.
A todo ello seguramente habría que agregarle el efecto de la cercanía de la estrella sobre la rotación del planeta, que acaba estando sincronizada con su traslación. Eso significa que el planeta termina girando sobre sí mismo de un modo tal que siempre le muestra la misma cara a su estrella. En tales circunstancias, dicha cara ostenta un eterno día, mientras que en el hemisferio opuesto reina una noche perpetua. Obviamente, eso implica que el hemisferio diurno del planeta tenderá a estar muy caliente, y el nocturno muy frío. La presencia de una atmósfera puede suavizar esa diferencia de temperaturas, con vientos que transporten aire caliente al hemisferio nocturno, y aire frío al diurno. Pero eso tal vez no sea suficiente, sobre todo en el caso de planetas muy cercanos al borde más interno de su zona orbital habitable, en los que se acumularía demasiado calor. O, aunque sí hubiera una buena transferencia de calor, el precio que habría que pagar posiblemente sería la existencia de vientos tan destructivos como huracanes soplando constantemente.

martes, 29 de julio de 2014

EL 13% DE LAS AVES DEL MUNDO ESTÁN AMENAZADAS DE EXTINCIÓN

noticiasdelaciencia.com

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) es la autoridad mundial en materia de conservación de la naturaleza y los recursos naturales, y es el organismo encargado de confeccionar las Listas Rojas de Fauna y Flora a nivel mundial. Pero para el grupo de las aves, es BirdLife International la organización encargada de elaborar la Lista Roja Mundial de Aves para la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (IUCN).

Águila imperial ibérica. (Foto:Tatavasco Images/SEOBirdlife)

Esta organización considera que en el mundo existen 10.425 especies de aves, de las cuales 350 hasta hace poco eran consideradas como subespecies y, actualmente, han sido reconocidas como especies gracias a las mejores técnicas científicas, principalmente genéticas. Durante la última revisión de 2014, BirdLife Internacional ha evaluado por primera vez su estado de conservación para su posible inclusión en la Lista Roja de Especies Amenazadas de Aves de la UICN. Los resultados son preocupantes, ya que más del 25% de estas nuevas especies de aves han sido calificadas con alguna categoría de amenaza dentro de la Lista Roja de la UICN, en comparación con el 13% de las especies del total de la Lista Roja, por lo que es urgente establecer acciones prioritarias de conservación.
Especies como el pavón muitú de Belem (Crax pinima) del noreste Brasil o el petrel de las islas Desertas (Pterodroma deserta) de Madeira, han sido catalogadas como amenazadas a nivel mundial. En el caso del colibrí de barba azul (Oxypogon cyanolaemus), un hermoso picaflores del noreste de Colombia, puede ser demasiado tarde, ya que la especie no ha sido vista en los últimos 70 años.
Sin tener en cuenta las especies “No evaluadas” (NE), las que cuentan con “Datos Insuficientes” (DD) o las que presentan una categoría de “Preocupación Menor” (LC), hay un listado de las especies de aves españolas más amenazadas a nivel mundial e incluidas en la Lista Roja Mundial de las Aves de 2014.
Se trata de 26 especies que presentan, en general, un fuerte declive poblacional, que son muy escasas o cuya área de distribución es muy reducida. Además, suelen estar sometidas a graves amenazas. En total, en torno al 7% de las especies españolas están amenazadas a nivel mundial.
Es necesario que en las comunidades autónomas donde habitan estas especies, las Administraciones competentes elaboren y publiquen los planes de recuperación o conservación a los que obliga la Ley y con los que no cuentan muchas comunidades autónomas hasta la fecha.
Los nuevos criterios para determinar qué taxones califican como especies han creado unas condiciones de igualdad, en la que todas las especies de aves se pueden evaluar por igual. Además, en la nueva lista se añaden datos precisos de distribución para ayudar a arrojar luz sobre los lugares más importantes para las aves, la naturaleza y las personas, y que constituyen las áreas del planeta cuya estricta protección y conservación es urgente y prioritaria.
Un claro ejemplo es el del avestruz común (Struthio camelus), para la que solo se reconocía una especie con varias subpoblaciones o razas, siendo evaluada de forma global con la categoría IUCN de “Preocupación Menor” (LC: Least Concern). Sin embargo, la avestruz somalí (Struthio molybdophanes), que antes se consideraba como una raza que se encontraba en Somalia, Etiopía, Yibuti y Kenia, se reconoce ahora como una especie independiente de la avestruz común, y con la categoría de “Vulnerable” (VU). Su área de distribución parece que no deja de reducirse y su población presenta un rápido declive a causa principalmente de la caza descontrolada, la recolección de huevos o la persecución, y su condición podría empeorar si pronto no se toman medidas.
“Casos como el de la avestruz somalí muestran la importancia de seguir profundizando en la investigación del estatus taxonómico de las aves para no encontrarnos con sorpresas desagradables como ésta, en la que una especie que considerábamos en estado seguro está gravemente amenazada”, declara Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife. En éste sentido, añade: “es urgente que se cree un programa estatal para la conservación de la biodiversidad en el próximo Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación, con el objeto de dotar de medios a los científicos para poder frenar la pérdida de biodiversidad en España”.
Además de la evaluación del estatus de amenaza de las de nuevas especies reconocidas, la Lista Roja de 2014 también reevalúa la situación de algunas especies ya existentes. Del colorido charlatán bugún (Liocichla bugunorum) se conocían únicamente tres pequeñas localidades en la zona del Himalaya del noreste de India, donde se han localizado solo unas pocas parejas. A raíz de la reciente construcción de una carretera a través de su hábitat, y de los daños causados por los incendios incontrolados, la especie ha sido reclasificada como “En Peligro Crítico” (CR: Critically Endangered). Pese a los exitosos esfuerzos de conservación que han permitido que el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) se recupere en Europa, la disminución a nivel mundial de su población a causa de envenenamientos, caza ilegal y molestias humanas, colisiones y electrocuciones con tendidos eléctricos han hecho que su categoría de amenaza a nivel global haya aumentado de “Preocupación Menor” (LC) a “Casi Amenazada” (NT: Near Threatened).
La evaluación realizada para la elaboración de la Lista Roja de Aves de 2014 también plantea la importancia de varios hotspots o “puntos calientes de biodiversidad” para las aves amenazadas. Se trata de muchas especies que han sido recientemente reconocidas y que se localizan en el sudeste de Asia, donde la biodiversidad está altamente amenazada. Partes de esta región ya se han identificado como áreas de importancia mundial por su alto grado de endemicidad (zonas con un alto porcentaje de especies endémicas, es decir, que no se encuentran en ningún otro lugar de la Tierra). Incluso ahora se ha demostrado que algunos de estos puntos de importancia internacional son incluso más importantes de lo que anteriormente se pensaba, como por ejemplo, las islas indonesias de Talaud y Sangihe y parte del archipiélago de Filipinas, especialmente la isla de Cebú. En estas áreas es necesario emprender acciones de conservación urgentes para poder proteger los hábitats que todavía no han sido destruidos y salvaguardar el futuro de aves que se encuentran “En peligro crítico” (CR) como el martín pigmeo de Sangihe (Ceyx sangirensis) o el vinago pardo de Cebú (Phapitreron frontales), ninguno de los cuales se ha vuelto a ver recientemente, aunque todavía podrían contar con poblaciones residuales supervivientes.
También hay implicaciones muy preocupantes para la conservación de la isla indonesia de Java. Especies reconocidas recientemente como el pito de Java (Chrysocolaptes strictus), catalogado “Vulnerable” o el martín pescador bandeado de Java (Alcedo euryzona) considerado “En Peligro Crítico”, muestran cómo en la isla ha habido un gran proceso de especiación que ha dado lugar a muchas especies diferentes. Pero por otra parte, cada especie cuenta con muy poca densidad de poblacional y la isla de Java está sufriendo una gran explosión demográfica humana en los últimos tiempos, lo que supone una gran presión sobre los hábitats donde viven estas aves.
“Las Listas Rojas son una herramienta fundamental para dar prioridad a las políticas de conservación de las Administraciones, tanto para establecer medidas de recuperación de especies, como para declarar espacios protegidos”, puntualiza Asunción Ruiz. (Fuente: SEOBirdlife/DICYT)

lunes, 28 de julio de 2014

LA ORGANIZACIÓN DE LOS ECOSISTEMAS MAXIMIZA SU ESTABILIDAD

agenciasinc,es

Un estudio de investigadores del CSIC y publicado en el último número de Science ha analizado los datos recogidos en 23 comunidades de plantas y sus polinizadores. La arquitectura observada en las redes mutualistas permite a las especies soportar variaciones mayores en las tasas de crecimiento antes de su extinción. 

