miércoles, 4 de marzo de 2015

FORMA TEÓRICA DE VIDA QUE PODRÍA EXISTIR EN TITÁN

noticiasdelaciencia.com

El agua líquida es una necesidad para la vida sobre la Tierra. Pero en otros mundos mucho más fríos, la vida podría existir más allá de las fronteras de la química basada en el agua. Tomando un enfoque que se atiene a los fundamentos científicos pero que a la vez es imaginativo, un equipo interdisciplinario de científicos especializados en bioquímica y astronomía de la Universidad Cornell en Ithaca, Nueva York, Estados Unidos, ofrece una especie de “retrato robot” (“retrato hablado”) sobre cómo debería ser la estructura bioquímica de una célula extraterrestre capaz de formarse en el medio químico de Titán, la luna gigante del planeta Saturno, y de funcionar bajo las condiciones imperantes en ese satélite, que incluyen una temperatura mucho más fría que la más gélida de la Tierra, así como mares que, a diferencia de los de la Tierra, no son de agua sino de metano líquido.

Una representación de un azotosoma de 9 nanómetros, aproximadamente el tamaño de un virus, con una parte de la membrana recortada para mostrar el interior hueco. (Imagen: James Stevenson)


Los autores del nuevo estudio emplearon un método de dinámica molecular que revisó todas las opciones químicas plausibles y comprobó en cada uno de los compuestos derivados del metano preseleccionados como candidatos su potencial para autoensamblarse en estructuras parecidas a membranas.
El resultado de esta minuciosa exploración de posibilidades teóricas es que Titán podría albergar células adaptadas al metano y libres de oxígeno, capaces de metabolizar, reproducirse y hacer todo lo básico que la vida hace en la Tierra.
La membrana de la célula cuya existencia teórica James Stevenson, Jonathan Lunine y Paulette Clancy consideran viable está compuesta por pequeños compuestos orgánicos de nitrógeno y es capaz de funcionar en el metano líquido, a temperaturas de 180 grados centígrados bajo cero (292 grados Fahrenheit bajo cero).
Lunine es un experto en las lunas de Saturno y miembro del equipo científico de la misión Cassini-Huygens que descubrió los mares de metano y etano en Titán.
En la Tierra, la vida está basada en la membrana con bicapa de fosfolípidos, la vesícula fuerte y permeable basada en agua que alberga la materia orgánica de cada célula. A la vesícula hecha de tal membrana se la llama liposoma. Así pues, muchos astrónomos buscan vida en lo que se llama la zona orbital habitable, la estrecha banda alrededor de un sol en la que el calor recibido de este permite la existencia de agua líquida en la superficie de un eventual planeta. Pero, ¿qué pasa si las células no dependen del agua, sino del metano, que tiene un punto de congelación mucho más bajo? La respuesta a esta crucial pregunta nos lleva a asumir que podría haber vida también más allá del límite exterior de esa zona orbital habitable.
Los autores del nuevo estudio han bautizado su teórica membrana celular como “azotosoma”.
El azotosoma está hecho de moléculas de nitrógeno, carbono e hidrógeno, que se sabe existen en los mares criogénicos de Titán, pero muestra la misma estabilidad y flexibilidad que tiene su homólogo, el liposoma terrestre.
Stevenson confiesa que se inspiró en parte en el escritor de ciencia-ficción y divulgador científico Isaac Asimov, quien escribió sobre un concepto de vida no basada en el agua en un ensayo de 1962.

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