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Poco se conoce sobre las tortugas marinas europeas más antiguas que
habitaron la Tierra hace millones de años. El hallazgo en la cordillera
bética, en Jaén (España), de los restos de una supuesta nueva especie de
tortuga, Hispaniachelys prebetica –considerada la más antigua del sur
de Europa– aportó hace seis años nuevas pistas. Pero aún no quedaba
claro a qué grupo pertenecía la tortuga primitiva.
Reconstrucción de ‘Plesiochelyidae indeterminado’ en un paisaje costero del Jurásico superior ibérico. (Imagen: Iván Gromicho)
Para resolver esta cuestión, Adán Pérez-García, investigador en el
grupo de Biología Evolutiva de la UNED, estudió los elementos fósiles
hasta ahora no analizados del ejemplar, reinterpretó algunos caracteres
del espécimen, y aportó nueva información sobre la morfología de estos
reptiles. Sus resultados dan un giro radical a la interpretación de los
fósiles.
“Hispaniachelys prebetica no puede ser reconocida como una especie
válida. Sin embargo, se identifica como miembro de un grupo de tortugas
exclusivas del Jurásico europeo denominado Plesiochelyidae, que eran muy
diversas”, aclara a Sinc Pérez-García.
El estudio, publicado en ActaPalaeontologica Polonica, demuestra que
algunas de las características de Hispaniachelys prebetica, como el
relativo gran tamaño del caparazón, no eran diferentes de las tortugas
del grupo Plesiochelyidae. Sin embargo, debido a la limitada y escasa
información que existe sobre este único ejemplar, “el espécimen se
reinterpreta como un miembro indeterminado de este grupo de tortugas”,
constata el trabajo.
Según el investigador, “Hispaniachelys prebetica ya no se considera
un nombre válido sino lo que técnicamente se denomina nomen dubium”,
precisa Pérez-García, quien añade que no se puede hacer una asignación
más precisa que ‘Plesiochelyidae indeterminado’. “Ese ejemplar
corresponde a una especie indeterminada de Plesiochelyidae, que podría
corresponder a alguna de las otras especies previamente definidas”,
detalla el científico.
Hace unos 160 millones
de años, en países como Reino Unido, Francia, Suiza, Alemania, Portugal
y España, vivió un grupo de tortugas primitivas llamadas
plesioquélidos, que “no se parecen a ninguna de las actuales”, aclara el
experto. En España estaban representadas por varias especies, varias de
ellas recientemente identificadas y de las que hay abundante material.
Ahora, con la identificación del ejemplar de Jaén se amplía su registro
al atribuirlo a este grupo.
Estos reptiles europeos habitaron mares cálidos y poco profundos del
continente, pero “no eran tan ágiles en esos medios como lo son las
tortugas marinas actuales, capaces de recorrer enormes distancias y
atravesar mares e incluso océanos”, especifica el experto, quien señala
que “debido a su anatomía esas tortugas jurásicas estaban restringidas a
las líneas de costa”.
Por su alta dependencia a los entornos costeros, los cambios en el
nivel del mar que ocurrieron al final del Jurásico –hace unos 145
millones de años– afectaron drásticamente a los entornos donde vivían.
Como consecuencia, “estas tortugas, además de otros grupos de reptiles
marinos, se extinguieron en ese momento”, afirma Pérez-García.
El investigador, mediante varios proyectos que desarrolla en el
Centro de Geología de la Universidad de Lisboa (Portugal) y en la UNED,
sigue trabajando en la revisión de Plesiochelyidae en la península
ibérica, así como en otras regiones europeas. “Tratamos de conocer la
diversidad real representada en el registro fósil de este grupo hasta
ahora tan poco conocido”, concluye. (Fuente: SINC)
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