El estudio analiza los datos recogidos en 23 comunidades plantas y sus polinizadores. / CSIC-Roger Vilà

Las redes ecológicas se organizan en torno a un patrón arquitectónico cuya estructura determina la estabilidad de las comunidades que las componen. Una investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado que cuando esa arquitectura presenta una forma encajada, como la de las muñecas rusas, las comunidades son más estables.
Esto se debe a que se reduce la probabilidad de que un cambio en las condiciones demográficas de las especies que las forman provoque su desmoronamiento. El trabajo ha sido publicado en el último número de la revista Science.  
“Hemos visto que las especies que forman redes organizadas de una forma encajada pueden experimentar variaciones mayores en sus tasas de crecimiento antes de que la red se vea amenazada. En redes que presentan otra organización, por el contrario, una variación en las tasas de crecimiento puede llevar a algunas de las especies a la extinción”, explica el investigador del CSIC Jordi Bascompte, de la Estación Biológica de Doñana.

Representación de red ecológica. /CSIC

El estudio analiza los datos recogidos en 23 comunidades distribuidas por todo el mundo en forma de red de interacciones entre plantas y sus animales polinizadores.
Mediante un modelo dinámico, los investigadores evaluaron si esa organización aumenta o disminuye el rango de condiciones en las que las especies podían coexistir.
Los resultados obtenidos indican que una red organizada de forma encajada maximiza el rango de parámetros compatible con la coexistencia de todas las especies.

¿Qué provoca la organización?

“Uno de nuestros objetivos era profundizar en una cuestión que ocupa desde hace mucho tiempo a los biólogos: ¿Qué es lo que causa que las interacciones entre especies dentro de una comunidad ecológica se organicen siguiendo un patrón determinado? La respuesta aún es objeto de debate, pero en este estudio hemos avanzado significativamente en su resolución”, añade Bascompte.
Estudios anteriores habían mostrado resultados muy dispares. Para algunos investigadores, esa meticulosa organización aportaba resiliencia a las comunidades, mientras que otros aseguraban que reduce la estabilidad de la red y disminuye su resiliencia.
Según este estudio, esta disparidad de resultados anteriores se debe a que las aproximaciones existentes o bien estudiaban la estabilidad de una solución sin asegurarse antes de la persistencia de todas las especies, o bien se basaban en simulaciones que no controlaban el efecto de la parametrización del modelo. Para subsanar estas limitaciones, el equipo dirigido por Bascompte ha introducido un nuevo marco conceptual basado en la noción de estabilidad estructural.   
“Este trabajo tiene importancia a la hora de prever cuán resistentes serán las comunidades naturales al cambio global en el sentido de la magnitud de la perturbación que pueden absorber antes de que una o varias especies se extingan.  Nuestro estudio apunta al cuidado de las especies e interacciones que forman las estructuras ecológicas, ya que desviaciones de esta estructura podrían hacer sistemas más vulnerables a cambios ambientales”, concluye el investigador.

Referencia bibliográfica:

Rudolf P. Rohr, Serguei Saavedra, Jordi Bascompte.  On the Structural Stability of Mutualistic Systems. Science. DOI: 10.1126/science.1253497

jueves, 24 de julio de 2014

LOS CELOS DE LOS PERROS RESPONDEN A UN INSTINTO DE PROTECCIÓN FRENTE A INTRUSOS

agenciasinc.es

Un estudio de dos investigadoras confirma lo que muchos dueños de perros ya sabían: que son celosos. En su experimento, los animales se molestaban más cuando el dueño acariciaba un perro de peluche que si se trataba de otro objeto. Según ellas, su trabajo prueba que los celos no son una construcción social humana, ligada solo a las relaciones románticas. Han podido desarrollarse como estrategia para reforzar los vínculos sociales frente a extraños.

La investigadora Christine Harris junto a Samwise, one de los tres border collies que inspiró el estudio sobre los celos en perros. / Steve Harris

Los perros son celosos, según demuestra un estudio experimental de dos científicas de la Universidad de California (UCSan Diego), en EE UU. Darwin también opinaba igual, pero los expertos llevan años debatiendo sobre si esta emoción requiere de una cognición compleja, algunos han llegado a decir que se trata de una construcción enteramente social, que no existe en todas las culturas humanas y que no está ‘cableada’ de la misma manera que lo están el miedo y la ira.
El estudio, publicado hoy en la revista PLOS One por Christine Harris, profesora de investigación de psicología de la UCSan Diego y la exestudiante honorífica Caroline Prouvost, es el primer trabajo experimental sobre conductas de celos en perros. Los resultados apoyan la idea de que los celos en estos animales evolucionaron para proteger los vínculos sociales frente a intrusos.
Harris y Prouvost muestran en esta investigación que los perros pueden exhibir comportamientos muy celosos y que cuando el dueño mostraba afecto hacia un perro de peluche que ladraba, gemía y movía la cola, protestaban empujando o amenazando con morder al propietario o al rival.

Proteger una relación social

Los animales se comportaban de esta manera sobre todo cuando el amo acariciaba al perro de peluche, más que si el humano actuaba de forma afectuosa con un objeto nuevo o simplemente se entretenía leyendo un libro e ignoraba al perro.
"Nuestro estudio indica que los perros no solo se involucran en lo que parecen ser conductas celosas, sino que también tratan de romper la conexión entre su dueño y el rival aparente. Parece como si estuvieran motivados para proteger una relación social importante", dice Harris.
Dado que no existían experimentos previos sobre celos en perros, las científicas adaptaron una prueba utilizada con bebés humanos de seis meses de edad. Trabajaron con 36 perros en las casas de sus dueños y grabaron cómo los propietarios los ignoraban en favor de un peluche de perro animado o una calabaza de Halloween.
En ambos casos, los amos fueron instruidos para tratar los objetos como si fueran perros reales: acariciándolos, hablándoles con dulzura, etc. En el tercer escenario, se pidió a los propietarios leer en voz alta un libro pop-up en el que sonaban melodías. Dos evaluadores independientes codificaron luego los vídeos para buscar una variedad de conductas agresivas, disruptivas y de necesidad de atención.

Competir por los recursos

Los perros fueron dos veces más propensos a empujar o gruñir al dueño cuando estaba interaccionando con el perro de imitación (78%), respecto a cuando acariciaba o hablaba con la calabaza (42%). Solo un 22% de los animales se molestó cuando el amo estaba ocupado con el libro.
Alrededor del 30% de los perros también trató de interponerse entre su propietario y el peluche animado. Un 25% hizo amago de morder al otro ‘perro’, en tanto que solo uno intentó hacer lo mismo con la calabaza o el libro.
¿Creyeron los perros que el peluche era un rival real? Harris y Prouvost señalan que sus agresiones indican que sí. También citan como evidencia adicional que el 86% de los perros olfateó el trasero del peluche durante el experimento.
La mayoría de las investigaciones sobre la conducta celosa –señala Christine Harris– se ha realizado con parejas humanas, pero los celos también se producen entre hermanos y compañeros de trabajo. Además, “los primeros signos de celos humanos se observan en los bebés y niños pequeños, lo que indica que esta conducta puede haber evolucionado con los hermanos que compiten por los recursos de los padres porque estamos ‘cableados’ para ello”.
Entender los celos es importante, señalan las investigadoras, debido a que es una emoción con grandes consecuencias psicológicas y sociales. Por ejemplo, a menudo aparece como la tercera causa de homicidio no accidental.
"Mucha gente ha asumido que los celos son una construcción social de los seres humanos, o que es una emoción específica ligada a las relaciones sexuales y románticas –dice Harris–. Nuestros resultados desafían estas ideas y revelan que también los animales muestran una fuerte angustia cada vez que un rival usurpa el afecto de su ser querido”, concluye.

miércoles, 23 de julio de 2014

LAS BACTERIAS MANIPULAN LA SAL PARA CONSTRUIR REFUGIOS EN LOS QUE HIBERNAR

agenciasinc.es

Investigadores españoles han detectado por primera vez una interacción desconocida entre los microorganismos y la sal. Cuando se introduce Escherichia coli en una gota de agua salada y se deja secar, la bacteria maneja el cloruro sódico para que cristalice en unas formaciones en 3D donde entra en hibernación. Después, simplemente rehidratando el material, la bacteria revive. El descubrimiento se realizó de forma casual con un microscopio casero, pero es portada de la revista Astrobiology y puede ayudar a buscar indicios de vida en otros planetas.

