lunes, 9 de junio de 2014

LA CAUSA DE LA EXTINCIÓN DE LA MEGAFAUNA MILES DE AÑOS ATRÁS

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El final de la última edad de hielo fue también el de una era dominada por grandes bestias terrestres, muchas de las cuales probablemente inspiraron a criaturas de la mitología humana. Durante un periodo de unos cien mil años que culminó con el citado fin de la era glacial, esos mamíferos gigantes se extinguieron. ¿Por qué?

Reconstrucción de mamut lanudo. (Imagen: NPS)

La causa de su extinción es un misterio sobre el que se ha debatido mucho. A través de los años, van sucediéndose estudios que respaldan a alguna de las teorías más aceptadas.
Una de las dos teorías principales es que esas bestias desaparecieron porque no lograron adaptarse a los cambios ambientales provocados por el cambio climático global natural de aquella época.
La otra es que fueron cazados hasta la extinción por el Ser Humano, en lo que reflejaría su paulatino ascenso a la categoría de Depredador Supremo del planeta, gracias a su inteligencia y a sus avances tecnológicos, y en el marco de su lucha por la supervivencia. Tener que cazar para comer y sobrevivir en épocas y lugares donde apenas había otras alternativas de alimentación acabó convirtiendo a nuestros antepasados en depredadores consumados y más peligrosos que esas propias bestias. E incluso su acción depredadora pudo extenderse a las aguas marinas costeras, tal como sugirió un estudio sobre el cual los redactores de NCYT hablamos en un artículo (http://www.amazings.com/ciencia/noticias/020801a.html) publicado el 2 de agosto de 2001. Según las conclusiones de aquella investigación, nuestros ancestros no sólo cazaron hasta la extinción a muchos animales de tierra firme, sino que acabaron asimismo con buena parte de la megafauna marina.
También se ha defendido la idea de que ambas presiones, la ambiental y la de depredación, son culpables a partes iguales de la extinción de la megafauna.
Ahora, un nuevo estudio apunta, de forma inequívoca según sus autores, a la caza ejercida por el Hombre como la causa principal de la extinción en masa de grandes animales por todo el mundo durante ese periodo de cien mil años que esencialmente terminó al mismo tiempo que lo hizo la Era Glacial.
Christopher Sandom, Søren Faurby, Jens-Christian Svenning y Brody Sandel, de la Universidad de Aarhus en Dinamarca, han llevado a cabo el primer análisis global de la extinción de los grandes mamíferos terrestres, y la conclusión es clara: Los humanos del pasado, a través de la sobrecaza, tienen la culpa.
Los seres humanos anatómicamente modernos se expandieron desde África hacia el resto del mundo durante el transcurso de los poco más de 100.000 años últimos, y eso concuerda con la desaparición de la megafauna de cada continente, culminando esencialmente con el fin de la era glacial pero prolongándose hasta hace unos mil años en aquellas zonas del planeta a las que el Ser Humano llegó tardíamente. Dicho de forma simple, nuestros antepasados exterminaron muchas de las especies de grandes animales a su llegada a los nuevos continentes o islas.
En su estudio, los investigadores realizaron un minucioso análisis global, pionero en muchos aspectos, de todos los mamíferos con un peso corporal de al menos 10 kilogramos que existieron durante el período que va de 132.000 a 1.000 años atrás.
Los investigadores encontraron que un total de 177 especies de grandes mamíferos desaparecieron durante este período, una pérdida enorme en la escala evolutiva del tiempo. África perdió “sólo” 18 especies, y Europa 19, mientras que Asia perdió 38, Australia y su zona circundante 26, Norteamérica 43 y Sudamérica 62.
La extinción de grandes animales ocurrió en prácticamente todas las zonas climáticas, y afectó a especies adaptadas al frío como los mamuts lanudos, a especies de zonas templadas como el elefante de bosque y el ciervo gigante, y a especies tropicales incluyendo perezosos gigantes y búfalos gigantes. La extinción de especies se registró en casi cada continente, si bien un número especialmente grande de se extinguió en América del Norte y del Sur, donde desaparecieron animales como los tigres Dientes de Sable, los mastodontes, los perezosos gigantes y los armadillos gigantes, y en Australia, que perdió animales como el canguro gigante, el wombat gigante y el león marsupial. Hubo asimismo pérdidas bastante graves en Europa y Asia, incluyendo especies de elefantes, rinocerontes y ciervos gigantes.
Los resultados muestran que la correlación entre el cambio climático natural (es decir, la variación de la temperatura y la precipitación por la alternancia entre eras glaciales y periodos interglaciales) y la pérdida de megafauna es débil, y que sólo puede verse con alguna relevancia en una subregión: Eurasia. La importante pérdida de megafauna en todo el mundo no puede por tanto explicarse por el cambio climático.
Por otro lado, los resultados muestran una correlación muy estrecha entre la extinción y la historia de la expansión humana. Los autores del nuevo estudio han encontrado reiteradamente índices de extinción muy grandes en áreas donde no había habido contacto entre la fauna y el Ser Humano, y que de pronto se vieron colonizadas por humanos anatómicamente modernos (Homo sapiens) del todo desarrollados como tales.
En definitiva, el análisis geográfico de los investigadores señala claramente a los humanos como la causa principal de la pérdida de la mayor parte de los mamíferos de la megafauna.

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