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En sintonía con la estrategia de "el enemigo de mi enemigo es mi amigo", algunas especies animales buscan disuadir a su depredador mediante la estrategia de permanecer cerca de los depredadores de su depredador, o cerca de cualquier otro animal que disuada a ese depredador de acercarse.
La hormiga Oecophylla smaragdina, protectora involuntaria de la araña Phintella piatensis, puede también ejercer de depredadora de ésta si le surge la oportunidad. (Foto: Robert Jackson)
Se sabe de casos así en el mundo animal, pero un caso documentado recientemente resulta especialmente llamativo, por cuanto implica a una araña que para protegerse frente a otra busca la cercanía de hormigas que repelen a la cazadora pero que al mismo tiempo pueden atacar a la perseguida si ésta no toma las debidas precauciones.
La araña de la especie Phintella piatensis a menudo procura construir su refugio cerca de una colonia de hormigas de la especie Oecophylla smaragdina, pese a que éstas son depredadoras potenciales de ella. Al parecer, para esta araña resulta más peligrosa la cercanía de una araña de la familia Scytodidae, un grupo con nombres populares como "arañas escupidoras" o "arañas tigre".
La taimada araña escupidora localiza el refugio de una araña Phintella piatensis, teje su telaraña justo encima, y espera a que la ocupante del refugio salga o entre, momento en el cual le escupe una sustancia inmovilizante y, si le acierta, acto seguido la ataca cuerpo a cuerpo.
Ximena Nelson de la Universidad de Canterbury en Nueva Zelanda, y Robert Jackson, de la misma universidad y del Centro Internacional de Fisiología y Ecología de Insectos en Kenia, han comprobado que la araña escupidora no se acerca a la araña de la especie Phintella piatensis cuando el refugio de ésta se halla en una zona por la que merodean habitualmente las citadas hormigas. Esto se debe a que la araña escupidora es repelida por el olor de ciertos compuestos químicos típicos de esas hormigas y que, emitidos por ellas, son transportados por el aire.Los investigadores encontraron que las arañas que evitan a la escupidora eligen el sitio en el que establecerán su refugio en función de si ven en él a hormigas vivas y activas de esa clase, o si perciben su olor característico o si detectan otros indicios claros de la presencia de estas hormigas. A fin de protegerse de éstas, la araña se vale de un tejido extremadamente resistente y espeso para construir un tupido refugio a prueba de hormigas, al cual es muy difícil que puedan entrar éstas y otros animales de tamaño similar.
El refugio cuenta con una especie de puerta, que la araña puede abrir y cerrar con rapidez cuando entra o sale de su refugio, evitando que se cuele alguna hormiga.
Los experimentos de Nelson y Jackson demuestran que las señales olfativas de esas hormigas desaniman a la araña escupidora, que prefiere mantenerse lejos aunque pierda la oportunidad de cazar a la araña Phintella piatensis.
Parece claro, por tanto, que las arañas Phintella piatensis buscan deliberadamente la cercanía de hormigas Oecophylla smaragdina para liberarse de la amenaza de las arañas escupidoras.
Los resultados de este estudio se han publicado en la revista académica Behavioral Ecology and Sociobiology, editada por Springer.
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