Patrones biosalinos desecados formados por la interacción de células de Escherichia coli con la sal común. / J. M. Gómez-Gómez

La bacteria Escherichia coli es una de las más estudiadas por los biólogos, pero ninguno había reparado en lo que puede hacer este microorganismo dentro de una simple gota de agua con sal: crear impresionantes patrones biomineralógicos en los que guarecerse cuando se seca.
“Fue toda una sorpresa, un resultado completamente inesperado, cuando introduje células de E. coli en gotas salinas y me di cuenta de que las bacterias tenían la capacidad de asociarse a la cristalización de la sal común y modular el desarrollo y crecimiento de los cristales de cloruro sódico”, destaca a Sinc el biólogo José María Gómez.
“De esta forma, en unas cuatro horas, se creó en la gota desecada un impresionante tapete de patrones biosalinos con unas complejas arquitecturas en 3D", añade el investigador, que hizo el descubrimiento con el microscopio de su casa, aunque luego lo confirmó con la ayuda de sus colegas del Laboratory of BioMineralogy and Astrobiological Research (LBMARS, Universidad de Valladolid-CSIC).
Hasta ahora se conocían patrones parecidos creados a partir de soluciones con sal y proteínas aisladas, pero esta es la primera descripción que demuestra que células bacterias enteras pueden dirigir la cristalización del cloruro sódico (NaCl) y generar estructuras biosalinas autooganizadas, de aspecto fractal o dendrítico. El estudio y los llamativos patrones tridimensionales son portada este mes de la revista Astrobiology.
“El resultado más interesante es que las bacterias entran en estado de hibernación en el interior de estos patrones desecados, aunque luego son capaces de ‘revivir’ con una simple rehidratación”, apunta Gómez, quien subraya una consecuencia muy importante desde el punto de vista astrobiológico: “Dada la riqueza y complejidad de estas formaciones, podrían servir como biofirmas en la búsqueda de vida en ambientes extremadamente áridos fuera de nuestro planeta, como la superficie de Marte o la del satélite Europa de Júpiter”.

Ayuda para la misión ExoMars

De hecho, el laboratorio LBMARS participa en el desarrollo del instrumento RLS Raman del rover de ExoMars, la misión que la Agencia Espacial Europea (ESA) mandará al planeta rojo en 2018, y el nuevo hallazgo puede ayudar a buscar posibles indicios biológicos. Según el investigador, “los patrones observados ayudarán a calibrar el instrumento y ponerlo a prueba para detectar señales hibernantes o huellas de vida marciana”.
“El desafío ahora es comprender cómo las bacterias controlan la cristalización del NaCl para crear esas increíbles estructuras en 3D; y a la inversa, cómo la sal influye para que lo hagan, además de estudiar la estrategia de estos microorganismos para soportar la desecación”, señala Gómez, que recuerda como la simple curiosidad e ilusión por la ciencia, aunque sea con medios sencillos, todavía permite hacer descubrimientos interesantes: “Es todo un homenaje a científicos como el español Santiago Ramón y Cajal y el neerlandés Anton van Leeuwenhoek, que también trabajaron con sus microscopios desde casa”.

Referencia bibliográfica:

José María Gómez Gómez, Jesús Medina, David Hochberg, Eva Mateo-Martí, Jesús Martínez-Frías, Fernando Rull “Drying Bacterial Biosaline Patterns Capable of Vital Reanimation upon Rehydration: Novel Hibernating Biomineralogical Life Formations”. Astrobiology 14 (7): 589-602, 2014. Doi: 10.1089/ast.2014.1162

martes, 22 de julio de 2014

MÁS EVIDENCIAS DE UNA CANTIDAD COLOSAL DE AGUA EN EL SUBSUELO DE LA TIERRA

noticiasdelaciencia.com

Los resultados de nuevos análisis corroboran la sospecha de que el manto terrestre acoge tanta agua como los océanos. De todos modos, no conforma ningún océano realmente. El agua está incorporada en minerales. Esta última circunstancia implica que la composición química del manto terrestre y su comportamiento son distintos de como se creía que eran.

El agua del manto terrestre se encuentra atrapada dentro de la estructura molecular de los minerales, y no presenta ninguna de las formas con las que la conocemos en la superficie terrestre y en la atmósfera. En la recreación artística, se muestran, de arriba a abajo, la atmósfera, la superficie, el manto superior y la zona de transición rica en minerales con agua incorporada. (Imagen: Amazings / NCYT / JMC)

La presencia de agua líquida en la superficie es lo que hace habitable a nuestro "planeta azul", y durante mucho tiempo los científicos han estado tratando de averiguar cuánta agua puede estar circulando entre la superficie de la Tierra y las reservas más interiores a través de la tectónica de placas.
El geofísico Steve Jacobsen, de la Universidad del Noroeste en Evanston, Illinois, Estados Unidos, y el sismólogo Brandon Schmandt, de la Universidad de Nuevo México en el mismo país, han encontrado, a algo más de 600 kilómetros (unas 400 millas) bajo América del Norte, la huella probable de la presencia de agua a estas profundidades. Este descubrimiento sugiere que la tectónica de placas puede llevar agua de la superficie hasta esas profundidades de la Tierra.
Los científicos han venido especulando desde hace tiempo con la idea de que hay agua atrapada en una capa rocosa del manto de la Tierra situada entre el manto inferior y el manto superior, a profundidades de entre 400 y 660 kilómetros (entre 250 y 410 millas). Jacobsen y Schmandt aportan ahora evidencias directas de que puede haber agua en esta zona del manto, conocida como la "zona de transición", a escala regional. La región en cuestión se extiende por la mayor parte del área interior de Estados Unidos.
Si el agua constituye tan sólo el 1 por ciento del peso de la masa rocosa del manto situada en la zona de transición, sería equivalente a casi tres veces la cantidad de agua presente en los océanos.
Esa agua del manto terrestre, como hemos dicho, no se encuentra en una de las formas típicas que conocemos en la superficie de la Tierra o en la atmósfera, o sea agua líquida, hielo o vapor. El agua del manto se encuentra atrapada dentro de la estructura molecular de los minerales. De hecho, la presión tan alta que crea el peso de 400 kilómetros de roca sólida, junto con temperaturas superiores a 1.000 grados centígrados (más de 2.000 grados Fahrenheit), hacen que una molécula de agua se divida para formar un radical hidroxilo (OH), el cual se puede enlazar en la estructura cristalina mineral.

lunes, 21 de julio de 2014

ÁRBOLES, PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

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Los árboles son fundamentales para la vida. Nos aportan oxígeno, son sumideros de CO2 y hogar y refugio de muchos animales. Forman parte de ese mundo subterráneo, que es el suelo, donde interaccionan a través de sus raíces, aportando nutrientes e incrementando su fertilidad. Aportan sombra al ganado, fundamental en ecosistemas como las dehesas, y por supuesto, nos aportan frutos y otros productos como el corcho, las piñas, etc.



Sin embargo hay árboles que, incluso, tienen un valor todavía más especial. Bien por su longevidad, por un porte extraño, por su rareza, etc., hay ejemplares que tienen una singularidad que es necesario proteger. Son los llamados árboles singulares o monumentales.
En la memoria de muchas personas, está ese árbol de su pueblo que vio crecer a sus antepasados, y que tiene en los anillos de su madera el paso de aquel incendio histórico o incluso episodios de la guerra. También las tradiciones del lugar, estando presente en las alegrías y penas de la gente del lugar.
Son ejemplares con un componente emocional muy grande en la historia de las personas, pero también con un componente científico muy importante. A través de la memoria de los árboles monumentales impresa en sus anillos, disponemos de una información valiosísima ecológica y genética, así como sobre la evolución del clima y otros acontecimientos. Estos árboles son verdaderos archivos ambientales objetivo de estudio (lo que se denomina Dendrocronología).
Por tanto, es clave su protección y que la sociedad y administraciones públicas colaboren en esta misión. 
Es el caso del arce blanco (Acer pseudoplatanus, sp) del municipio asturiano de Boal. Un ejemplar de más 300 años que corre peligro de ser talado. Desde aquí, puedes firmar para su protección 


Como sabes, Greenpeace se dedica a trabajar en problemas globales, somos una organización internacional que lucha contra la degradación del medio ambiente, priorizando en aquellos problemas ambientales que afectan de mayor manera a todas las personas. En el caso de los bosques, los principales que afectan a la superficie forestal del planeta son la deforestación, la tala ilegal, la pérdida de biodiversidad o los efectos del cambio climático. Por este motivo, la prioridad de la Campaña de Bosques de Greenpeace es la conservación de los bosques primarios, en especial los de las regiones tropicales. Es en estas latitudes donde se está librando la batalla contra la deforestación, fenómeno responsable de casi el 20% de los gases de efecto invernadero que se emiten todos los años a la atmósfera, y responsables del calentamiento global.
Con este post, queremos mostrar nuestra demanda de protección de aquellos árboles singulares de nuestro entorno. Si conoces algún ejemplar que consideres que necesita ser protegido te aconsejamos que lo pongas en conocimiento del Seprona o de asociaciones que trabajan en este fin como es el caso de los Amigos del Tejo y las Tejedas de Asturias que están intentando salvar este arce centenario y que buscan tu apoyo.


