lunes, 31 de agosto de 2015

EL POLVO PRESENTE EN UN HOGAR PERMITE DEDUCIR EL GÉNERO DE LOS INQUILINOS Y LA ZONA GEOGRÁFICA

noticiasdelaciencia.com

El simple y ordinario polvo recolectable en una vivienda común alberga una amplia colección de bacterias y hongos, y, tal como se ha comprobado en una nueva investigación, ese contenido puede servir no solo para identificar la región geográfica donde se halla esa vivienda, sino también la proporción entre inquilinos e inquilinas, e incluso la presencia habitual de un animal doméstico.

Una muestra de polvo doméstico vista al microscopio. (Foto: NIAID)

Los nuevos hallazgos destacan la impresionante cantidad de diversidad microbiana que hay en una vivienda típica y lo mucho que estos organismos pueden revelar sobre las casas en las que habitan.
El equipo de Noah Fierer y Albert Barbarán, de la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos, examinó aproximadamente 1.200 hogares de todo el territorio continental de Estados Unidos. Las muestras de polvo tomadas dentro de cada hogar y en su entorno exterior cercano permitieron hacer análisis muy detallados.
Los resultados indican que, en promedio, cada vivienda contiene más de 5.000 especies diferentes de bacterias y alrededor de 2.000 especies de hongos. Aunque la investigación se ha hecho en Estados Unidos, buena parte de lo que revela puede extrapolarse a otras naciones. Las comunidades fúngicas en las viviendas tienden a ser las más delatadoras de la ubicación geográfica de una casa, mientras que las comunidades bacterianas proporcionan las mejores pistas sobre la identidad de sus macrohabitantes.
El hecho de que las comunidades de hongos presentes en el polvo doméstico dependan mucho de la geografía se debe a que la mayoría de estos hongos son transportados al interior de la vivienda desde fuera de ella, por acción del viento que los arrastra desde la tierra del suelo y hojas de vegetales. En cambio, en la composición de la población doméstica bacteriana la zona geográfica donde esté situada la vivienda influye menos que otros factores.
A partir de las muestras de polvo, los investigadores pudieron deducir con gran certeza la presencia de mascotas como perros y gatos viviendo en el domicilio, y con un grado de certeza algo menor, la proporción entre ambos géneros de las personas residentes. Las viviendas cuyos únicos inquilinos eran varones presentaban una composición bacteriana diferente que las viviendas con inquilinos masculinos y femeninos.
Los resultados de la investigación abren la puerta hacia la incorporación de nuevas técnicas forenses, útiles en pesquisas policiales, para investigaciones médicas sobre alergias, y en otras labores.

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