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Un equipo internacional de científicos de España, Italia y Estados Unidos, con participación del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona y de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), ha desarrollado un método que permite predecir de forma rápida y sencilla qué especies exóticas pueden desarrollar poblaciones invasoras.
El método, publicado en la revista 'Ecology Letters', se basa en comparar la morfología de la especie exótica con la de las especies nativas para poder hacer una predicción de su éxito, ha informado este viernes el Centro Superior de Investigaciones Científicas (Csic) en un comunicado.
Los expertos han analizado especies de peces del mar Rojo que han entrado en el Mediterráneo a través del Canal de Suez: se trata de uno de los procesos de cambio de mayor escala de la historia, que se inició a principios del siglo XX y que se ha agudizado en los últimos años.
El representante del Istituto Superiore per la Protezione e la Ricerca Ambientale (Ispra) de Italia Ernesto Azzurro ha explicado que el método se basa en "marcar distintas partes de la anatomía de un ejemplar de cada especie para definir un espacio morfológico dentro del cual cada especie ocupa un lugar".
Especies de forma de vida similar, ha añadido Azzurro, "se encuentran cercanas en este morfoespacio, lo que indica que su anatomía y el tipo de nicho ecológico ocupado se encuentran fuertemente relacionados".
Esta relación entre nicho ecológico y potencialidad de invasión, que el científico Charles Darwin ya había avanzado en su libro 'El origen de las especies', "permite predecir las posibilidades de éxito de una nueva especie introducida".
CAPACIDAD DE EXPLOTAR
El representante del Instituto de Ciencias del Mar Antoni Lombarte ha explicado que una especie nueva que sea similar a las ya existentes tendrá menos posibilidades de desarrollar poblaciones invasoras, "dado que su capacidad de explotar los recursos existentes ya la poseen las poblaciones residentes, bien establecidas".
"En cambio, si existen zonas del espacio morfológico más vacías --lo que significa nichos no ocupados y por lo tanto oportunidades nuevas-- el invasor tiene posibilidades de progresar, aunque de forma limitada", ha añadido Lombarte.
Por último, aquellas especies que posean una morfología que las aleje de todas las morfologías presentes en el hábitat receptor, tendrá "enormes oportunidades de expandirse".
Aunque la mayoría de las especies exóticas no sobreviven o permanecen inocuas en los lugares de introducción, algunas se adaptan al ambiente de forma más eficiente que las especies nativas, y en el peor de los casos llegan a dominar el ecosistema, lo que conlleva graves perjuicios ecológicos y económicos.
El mejillón cebra o el caracol manzana son dos ejemplos de hasta qué punto el éxito de un invasor puede destruir y dañar irreversiblemente un hábitat natural.
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