Fuente original: http://www.greenpeace.org/

domingo, 20 de julio de 2014

¿QUÉ HACÍAN LOS OSOS EN LA PREHISTORIA?

ecoticias.com

Los osos son uno de los animales más emblemáticos de la Prehistoria. Conocidos son sus hábitos cavernarios, sobre todo los relacionados con su hibernación, que hace que sean muy comunes en los yacimientos arqueológicos más antiguos. Su comportamiento, sin embargo, todavía es bastante desconocido, sobre todo como carnívoros consumidores de otros animales. De hecho, en muchos yacimientos se ha intuido su presencia a partir de mordiscos en los huesos de otros animales, entre los que se incluyen los propios osos muertos durante el período de letargo. Sin embargo, la caracterización de estos animales desde el punto de vista tafonómico (estudio de las marcas asociadas a los huesos y a los dientes) todavía es una asignatura pendiente de los arqueólogos. Un nuevo estudio que se publica ahora en la revista Plos One y que ha sido encabezado por el IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social) contribuirá a clarificar este panorama.



El arqueólogo Jordi Rosell, investigador docente de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, miembro del IPHES y uno de los firmantes del artículo, destaca una de las singularidades de esta investigación que ahora se presenta: "Algunos estudios anteriores basaban sus conclusiones en muestras muy reducidas o en trabajos efectuados con animales alimentados en cautividad, los cuales tienen un comportamiento bastante diferente de los salvajes. Nosotros hemos estudiado 17 carcasas comidas por osos del Pirineo de Lleida y hemos podido identificar los patrones de consumición de cadáveres enteros por parte de estos animales".
El estudio lo han llevado a cabo, además de Jordi Rosell, Maite Arilla (también del IPHES), en colaboración con Ruth Blasco, investigadora post-doctoral Beatriu de Pinós-A, cofinanciada por la Unión Europea mediante las Acciones Marie Curie del 7 º Programa marco de I + D; Manuel Domínguez Rodrigo, de la Universidad Complutense de Madrid, y Travis R. Pickering, de la Universidad de Wiskonsin.
El objetivo era caracterizar los osos como carnívoros para distinguirlos de otros predadores y de los homínidos. "La gran virtud de esta investigación es que servirá para ayudar a identificar no sólo si un cadáver hallado en un yacimiento comió un oso, sino qué tipo de carnívoro lo hizo", manifiesta Jordi Rosell.


Averiguar qué mordeduras deja


Los osos son muy abundantes en los yacimientos, sobre todo en cueva, y como carnívoros que son, producen muchas perturbaciones, ya que se mueren allí después de la hibernación, se comen los cadáveres de otros osos fallecidos, mezclan la basura dejada por los homínidos, etc. "En este caso -prosigue Rosell- nos hemos centrado en un aspecto muy concreto: el consumo de carcasas enteras para ver qué podía suceder cuando un oso se encontraba una de ellas y qué mordeduras dejaba. Después de hacer este trabajo, ahora estamos en condiciones de comprobar si el comportamiento observado de los osos actuales se reproduce en las especies del pasado, como por ejemplo el oso de las cavernas, o incluso anteriores".
El objetivo se ha podido alcanzar gracias a la colaboración de los Equips de Seguiment de l’Ós Bru del Conselh Generau d’Aran i del Pallars Sobirà y del DAAM (Departament d’Agricultura, Ramaderia, Pesca, Alimentació i Medi Ambient) de la Generalitat de Catalunya, que ha permitido conseguir 17 carcasas comidas por osos del Pirineo de Lleida. Además, también gracias a ellos se han obtenido las imágenes de foto-trap y vídeo-trap, correspondientes básicamente a animales muertos de forma natural y carroñeados por los osos, con las que se ha podido efectuar un seguimiento de los patrones de consumición de estos animales. Paralelamente, también se ha recogido y estudiado las carcasas de animales cazados por los osos.


Trampas de video o foto

El foto-trap son trampas de foto o video. Se trata de colocar cámaras con sensores de movimiento alrededor de los cadáveres, de manera que cuando un oso llega queda capturado en imágenes y se puede seguir el proceso de consumición. "Obviamente, esto sólo se puede hacer en casos de carroñeros cuando los guardas saben de la existencia de un animal que ha causado baja por muerte natural. Entonces ellos van y ponen las cámaras ", matiza Jordi Rosell.


El único que despelleja los cadáveres


Según la investigación en cuestión, los osos empiezan la secuencia de consumición despellejando los cadáveres, "un fenómeno que no ha sido observado entre ningún otro carnívoro", puntualiza Jordi Rosell. "Después muestran una preferencia por la caja torácica y las vísceras contenidas, las cuales consumen tras fracturar sistemáticamente las costillas y parte de las vértebras aplastándolas con las patas delanteras, o expandiéndolas con las manos. Por el contrario, no parecen mostrar demasiado interés por la masa muscular de las patas", asegura el mismo arqueólogo.


Tratamiento estadístico


Todas estas observaciones han posibilitado establecer comparaciones, mediante un tratamiento estadístico, de las modificaciones producidas por los osos sobre los huesos de los animales comidos (fracturas y señales de mordeduras) con las efectuadas por otros predadores europeos (lobos) y africanos (leones y hienas). Estos datos también han sido obtenidos por algunos de los propios autores y publicados en trabajos precedentes. "Los resultados muestran los osos como unos carnívoros bastante diferentes de los demás, lo cual podría estar relacionada con su fisiología (prácticamente tienen manos) y sus hábitos omnívoros, ya que estos animales no dependen exclusivamente de la carne para sobrevivir", explica Rosell.
De esta manera, el trabajo se configura como una referencia a nivel mundial para interpretar las actividades de los diferentes predadores que se localizan en los yacimientos arqueológicos. Algunos ejemplos de la Península Ibérica donde estos resultados pueden ser aplicados debido a la abundancia de estos animales son cuevas en los yacimientos de Atapuerca (Burgos) o la Cova de les Llenes (Pallars Jussà, Lérida).

Fuente original: http://www.dicyt.com/

jueves, 17 de julio de 2014

LOS VEGETALES REACCIONAN A LAS VIBRACIONES CAUSADAS EN SUS HOJAS POR LAS MANDÍBULAS DE INSECTOS HERBÍVOROS

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Los resultados de estudios anteriores habían sugerido que el crecimiento de las plantas puede verse influenciado por el sonido y que éstas pueden reaccionar al viento y al tacto. Ahora, unos investigadores, valiéndose de análisis tanto acústicos como químicos, han determinado que las plantas reaccionan a los sonidos que las orugas hacen cuando las comen, y que su respuesta al ataque de estos herbívoros es aumentar sus defensas.

Oruga alimentándose en una planta de Arabidopsis donde, en una hoja adyacente, un pedazo de cinta reflectante ayuda a registrar las vibraciones. (Foto: Roger Meissen)

El equipo de Heidi Appel y Rex Cocroft, de la Universidad de Misuri en la ciudad estadounidense de Columbia, colocó orugas sobre una planta Arabidopsis. Utilizando un láser y un diminuto trozo de material reflectante sobre la hoja de la planta, los investigadores consiguieron medir el movimiento de ésta en respuesta a la oruga masticando.
Cocroft y Appel reprodujeron entonces, en un grupo de plantas, grabaciones de vibraciones de orugas comiendo, mientras que en otro sólo aplicaron silencio. Cuando las orugas comieron más tarde de ambos grupos, los investigadores encontraron que las plantas que habían sido expuestas previamente a las vibraciones de masticación produjeron más aceites de un tipo que repele a muchas orugas.
Lo más destacable es que las plantas expuestas a diferentes vibraciones, incluyendo aquellas hechas por un viento suave, o a sonidos de insectos diferentes que no entrañan para las plantas el peligro de las orugas pero que poseen algunas características acústicas parecidas a las vibraciones de masticación de las orugas, no incrementaron sus defensas químicas. Esto indica que las plantas son capaces de distinguir las vibraciones que hacen las orugas al masticar de otras fuentes comunes de vibración medioambiental.
Appel y Cocroft prevén que las futuras investigaciones se centren en cómo las plantas sienten las vibraciones, qué características de la compleja señal de vibración son importantes, y cómo las vibraciones mecánicas interactúan con otras formas de información vegetal para generar reacciones defensivas ante plagas.
Los resultados de este estudio se han publicado en la revista académica Oecologia, editada por Springer.

¿CÓMO Y CUÁNDO LOS MONOS DEJARON ÁFRICA?

noticiasdelaciencia.com

No solo los humanos primitivos abandonaron África, su cuna evolutiva, para buscar nuevas oportunidades en tierras ignotas. Los monos, nuestros primos evolutivos, vivieron una epopeya parecida, sobre la cual una investigación ha aportado ahora nuevos y reveladores datos.

