martes, 10 de abril de 2012

EXPLICACIÓN PARA EL EXTRAÑO ENIGMA VOLCÁNICO DE LA LUNA

noticiasdelaciencia.com

Cuarenta años después de las misiones Apolo, que llevaron astronautas a nuestro satélite natural, la formación e historia geológica de la Luna tienen todavía muchos secretos.

 
Muestra de una roca artificial de la Luna. (Foto: Nature)

Los astronautas no sólo trajeron 380 kilogramos de roca lunar a la Tierra, sino que también colocaron muchos instrumentos científicos sobre la superficie lunar. Contrariamente a la Tierra, nuestra Luna no tiene volcanes activos, y las huellas de su pasada actividad volcánica datan de hace miles de millones de años. Sin embargo, el año pasado, científicos de la NASA presentaron públicamente un nuevo modelo de la composición interior de la Luna, utilizando para ello datos de terremotos lunares obtenidos por los sismómetros de la era Apolo. Según ese hallazgo del equipo de la investigadora Renee Weber, hay mucho magma líquido en lo profundo de la Luna, y se cree que parte de las rocas que allí residen están fundidas. Específicamente, las partes más profundas del manto lunar, adyacentes al pequeño núcleo metálico, están parcialmente fundidas, hasta en un 30 por ciento.
En la Tierra, esas masas de magma tienden a moverse hacia la superficie, produciendo erupciones volcánicas. Si el interior profundo de la Luna contiene tanto magma, ¿por qué no vemos espectaculares erupciones volcánicas en la superficie?
Recientemente, otro equipo de científicos ha identificado una probable razón para esta vida pacífica de la superficie lunar: La roca caliente y fundida en el interior profundo de la Luna es tan densa que simplemente es demasiado pesada para subir a la superficie como lo haría, por ejemplo, una burbuja de aire en un vaso de agua.
Para sus experimentos, el equipo de Mirjam van Kan Parker y Wim van Westrenen, de la Universidad Libre de Ámsterdam, en los Países Bajos, produjeron copias microscópicas de muestras de roca lunar recogidas por las misiones Apolo, y las fundieron a presiones y temperaturas extremadamente altas, como sucede dentro de la Luna. Luego midieron su densidad con un potente sistema de rayos X, descubriendo que es demasiado grande para que el magma pueda ascender a la superficie.
En la nueva investigación también han trabajado expertos de la Universidad de París 6 y la de Lyon 1, ambas en Francia, la de Edimburgo en el Reino Unido, y el ESRF (European Synchrotron Radiation Facility) en Francia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario