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Los primeros pastores del norte de África viajaron con sus ganados más allá del
Lago Victoria en su camino hacia el sur del continente. Hasta ahora se pensaba
que esta zona había constituido el hábitat ideal para las moscas tse-tsé, que
transmiten la tripanosomiasis o enfermedad del sueño, y esto habría supuesto una
barrera infranqueable para personas y animales que en estas condiciones
sufrirían una alta mortalidad.
La cría de ganado comenzó hace entre 8.000 y 9.500 años al norte de África. Ganado en Kenia. (Foto: PNAS)
Sin embargo, ahora un análisis de los dientes fósiles de ganado de hace casi
2.000 años ofrece una nueva perspectiva, ya que revela que la dieta de estos
animales estaba basada en abundantes pastos que no estarían infectados por la
mosca, según publica la revista Proceedings of the National Academy of Sciences
of the United States of America (PNAS). Es decir, el ecosistema que rodea al
Lago Victoria hace miles de años era muy diferente al que se pensaba.
La investigación se ha llevado a cabo por tres autores de la Universidad de
Utah (EE UU), la paleontóloga y doctoranda en biología, Kendra Chritz; el
geoquímico Thure Cerling; y la investigadora peruana Esperanza Zagal,
especialista en antropología y química.
El análisis de isótopos estables de varios elementos químicos, que no se
desintegran radiactivamente, permitió obtener una información muy precisa de 86
dientes fósiles que se encontraron hace tres décadas entre las cenizas de fuegos
que habían servido para cocinar cerca de las cascadas Gogo Falls, al este del
lago, en territorio keniata, y que se conservaban en el Museo Nacional de
Kenia.
Eran dientes de animales como ovejas, cabras, vacas, antílopes, cebras,
hipopótamos o jabalíes de los que los investigadores apenas han tenido que tomar
un miligramo de esmalte para realizar los análisis. Con eso fue suficiente para
determinar que su dieta no estaba compuesta por árboles o arbustos, sino casi
exclusivamente por hierba, tanto en el caso de los animales domésticos como en
el de los salvajes.
Además, las conclusiones de esta investigación concuerdan perfectamente con
otros estudios sobre los sedimentos del lago, de manera que se refuerza la idea
de que la mosca tse-tsé no estaba presente en estos parajes y, por lo tanto, no
constituía una barrera para que los primeros pastores africanos pudieran avanzar
hacia el sur por esta vía.
Dentro de una visión amplia, el hallazgo ayuda a entender buena parte de la
historia humana en este continente, ya que la transición entre el modo de vida
basado en la caza y la pesca y la llegada de la ganadería es determinante para
aspectos esenciales como la aparición de las sociedades sedentarias. “La
producción de alimentos llevó a a la sociedad humana moderna y cambió nuestra
forma de vida, se construyeron ciudades y nacieron los sistemas políticos con un
órgano de gobierno central", apunta Chritz.
La cría de ganado comenzó hace entre 8.000 y 9.500 años en Egipto y la parte
más oriental del desierto del Sahara, probablemente, porque la caza había pasado
a ser un recurso insuficiente para vivir. En el este de África, la actual Kenia,
aparecen los ganados hace unos 4.500 años, que más tarde se irán expandiendo
hacia el sur hasta llegar a Sudáfrica hace unos 2.000 años.
“Sabíamos que alcanzaron el sur de África, pero la pregunta era cuál había
sido su ruta”, comenta Chritz. Los investigadores consideraban que las cercanías
del Lago Victoria habían supuesto un obstáculo importante, específicamente
porque un entorno húmedo y boscoso habría sido el ambiente propicio para la
transmisión de la enfermedad del sueño.
“Es muy difícil mantener ganado donde abunda la mosca tse-tsé”, apunta la
investigadora, pero parece que cada vez más pruebas demuestran que ese supuesto
ecosistema nunca existió en la época clave para la extensión de la ganadería
hacia el sur.
Hoy en día, el paisaje de la zona también es muy distinto al de hace unos
pocos milenios, ya que, por una parte tiene muy poca hierba al ser un suelo muy
explotado por la actividad ganadera, y por otra, presenta una gran espesura de
árboles y arbustos debido a que el ser humano ha mermado la población de jirafas
y elefantes. (Fuente: DiCYT)
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