Fotos de la pieza dental fosilizada, concretamente una muela, vista desde diversos lados. (Fotos: Eric Lazo-Wasem)

El equipo del antropólogo Andrew Hill, de la Universidad Yale en New Haven, Connecticut, Estados Unidos, y sus colaboradores de instituciones de este y otros países, ha completado un análisis de un fósil descubierto en los Emiratos Árabes Unidos. El fósil corresponde a una pieza dental de un mono y su antigüedad es de entre 6,5 y 8 millones de años.
Los investigadores han determinado que perteneció al miembro más antiguo conocido de los monos del género Cercopithecus, un grupo de monos conocido anteriormente solo en el continente africano.
El descubrimiento sugiere que los monos del Viejo Mundo viajaron de África a Eurasia un millón de años antes de lo que se pensaba previamente. Las anteriores teorías especulaban sobre que algunos monos se abrieron camino desde África a Eurasia a través del Estrecho de Gibraltar o la cuenca mediterránea, hace 6 millones de años. Eso habría ocurrido durante un evento conocido como la Crisis de Salinidad Mesiniense, desencadenada en el Periodo Mesiniense por el bloqueo del Estrecho de Gibraltar, que cortó la comunicación del Mediterráneo con el resto de los océanos. La evaporación redujo notablemente el nivel de este mar, que cayó entre tres y cinco kilómetros por debajo del de los otros océanos del mundo.
A la luz de lo descubierto en la nueva investigación, resulta evidente que un millón de años antes de la Crisis Mesiniense estaba disponible una ruta a través de Arabia.
El mono Cercopithecus encontrado en Abu Dabi es el único, fósil o vivo, oriundo del exterior del continente africano. El hallazgo también aumenta de manera notable la antigüedad máxima conocida hasta ahora de los monos Cercopithecus en el registro fósil. Previamente, el más viejo, procedente de Kenia, había sido fechado en unos 4 millones de años.

martes, 15 de julio de 2014

LAS ‘SORPRENDENTES’ MADRIGUERAS DE LOS ESCORPIONES

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Los escorpiones crean una plataforma en sus madrigueras donde se calientan antes de salir de caza por la noche. Asi lo han descubierto científicos de la de Israel en el desierto del Negev. Como animales ectotérmicos, los escorpiones se basan en la energía del ambiente para regular su temperatura interna. Los investigadores creen que esta plataforma ofrece un lugar seguro y cálido para los escorpiones con el fin de amoldar la temperatura de su cuerpo antes de salir de sus escondites para alimentarse por la noche.



Tras capturar escorpiones de grandes garras (Escorpio Maurus palmatus), los investigadores llenaron sus madrigueras con aluminio fundido para hacer réplicas de yeso. Una vez solidificado, se descubrieron y analizaron mediante un escáner láser 3-D.
Los investigadores encontraron que las madrigueras siguieron un diseño muy sofisticado, que comienza con un pozo de entrada corta, vertical que acaba a pocos centímetros por debajo de la superficie en una plataforma horizontal.
Las madrigueras luego giran bruscamente hacia abajo, descendiendo aún más por debajo del suelo para formar una cámara sin salida. Esta cámara húmeda fresca, donde la pérdida de agua por evaporación es mínima, ofrece un refugio para los escorpiones para descansar durante el calor del día.

DISEÑO COMÚN

El diseño era común a todas las madrigueras de escorpiones estudiados, lo que sugiere que la construcción de la madriguera en escorpiones ha evolucionado por selección natural para satisfacer las necesidades fisiológicas de los animales.
"Se sabe muy poco acerca de los entornos de la madriguera," dice Amanda Adams, quien presentó el estudio en la reunión anual de la Sociedad de Biología Experimental en Manchester, Reino Unido.
"Tenemos la intención de ampliar nuestros estudios a más especies de escorpiones en todo el mundo para probar cómo se forma la estructura de la madriguera y si es parte ampliada de la fisiología del constructor. Comprender la relación entre las condiciones ambientales y las estructuras de la madriguera, por su parte, podría ayudar a predecir cómo los constructores de madrigueras responderán al cambio climático.
Los escorpiones son arácnidos predadores, que se encuentran en todos los continentes excepto en la Antártida. Ocupan una variedad de hábitats, incluyendo bosques, praderas, montañas y desiertos. Sus variadas dietas incluyen artrópodos, lagartos e incluso pequeños roedores.

LAS BACTERIAS MARINAS SIGUEN UNA RUTINA DIARIA PREDECIBLE

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Seguir una rutina diaria no es exclusivo de los seres humanos. Las bacterias oceánicas estudiadas en una nueva investigación también siguen unas pautas de actividad cotidiana, en función del ciclo día-noche, muy predecibles.



El equipo de Edward DeLong, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, así como del Centro de Oceanografía Microbiana adscrito a la Universidad de Hawái en Honolulú, todas estas entidades en Estados Unidos, ha comprobado que ciertos microbios en el océano siguen patrones predecibles de actividad biológica, como nutrirse, “respirar”, y multiplicarse. Esta progresión diaria de actividad bacteriana es sorprendentemente constante y ordenada. Ciertas especies se “despiertan” temprano, exhibiendo señales genéticas de respiración, actividad metabólica y síntesis de proteínas durante las horas de la mañana, mientras que otras pasan a la acción en una franja horaria posterior.
DeLong y sus colaboradores encontraron que tal regularidad diaria la siguen microbios que son genéticamente bastante diferentes unos de otros, lo que sugiere que un comportamiento bacteriano no puede estar sólo basado en la maquinaria biológica individual de un organismo, sino que de algún modo se ajusta al horario seguido por el resto de la comunidad.
El microorganismo con mayor presencia en el estudio ha sido el Prochlorococcus, el organismo fotosintético más abundante en la Tierra. Se sabe que este productivo miembro del plancton tiene una agenda metabólica muy rigurosa, sincronizada con el Sol. En sus análisis genéticos, los investigadores observaron una tendencia similar: la Prochlorococcus empezó a exhibir señales de actividad metabólica al amanecer, con un pico alrededor del mediodía.
Además de la Prochlorococcus, el equipo analizó cinco especies relativamente representativas de tipo heterótrofo (que no sintetizan su propio alimento a partir de sustancias inorgánicas, sino que deben nutrirse de otros seres vivos). Entre esas poblaciones, un grupo llamado Roseobacter fue el primero en exhibir señales de actividad después de la salida del Sol, seguido muy pronto por otras bacterias.
La propia actividad de unas bacterias, determinada por la presencia o ausencia de luz solar, impone a su vez pautas a otras que directa o indirectamente dependen de ellas para su sustento. Así, al amanecer, el plancton empieza a absorber luz solar, convirtiéndola en carbono para el resto de la comunidad oceánica. A medida que está disponible más carbono, las especies heterótrofas como la Roseobacter empiezan a recogerlo. Dado que diferentes especies tienen distintos ritmos metabólicos, no alcanzan el pico de máxima actividad en la misma franja horaria exacta del día.
En definitiva, la investigación muestra claramente cómo organismos diferentes  conformando conjuntos complejos trabajan juntos en muchos aspectos y a raíz de ello coordinan sus actividades con bastante precisión a lo largo del día.
En 2013, el equipo de DeLong llevó a cabo un estudio similar, aunque en aquella ocasión observó la actividad bacteriana en las aguas costeras, donde registró patrones metabólicos menos regulares.

domingo, 13 de julio de 2014

LA SELECCIÓN SEXUAL DE LAS LAGARTIJAS DE TURBERA SE BASA EN EL SISTEMA 'PIEDRA PAPEL O TIJERA'

ecoticias.com

La selección sexual de las lagartijas de turbera y, por tanto, su modelo evolutivo, sigue un modelo semejante al del juego 'Piedra, papel o tijera' (PPT), según una investigación realizada por el Museo Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)



Así, según han explicado los científicos, hay tres "morfotipos" de lagartijas macho que se diferencian entre sí por el color del vientre, que puede ser naranja, amarillo o blanco. Cada morfotipo (que en los humanos se expresa a través de rasgos como el color de los ojos o el tono de la piel) emplea "distintas estrategias vitales" e, igual que en el juego infantil, "cada una de ellas gana o pierde en función de la estrategia a la que se enfrenta".
"Así, los machos blancos, que siguen la táctica 'piedra', ganan a los amarillos, que siguen la táctica 'tijera', pero pierden frente a los naranjas, con la táctica 'papel'. Como consecuencia de las estrategias genéticas, los morfotipos permanecen en la población describiendo ciclos en los que, cuando la frecuencia de uno aumenta, es enseguida reemplazado por aquel contra el que pierde", ha detallado el organismo investigador.
El MNCN-CSIC ha asegurado que es "la primera vez" que se demuestra de forma experimental la teoría de la selección sexual basada en el modelo PPT. "No existían evidencias científicas que confirmaran este modelo, aunque es una teoría aceptada para especies en las que las diferentes generaciones no comparten espacio", ha indicado.
El hallazgo ha sido publicado en la revista científica 'Proceedings of the Royal Society' y los autores del artículo explican como la dinámica descrita es válida para la 'Zootoca vivipara' (nombre científico de la lagartija de turbera) y detallan como en la misma especie pueden coexistir distintas generaciones debido a la longevidad de sus hembras, que pueden vivir hasta 13 años y de las que depende la selección sexual, frente a los 5 años que viven de media los machos.
Para llevarlo a cabo, los investigadores han analizado un total de seis poblaciones de lagartijas viviendo en condiciones "seminaturales" y han podido constatar como evolucionan de forma cíclica, y siendo capaces de predecir en qué dirección avanzará el ciclo y qué morfotipos van a sobrevivir mejor.
"Durante el primer año, la esperanza de vida de los ejemplares juveniles es del 8 por ciento de media, ya que son atacados por los machos adultos --han explicado--, pero cuando el número de adultos de un color es mayor los juveniles de ese mismo color tienen más posibilidades de sobrevivir, ya que tienen menos atacantes".
De este modo, mediante la alteración de las poblaciones, introduciendo ejemplares adultos de un morfotipo u otro, los científicos han comprobado cómo las hembras de la especie realizan la selección sexual en función de las posibilidades de supervivencia de las crías.
"Según pase el tiempo, el morfotipo preeminente acaba cambiando debido a la selección sexual y el cambio de ciclo hace que los tres morfotipos sigan dejando su carga genética", han concluido.
La investigación, en la que han participado cinco investigadores y que es fruto de la tesis doctoral del investigador Luis M. San José, permitirá, según el organismo científico continuar avanzando en esta línea en otras especies del reino animal.

