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Una investigación profundiza en las asombrosas propiedades vibratorias de las
telarañas y revela que muchas arañas tocan su tela de un modo comparable a cómo
lo haría un afinador con un instrumento musical de cuerda, para chequear su
estado estructural. La seda producida por las arañas es bien conocida por sus
impresionantes propiedades mecánicas, pero sus propiedades vibratorias han sido
pasadas por alto en muchos aspectos, hasta ahora.
Una telaraña con su araña cerca del centro. (Foto: Randolph Femmer, USGS)
La seda de araña transmite las vibraciones de una amplia gama de frecuencias
de manera que, cuando se la golpea como a una cuerda de guitarra, su sonido
transmite información sobre las eventuales presas, una posible pareja, e incluso
la integridad estructural de la telaraña.
El descubrimiento fue realizado por investigadores de las universidades de
Oxford, Strathclyde, y Sheffield, en el Reino Unido, quienes se valieron de
rayos láser y proyectiles para estudiar cómo vibra la seda de araña.
El equipo de la investigadora Beth Mortimer, de la Universidad de Oxford, ha
constatado que la seda de araña es singular en comparación con otros materiales,
ya que puede ser "afinada" a una amplia gama de armónicos. Los resultados no
solo aportan nuevos y reveladores datos sobre las arañas, sino que también
podrían servir de inspiración para una amplia gama de nuevas tecnologías, como
innovadores sensores "inteligentes", con tamaños diminutos, y pesos muy
ligeros.
La vista de bastantes arañas no es tan buena como podría parecer, y a menudo
obtienen mucha información sensorial exclusiva de las vibraciones de la seda en
su telaraña. Por ejemplo, el sonido de la seda les puede decir qué tipo de
alimento potencial ha quedado enredado en su red y las intenciones y la calidad
de una posible pareja.
Tocando los hilos de un modo no muy diferente de como se hacen sonar las
cuerdas de una guitarra, y escuchando los "ecos", la araña puede evaluar las
condiciones en que se halla su telaraña. Si el "acorde" suena bien, la telaraña
está en buen estado. Si el acorde suena "mal", hay algo roto o desajustado en
ella. Para valerse de esa "musicalidad" de su telaraña, la araña debe "afinar"
la seda en ella: Eso implica controlar y ajustar las propiedades inherentes de
los hilos de seda que la conforman, el grado en que están tensados, y sus
interconexiones.
El hecho de que las arañas puedan recibir estas minúsculas vibraciones con
órganos en cada una de sus patas y extraer información tan detallada de ellas es
fascinante, y una demostración contundente de las formidables propiedades de
muchas sedas de araña, las cuales son capaces de combinar una resistencia
colosal con la capacidad para transferir con notable fidelidad información muy
precisa mediante señales
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