miércoles, 13 de mayo de 2015

DESCUBREN NUEVOS ORGANISMOS COLONIALES MARINOS EN MADEIRA

agenciasinc.es

La isla portuguesa de Madeira es considerada un punto caliente de diversidad de briozoos, organismos coloniales principalmente marinos. Sin embargo, no se había empezado a documentar la fauna de estos pequeños animales hasta hace poco. Ahora, un equipo de científicos españoles y portugueses ha descubierto dos nuevas especies de briozoos y otra que, hasta el momento, solo se había encontrado en aguas de Rio de Janeiro (Brasil).


Favosipora purpurea, una de las nuevas especies de briozoos descubierta en la isla de Madeira. / Javier Souto et al.

En la actualidad, en Madeira se conocen unas 140 especies de briozoos, por lo que algunos autores consideran la isla como un punto caliente de diversidad de este grupo zoológico. Pero la mayor parte del conocimiento que se tiene de los animales de esta zona proviene de trabajos realizados por investigadores ingleses de finales del siglo XIX y principios del XX.
En los últimos años, la aplicación de técnicas de estudio más modernas, así como el uso de microscopía electrónica, han permitido un análisis más detallado de la diversidad de estos organismos al distinguir mejor entre especies. Con esta tecnología los investigadores son capaces de comparar en la mayoría de los casos el material recogido ahora con material de colecciones antiguas.
Gracias a estos nuevos métodos, científicos de diversos centros españoles y portugueses han analizado las muestras de rocas colonizadas por estos organismos a 11 metros de profundidad y recogidas en agosto de 2013 al sur de la isla. Los resultados, publicados en la revista Zootaxa, revelan el hallazgo de dos nuevas especies: Favosipora purpurea y Rhynchozoon papuliferum.
“En este trabajo, no solo se describen dos especies de briozoos nuevas para la ciencia, sino que también se vuelve a describir seis especies ya conocidas en la isla de Madeira, y una especie que se consideraba endémica del Brasil y ha sido encontrada por primera vez fuera de estas aguas”, informa a Sinc Javier Souto, investigador asociado a la Universidad de Viena y al departamento de Zoología y Antropología Física de la Universidad de Santiago de Compostela (USC).
Para llegar a estas conclusiones, el equipo estudió material recolectado por los propios investigadores y muestras recogidas a finales del siglo XIX y conservadas en el Museo de Manchester (Reino Unido). “Así pudimos comprobar que todo este material correspondía a una especie nunca descrita anteriormente, a la que llamamos Rhynchozoon papuliferum”, indica Souto.
Según el biólogo, el nombre está relacionado con la morfología de las avicularias (zooides especializados en la defensa) en forma de papilas, “detalle que el científico británico A. W. Waters –y que da nombre a la colección de briozoos en el museo inglés– ya había detectado en 1909 pero esta característica no le llevó a describir una nueva especie”, explica el investigador español.
Por otro lado, Favosipora purpurea, que adopta el nombre por el color de las colonias, representa la primera especie perteneciente a este género descrita en el océano Atlántico, y que antes solo se conocía del Pacífico e Índico. En cuanto a sus características, es más o menos circular con un diámetro de dos centímetros.

Redescubriendo los briozoos

“Los briozoos son uno de los organismos incrustantes más importantes del bentos marino, y que muchas veces pasan desapercibido por su pequeño tamaño”, destaca el autor. Actualmente se conocen unas 6.000 especies en el mundo, pero se estima que pueden existir alrededor de 11.000 especies.
Estos animales forman colonias que van desde los pocos milímetros a grandes colonias de hasta un metro y pueden estar formadas desde unos pocos zooides hasta miles de ellos, con una morfología y función dentro del grupo muy variable de unas especies a otras.
“Esta variabilidad morfológica es la que se usa para distinguir unas especies de otras. Para observar esta variabilidad se hace necesario trabajar con microscopía electrónica de barrido, lo que permite su correcta identificación”, señala Souto. La investigación ha permitido además volver a describir seis especies previamente registradas en la isla portuguesa, de las que la tecnología ofrece nuevos datos e imágenes.
Este trabajo se ha llevado a cabo en el marco de un proyecto de monitorización de especies, cuyo objetivo es conocer la diversidad y detectar las especies introducidas por la actividad humana en la isla de Madeira. La iniciativa se inició en 2013 por Joao Canning Clode, investigador en la Estación de Biología Marina de Funchal (Madeira), entre otros centros.

Referencia bibliográfica:

Souto, Javier; Kaufmann, Manfred J.; Canning-Clode, Joao. “New species and new records of bryozoans from shallow waters of Madeira Island” Zootaxa 3925(4): 581-593 Marzo de 2015

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