sábado, 12 de julio de 2014

LA EVOLUCIÓN DE LA HABILIDAD DE NADAR EN LAS HORMIGAS

noticiasdelaciencia.com

La vida de las hormigas en las copas de los árboles de ciertas regiones selváticas es peligrosa: caerse del árbol puede significar la muerte. Sin embargo, este peligro no ha impedido que numerosas especies de hormigas tropicales establezcan su hogar entre las ramas. Para compensar el peligro de sufrir una caída, bastantes han desarrollado la capacidad de deslizarse planeando por el aire a fin de procurar aterrizar en un sitio seguro. Pero no todas tienen la suerte de posarse en otra rama o en otro árbol. Bastantes pueden acabar cayendo al agua de charcas, lagunas y ríos.

A lo largo de su historia evolutiva, las hormigas se han adaptado con éxito a muchos hábitats distintos. (Foto: Amazings / NCYT / JMC)

Steve Yanoviak y Dana Frederick, de la Universidad de Louisville, Estados Unidos, investigaron lo que les ocurre a las hormigas tropicales al caer al agua. Para su asombro, los individuos de algunas especies resultaron saber nadar muy bien. Profundizando en las observaciones, a fin de determinar cuán extendida está entre las especies de hormigas esta capacidad para nadar y qué técnicas de natación prefieren estos insectos, los investigadores han descubierto que el 57 por ciento de las especies de hormigas tropicales de los árboles pueden nadar, y que la natación debe ser muy importante para ellas ya que todo apunta a que ésta se desarrolló en cuatro ocasiones diferentes en el árbol genealógico evolutivo de la hormiga.
De las nadadoras, 10 especies resultaron ser lo más parecido a deportistas de élite, con la Gigantiops destructor alcanzando una velocidad máxima del orden de los 16 centímetros por segundo, mientras que las 10 especies menos hábiles se ponían a salvo nadando con lentitud y un tanto torpemente.
Cuando Yanoviak y Frederick compararon las habilidades natatorias de las hormigas con su habilidad para deslizarse por el aire planeando, encontraron que las mejores planeadoras tendían a ser las peores nadadoras.
También constataron que las hormigas que nadan sumergidas son capaces de divisar y reconocer objetos que son o parecen partes bajas de árboles. Eso les permite nadar hacia esa dirección a fin de poder trepar luego por ellas.
Los resultados de la investigación se han publicado en la revista académica Journal Of Experimental Biology.

sábado, 5 de julio de 2014

DESCUBREN UNA NUEVA Y EXÓTICA ESPECIE DE INSECTO PALO

noticiasdelaciencia.com

Muchos animales poseen habilidades únicas de camuflaje, pero los insectos palo están entre los maestros del disfraz en el mundo animal. Durante un estudio de campo en Guangxi, China, Ho Wai-chun George, de la Sociedad Entomológica de Hong Kong, descubrió una nueva especie de este enigmático grupo de insectos, y recientemente ha completado la descripción científica de esta nueva especie.

Esta imagen muestra un macho, arriba, y una hembra, abajo, ambos de la nueva especie de insecto palo, llamada Sinophasma damingshanensis. (Fotos: Ho Wai-chun George. CC-BY 4.0)

El nuevo insecto palo, llamado Sinophasma damingshanensis, se distingue por tener un cuerpo peculiarmente alargado y una coloración marrón verdosa, que le hace asemejarse notablemente al tallo de una planta. Este camuflaje natural puede hacer que sea muy difícil detectarlos. Además, muchos también son capaces de moverse como lo haría una ramita mecida por el viento, para así pasar desapercibidos incluso mientras se mueven.
La nueva especie fue descubierta escondida en los frondosos bosques de hoja perenne de Damingshan, en la zona centro-sur de Guangxi, en China, durante un viaje de recolección. El trabajo de los científicos tuvo que afrontar la dificultad extra de tener que prescindir de la luz solar, ya que tuvieron que recolectar los insectos por la noche, que es cuando están activos. Afortunadamente, usando una linterna para detectarlos en las hojas de las plantas, lograron recolectar varios especímenes, que luego resultaron pertenecer a una nueva especie, la que ahora ha sido descrita.

LOS ANIMALES TAMBIÉN BAILAN

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Comienza la temporada de festivales de verano y cientos de personas se moverán al ritmo de sus grupos favoritos. Pero no solo los humanos son capaces de danzar al compás de la música. Algunas aves, las ballenas, los delfines, las focas, los murciélagos y los elefantes, entre otros, también pueden seguir el tempo de una melodía.

Algunas aves son capaces de aprender vocalizaciones y seguir el ritmo, es decir, moverse al tempo con un pulso, de una manera predictiva y flexible.

Durante tres años Wolfgang Amadeus Mozart tuvo de mascota a un estornino al que dedicó un poema burlesco cuando falleció. Comenzaba así: “Aquí yace un loco entrañable, un pájaro rígido”. Cuerdo o no –como su dueño– este pájaro de compañía tuvo la capacidad de aprender a silbar el último movimiento del concierto para piano en Sol mayor de Mozart, según relata el escritor estadounidense Gabriel Jackson en la biografía del compositor.
El estornino es uno de los seres vivos que tiene la habilidad de imitar en su canto aquello que escucha y, posiblemente, el genio de la música clásica lo escogió por esta razón.
Además de esta ave, otras, como los periquitos o las cacatúas, son capaces de aprender vocalizaciones y moverse al ritmo de una manera predictiva y flexible. La hipótesis científica que explica esta destreza es que solo los animales con capacidades vocales pueden seguir el compás.
“Este supuesto sigue vigente, aunque estudios con chimpancés y leones marinos –animales con aparente falta de aprendizaje vocal– la contradicen. Es necesaria una investigación sistemática de muchas especies que utilicen los mismos estímulos, pruebas conductuales y un análisis estadístico para tener una idea más clara del problema”, declara a Sinc Hugo Merchant, investigador del Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México y autor de un estudio sobre primates y consonancia rítmica.
Otros seres vivos con aptitud para percibir el ritmo musical –además del ser humano–, son las ballenas, los delfines, las focas, los murciélagos y los elefantes, entre otros. Pero existen diferencias claras entre la percepción de la música por parte de los humanos y otros animales.
“El ser humano tiene una capacidad enorme para percibir y generar movimientos rítmicos, con una flexibilidad que no se ha visto en ninguna otra especie. Esta cualidad se ha observado en bebés recién nacidos, por lo que se sugiere como algo innato”, añade Merchant.
Los científicos están de acuerdo en que los animales capaces de aprender vocalizaciones tienen un aparato audiomotor muy sofisticado que les permite percibir el ritmo. “Se sabe que las especies que tienen este talento muestran proyecciones neuronales directas desde la corteza motora primaria hasta la siringe en las aves o la laringe en mamíferos”, asegura el experto.

Chimpancés que tocan el piano

El Instituto de Investigación de Primates de la Universidad de Kyoto (Japón) es uno de los centros que ha contradicho con sus experimentos la teoría general de que solo los animales con capacidad de aprendizaje vocal siguen el ritmo.
Yuko Hattori, científica de este instituto, jugó con chimpancés haciendo varios ejercicios con estímulos sonoros y los colocó frente a un teclado para observar sus movimientos.
“Al principio, entrenamos a los chimpancés para que tocaran dos teclas alternativamente a su tempo preferido. Una luz los dirigía a cada tecla, pero a un ritmo aleatorio que cambiaba rápidamente. Cada vez que los chimpancés pulsaban las teclas treinta veces recibían alimentos”, explica a Sinc Hattori.
Después, los científicos los expusieron al compás sencillo de un metrónomo para ver si su golpeteo coincidía de forma natural con el estímulo, e introdujeron también un sonido para distraerlos.
“Los resultados muestran que los chimpancés son capaces de sincronizar de forma espontánea sus movimientos con el sonido. Uno de tres tocó sobre el teclado el ritmo que escuchaba”, apunta Hattori, que publicó el experimento en la revista Nature.
Los investigadores desconocen en qué momento adquirieron esta habilidad los monos. Sin embargo, el ritmo es importante en la comunicación, tanto en chimpancés como en humanos, por lo que pudo haberse desarrollado a través de la comunicación con otros miembros del grupo. “Algunos investigadores creen que esta capacidad está relacionada con la del aprendizaje vocal complejo”, comenta la experta.

