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Por primera vez, unos químicos han producido con éxito moléculas comparables a
aminoácidos y todas ellas poseyendo la misma quiralidad, a partir de bloques de
construcción sencillos y dentro de una sola cámara de experimentación. ¿Pudo ser
así como surgió de manera natural la vida en la Tierra o en el espacio?
El experimento comienza con reactivos sin
quiralidad. Estos reaccionan para producir tanto productos levógiros (S, azul)
como dextrógiros (R, rojo). Tras la cristalización, un proceso transforma todas
las moléculas a la misma quiralidad. (Imagen: Universidad Radboud)
A algunas moléculas se las encuentra en dos variantes quirales que, como las
manos, son imágenes especulares entre sí. La naturaleza tiende a usar
predominantemente en sus construcciones biológicas una sola variante, ya que
usar ambas crea problemas graves. Aunque las moléculas son químicamente
idénticas, el efecto biológico de las dos imágenes especulares puede diferir
enormemente. Debido a las distintas interacciones con las moléculas en nuestros
cuerpos, como el ADN o los azúcares, esto puede significar la diferencia entre
un veneno y una medicina o nutriente.
Por qué predomina una variante sobre otra en la naturaleza y cómo empezó esta
tendencia que evitó la peligrosa coexistencia común de ambas, ha venido siendo
un enigma para la ciencia. Después de todo, cada vez que los químicos producen
las mismas moléculas, obtienen una mezcla de ambas variantes.
Puede que el enigma se haya resuelto o esté a punto de ello, gracias a la
nueva investigación realizada por el equipo del astroquímico René Steendam, de
la Universidad Radboud en la ciudad de Nimega (Nijmegen), Países Bajos. Estos
científicos han conseguido producir moléculas análogas a aminoácidos, todas
ellas con una misma quiralidad, a partir de una disolución de una cetona y una
amina. Su método podría ser similar a los procesos que tuvieron lugar en la
“sopa” primordial de la que se formaron los primeros seres vivos de la Tierra.
La viabilidad de este escenario ejecutado por Steendam y sus colaboradores fue
propuesto por primera vez por el físico F.C. Frank in 1953.
Una investigación de Kenso Soai presentada en 1995 logró llevar a la práctica
por vez primera el proceso, pero solo funcionó después de agregar al inicio una
pizca del producto levógiro (“zurdo”) o una pizca del dextrógiro (“diestro”).
Ahora, Steendam y sus colegas han dado un paso crucial: Han actualizado el
concepto de Frank y han descubierto un método de síntesis asimétrica espontánea
que tiene lugar en ausencia de moléculas levógiras o dextrógiras.
En una única y sencilla reacción química dentro del mismo vaso de
precipitados, estos científicos han conseguido que a partir de una situación
inicial sin quiralidad, se llegue a una situación final que es un 100 por cien
levógira o un 100 por cien dextrógira.
Los primeros aminoácidos levógiros, protagonistas de la vida, podrían haber
sido producidos de esta forma, tanto en la Tierra como en cualquier otro lugar
del universo con las condiciones adecuadas. La química, en esencia, funciona
igual en todas partes del cosmos.
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