Loros pioneros en sincronización rítmica

En su libro El origen del hombre, Darwin ya especuló con que la capacidad humana para el ritmo musical reflejaba aspectos básicos de la función cerebral y que la compartiría con otros animales.
De hecho, se presume que el aprendizaje vocal en las aves y los seres humanos tiene una biología subyacente similar. “No lo sabemos a ciencia cierta, pero es una idea corriente entre algunos biólogos”, explica a Sinc Aniruddh Patel, profesor de la Universidad Tufts (EE UU).
El investigador publicó en la revista PlosOne una revisión sobre los métodos y estudios que se han realizado al respecto. “El estudio con loros ha proporcionado la primera evidencia experimental de que las especies no humanas pueden sincronizar los movimientos al ritmo de una manera similar a la nuestra”, asegura.
Pero la similitud de la conducta no es garantía de mecanismos subyacentes similares. “Por ejemplo, un loro puede decir ‘Polly quiere una galleta’, pero esta emulación del habla se produce por diferentes mecanismos articulatorios a los utilizados en el habla humana”, argumenta en el estudio. 
El científico investiga actualmente si existe esa sincronización también en el trote de los caballos domésticos, un hecho que solo se ha observado de forma informal.
“Aún desconocemos si son capaces de seguir una melodía sin las señales del jinete, que es una cuestión crucial. Por eso he diseñado un nuevo método, para poder probarlo”, señala.
Hasta ahora, los únicos mamíferos no humanos que han demostrado de forma más contundente ser bailarines con ritmo son los leones marinos. Investigadores del Laboratorio Long Marine de California publicaban a principios de año que una leona marina apodada Ronan era capaz de bailar con la cabeza al tempo, al oír ciertos ritmos.
Ronan nació en un hábitat salvaje en 2008 y la rescataron al año siguiente en el Centro de Mamíferos Marinos en Sausalito, después de su tercer varamiento. En enero de 2010 se unió al Laboratorio Pinniped de Cognición y Sistemas Sensoriales, donde aprendió a mover su cabeza al oír ciertos ritmos. Más tarde, observaron que era capaz de aplicar esta habilidad a melodías que nunca había escuchado antes.
Una vez más, la teoría general queda cuestionada ya que los leones marinos no se caracterizan por su capacidad vocal y tienen una flexibilidad limitada en los sonidos que emiten.
"El éxito de Ronan plantea un verdadero problema para la teoría de que la imitación vocal es una condición previa necesaria para la consonancia rítmica", recalcó Peter Cook, autor principal de este trabajo y becario posdoctoral en la Universidad de Emory.  
Y no solo eso; según Cook esta leona marina es mucho mejor bailarina que las aves, ya que estas encuentran pronto el ritmo pero no mantienen el compás de forma tan fiable como Ronan.
Ya lo decía el compositor francés Claude Debussy: “La música es una transposición sentimental de lo que es invisible en la naturaleza”. Algo inmaterial, que solo disciernen algunos seres afortunados del reino animal. Y, como pasa con los humanos, unos tienen más talento que otros.

¿COMER INSECTOS CONTRIBUYÓ AL DESARROLLO CEREBRAL DE LOS PRIMEROS HUMANOS?

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Cuando la comida escasea, los alimentos vegetales ya no dan más de sí, y las presas de buen tamaño son muy inferiores en número a las de tamaño minúsculo, comer insectos puede ser el único modo factible de nutrirse de carne. Sin embargo, los insectos, por su pequeño tamaño, no son fáciles de detectar y atrapar.

Un mono capuchino comiéndose un insecto. (Foto: A. Melin)

Hace tiempo que se reconoce a las dificultades asociadas a encontrar comida como algo importante en el proceso de modelar la evolución del cerebro y la cognición en primates, incluyendo humanos.
La necesidad de subsistir, durante largas temporadas, de una dieta rica en hormigas y otros insectos y animales diminutos podría haber espoleado el desarrollo de cerebros más grandes y funciones cognitivas de más alto nivel en los ancestros de los humanos actuales y de otros primates. Esta es la conclusión a la que ha llegado en una investigación el equipo de la antropóloga Amanda D. Melin de la Universidad Washington en San Luis de Misuri, Estados Unidos, así como la bióloga Hilary C. Young y las antropólogas Krisztina N. Mosdossy y Linda M. Fedigan, las tres últimas de la Universidad de Calgary, en Canadá.
Basándose en un estudio de cinco años sobre monos capuchinos en Costa Rica, la investigación apoya la teoría evolutiva que enlaza el desarrollo de las habilidades sensoriomotoras, tales como una destreza manual notable, el uso de herramientas, y la adopción de soluciones innovadoras para problemas, a los retos creativos inherentes a localizar insectos y otras fuentes de comida que se encuentren enterrados, ocultos bajo otras superficies o que sean difíciles de localizar y atrapar por cualquier otro motivo.
Este estudio es el primero que proporciona pruebas de campo detalladas sobre cómo los cambios estacionales en la disponibilidad de alimentos influyen en los patrones de búsqueda de comida de los monos capuchinos salvajes.
Las científicas comprobaron que los monos capuchinos comen insectos difíciles de encontrar todo el año, pero intensifican su consumo estacionalmente, durante la temporada en que su comida preferida, la fruta madura, es menos abundante.
Los monos capuchinos son modelos excelentes para examinar la evolución del tamaño del cerebro y la inteligencia ya que para su pequeño tamaño corporal, poseen cerebros impresionantemente grandes.  Saber acceder a los insectos ocultos y bien protegidos que viven en las ramas de los árboles y bajo las cortezas es una tarea cognitivamente exigente.

miércoles, 2 de julio de 2014

DESCIFRAN EL PATRÓN DE VUELO DEL PICUDO ROJO

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Un estudio, publicado en el Bulletin of Entomological Research yllevado a cabo en los laboratorios del Instituto Agroforestal Mediterráneo (IAM) y con la colaboración del departamento de Informática de Sistemas y Computadores (DISCA) de la UPV, ha analizado el comportamiento del picudo rojo(Rhynchophorus ferrugineus)en una cámara equipada con un molino de vuelo conectado a un ordenador. Evaluaron parámetros como distancia recorrida, duración del vuelo, velocidad media y máxima.



Entre sus conclusiones, el estudio señala que la mayoría de insectos analizados –un 54%- recorre distancias cortas, de menos de 100 metros; el 36% voló entre 100 y 5.000 metros; y un 10% fue capaz de volar más de 5.000 metros.
“Comparando los resultados con otros trabajos que hemos realizado en campo, podemos concluir que cuando se detecta un insecto, todas aquellas palmeras que están hasta 500 metros de distancia corren grave riesgo de ser infestadas”, apunta Antonia Soto, investigadora del Instituto Agroforestal Mediterráneo de la UPV.
Respecto al sexo, determinaron que no incide en el potencial de vuelo del insecto, mientras que en el caso de la edad, observaron que en los insectos de entre 8 y 23 días el porcentaje de insectos que vuela es mayor que en los recién emergidos.
“Las conclusiones que hemos obtenido respaldan los estudios que hemos realizado en campo y aportan importantes claves sobre la movilidad del insecto. Este tipo de información ayuda a mejorar el manejo de esta plaga y encontrar medidas de control más eficaces. Por ejemplo, en un nuevo foco detectado de palmeras con picudo, ahora podemos saber hasta qué distancia hemos de aplicar medidas de control de la plaga para evitar, o al menos disminuir, su dispersión o podemos conocer cuál sería el perímetro de seguridad que se debe aplicar en una zona con presencia de picudo”, añade Juan Antonio Ávalos, investigador del Instituto Agroforestal Mediterráneo de la UPV.

Ensayos de campo

En los ensayos de campo, los investigadores de la UPV han comprobado que la mayoría de los adultos de Rhynchophorus ferrugineus se dispersan volando distancias cortas, menos de 500 metros, coincidiendo con los resultados obtenidos en laboratorio.
Por otra parte, la distancia máxima a la que se recapturaron los adultos fue de 7 kilómetros desde el punto de suelta, obteniendo en laboratorio un potencial de vuelo muy superior, de casi 20 kilómetros.

Referencia bibliográfica:

Ávalos, J.A., Martí-Campoy, A., Soto, A. Study of the flying ability of Rhynchophorus ferrugineus (Coleoptera: Dryophthoridae) adults using a computer-monitored flight mill. Bulletin of Entomological Research, 2014, volume 104, issue 04, pp. 462-470. (DOI: 10.1017/S0007485314000121).

ATACAR EN VEZ DE HUIR, RASGO FEMENINO DE CONDUCTA EN LOS ESCORPIONES

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En una investigación se ha explorado un intrigante rasgo de conducta en escorpiones, al menos en los del tipo estudiado, del género Centruroides: Cuando se sienten en peligro, los escorpiones machos tienden más a huir que las hembras, las cuales más a menudo optan por atacar a la fuente de la amenaza, picándola.

Un escorpión macho de la especie Centruroides vittatus. (Foto: Matthew Rowe, coautor del estudio, publicado en la revista PLOS ONE. CCAL)

¿Por qué? ¿Simplemente porque son más agresivas y temerarias? El equipo de Bradley Carlson y Shannen McGinley, de la Universidad Estatal de Pensilvania, y Matthew P. Rowe, de la Universidad Estatal Sam Houston, en Huntsville, Texas, ambas entidades en Estados Unidos, ha descubierto una explicación alternativa, más lógica, y avalada por datos biológicos.
Las hembras de estos escorpiones recurren antes que los machos a picar a su atacante para compensar su mermada capacidad de huir de la amenaza, según se desprende de los resultados del nuevo estudio.
La diferencia entre los cuerpos masculino y femenino de los escorpiones, y entre la conducta de los machos y la de las hembras, pueden ser el resultado de ciertas presiones ambientales o sexuales. Por ejemplo, las hembras de los escorpiones Centruroides están preñadas el 80 por ciento del año y, como resultado, deben afrontar las amenazas en unas circunstancias personales muy distintas de las que son típicas en los machos.
Para investigar esto a fondo, los científicos comprobaron el efecto del sexo y el de la forma del cuerpo, en la conducta de picar y en la de huir. Después, evaluaron las diferencias entre los sexos en la tendencia a picar ante una amenaza simulada.
Los científicos constataron que las hembras de estos escorpiones suelen tener una pobre capacidad para correr, quizás debido a su alta masa corporal mientras se encuentran preñadas, y parecen compensar esa dificultad en beneficiarse de una huida veloz, con la estrategia de picar de inmediato a todo aquello que crean que les amenaza. De hecho, todas las hembras picaron, al menos una vez, a su “oponente” durante las pruebas para medir la velocidad de picar, mientras que solo el 64 por ciento de los machos lo hicieron. Por otro lado, los escorpiones machos Centruroides tienen patas más largas, lo que contribuye a su mejor capacidad de salir corriendo, una capacidad que probablemente les resulta muy útil para evadir depredadores o que incluso puede ayudarles a encontrar pareja.

martes, 1 de julio de 2014

LA GRAN BIODIVERSIDAD DE LOS SERES MULTICELULARES MÁS ANTIGUOS CONOCIDOS DE LA TIERRA

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Los resultados de un meticuloso análisis ratifican que unos fósiles descubiertos en sedimentos de arcilla cerca de Franceville, en Gabón, en un antiguo lecho acuático, corresponden a los organismos multicelulares más antiguos que se hayan encontrado hasta hoy, y revelan en toda su magnitud la gran importancia de este abundante yacimiento paleontológico, al sacar a la luz una amplia biodiversidad compuesta de organismos micro y macroscópicos de tamaños y formas muy variados, que se desarrollaron en un ecosistema marino. En total, se han recolectado y examinado más de 400 fósiles de hace 2.100 millones de años, incluyendo docenas de nuevos tipos.

Dos macrofósiles del conjunto de restos estudiados. (Foto: © Abderrazak El Albani)

Antes del hallazgo de este conjunto asombroso de fósiles, los de los organismos complejos más antiguos conocidos tenían unos 600 millones de años (los Vendobionta de Ediacara en Australia) y se asumía que, antes de ese período, la vida en nuestro planeta estaba integrada exclusivamente por organismos unicelulares (bacterias, algas unicelulares, y otras formas por el estilo). Con el descubrimiento en Franceville, la aparición de las primeras formas de vida compleja ha dado un espectacular salto de 1.500 millones de años hacia atrás en el tiempo.
En definitiva, el hallazgo de los fósiles, y el extenso análisis de los mismos realizado por un equipo que incluye a expertos del CNRS (Centro Nacional francés para la Investigación Científica), la Universidad de Poitiers en Francia, y otras instituciones francesas, han cambiado drásticamente la cronología de la evolución de la vida en la Tierra.
Las excavaciones llevadas a cabo desde 2008 por parte del equipo de Abderrazak El Albani han desenterrado hasta la fecha unos 400 fósiles.
La rápida fosilización de estos especímenes conservó muy bien sus formas originales, lo que aumenta el valor científico del yacimiento.
Los investigadores han catalogado algunos nuevos morfotipos, como, por ejemplo, circulares, alargados, lobulados, cada uno incluyendo individuos de diferentes tamaños. Sus análisis revelan organismos con textura radial y cuerpos gelatinosos blandos. Sus formas pueden ser lisas o con pliegues, su textura puede ser uniforme o por el contrario nudosa, y su material corporal puede estar esencialmente en una sola pieza o dividido en partes. Las estructuras corporales con un muy alto nivel de organización, así como los tamaños diversos de los especímenes macroscópicos (de hasta 17 centímetros) resultan sorprendentes para una época tan antigua y supuestamente tan primitiva. La diversidad y las estructuras altamente organizadas de los especímenes estudiados sugieren que ya llevaban un tiempo bastante largo evolucionando. Hay datos suficientes para determinar que este complejo ecosistema marino estuvo compuesto por organismos micro y macroscópicos, muy variados en cuanto a formas, que vivían en un entorno marino de escasa profundidad.

LA MÚSICA QUE MÁS LES GUSTA A LOS CHIMPANCÉS

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Aunque la música tal como la entendemos es un arte creado por humanos para humanos, algunos animales lo bastante inteligentes muestran a veces agrado hacia ella, pero no hacia cualquier tipo de música. Una investigación revela ahora qué tipo de música les gusta más a los chimpancés, al menos a los observados durante los experimentos.

Estudios psicológicos con chimpancés como Tara, aquí retratada, han mostrado que éstos prefieren el silencio a la música occidental. La nueva investigación revela que a los chimpancés les gustan otros tipos de música del mundo, como la africana o la hindú. (Foto: Cortesía del Centro Nacional Yerkes de Investigación sobre Primates)

El equipo de Frans de Waal, de la Universidad Emory en Atlanta, Georgia, Estados Unidos, empleó estilos musicales con fuerte base geográfica. La idea no era tanto buscar preferencias de los chimpancés hacia el folclore musical de ésta o aquella cultura humana, sino más bien hacia las propiedades acústicas, muy típicas de cada estilo.
Muchas investigaciones anteriores se han venido centrando sólo en música occidental, sin tener en cuenta las características acústicas tan distintas de la música no occidental. Si bien en experimentos anteriores con primates no humanos se constató que estos mostraban preferencias evidentes entre diversas opciones musicales, en muchos de tales experimentos escogieron reiteradamente el silencio sobre diversos tipos de música occidental. La inclusión de música tradicional de África, India y Japón en el nuevo estudio amplió sustancialmente la diversidad acústica ofrecida a los animales, y ha conducido a resultados bastante claros y un tanto llamativos.
Participaron en los experimentos 16 chimpancés adultos en dos grupos, en el Centro Nacional Yerkes de Investigación sobre Primates, dependiente de Universidad Emory. A lo largo de 12 días seguidos, durante 40 minutos cada mañana, a los grupos se les daba la oportunidad de escuchar música africana, hindú o japonesa, reproduciéndose cada una de éstas en un aparato estéreo portátil, cerca del amplio terreno cercado al aire libre en el que viven estos primates. Se colocó otro reproductor estéreo portátil que no tocaba ninguna música en un lugar distinto, cerca del terreno cercado, para descartar comportamientos que pudieran estar asociados con el objeto en vez de con la música.
Los diferentes tipos de música se tocaron con el mismo volumen pero en orden aleatorio. Cada día, los investigadores observaron los chimpancés y registraron su posición cada dos minutos, mediante notas manuscritas. También grabaron en video la actividad en el terreno vallado. El comportamiento de los chimpancés cuando se tocaba cada tipo de música se comparaba con su conducta sin música, a fin de detectar eventuales diferencias significativas.
Y las hubo: Los chimpancés preferían música tradicional africana o hindú. Cuando se tocaba música de estas dos clases cerca del terreno vallado, los chimpancés pasaban bastante más tiempo en áreas donde podían escucharla mejor. Cuando se tocaba la música japonesa, era más probable encontrarlos en lugares donde resultaba más difícil o imposible oírla.