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Los animales pueden usar diferentes modalidades sensoriales para orientarse,
y algunas de ellas son muy diferentes a las nuestras. Por ejemplo, algunas
especies de aves utilizan el patrón de polarización producido por la luz solar
en la atmósfera para calibrar sus sistemas de orientación. Ahora, unos
investigadores han descubierto que un mamífero de hábitos nocturnos, el
murciélago de la especie Myotis myotis, tiene la capacidad de orientarse usando
luz polarizada. Estos murciélagos se valen del patrón de polarización del cielo,
al acercarse el ocaso, para calibrar su sistema de orientación, que se basa en
el campo magnético de la Tierra.
El equipo de Stefan Greif, del Instituto Max Planck para la Ornitología en Seewiesen, Alemania, capturó 70 hembras de los citados murciélagos en una cueva en el nordeste de Bulgaria. A la hora del crepúsculo, los científicos expusieron la mitad de los murciélagos, en receptáculos especiales, a una dirección de polarización desplazada en 90 grados respecto al espectro natural. La otra mitad del grupo fue colocada dentro de receptáculos similares pero con la dirección de polarización natural. Mucho después de caer la noche, los murciélagos fueron llevados a dos sitios diferentes, a unos 20 kilómetros de distancia de su hogar. En tales lugares fueron liberados, después de que los científicos les pusieran pequeños transmisores de radio con el propósito de seguirles la pista mientras volaban de regreso a la cueva. Los animales expuestos al patrón de polarización desplazado en 90 grados al anochecer se alejaron en una dirección desviada en unos 90 grados respecto a la dirección seguida por los del grupo sometido a la polarización natural.
Con este sencillo experimento, los investigadores han demostrado por vez primera que los murciélagos pueden utilizar el patrón de polarización del cielo al anochecer para calibrar su "brújula" interna. Sin embargo, el mecanismo exacto que lo permite todavía es desconocido. Se necesitan nuevos estudios fisiológicos y de comportamiento para conocer los entresijos de esta nueva y fascinante capacidad sensorial de los murciélagos.
Un murciélago Myotis myotis en el momento de echar a volar. (Foto: © Instituto Max Planck para la Ornitología / Stefan Greif)
El equipo de Stefan Greif, del Instituto Max Planck para la Ornitología en Seewiesen, Alemania, capturó 70 hembras de los citados murciélagos en una cueva en el nordeste de Bulgaria. A la hora del crepúsculo, los científicos expusieron la mitad de los murciélagos, en receptáculos especiales, a una dirección de polarización desplazada en 90 grados respecto al espectro natural. La otra mitad del grupo fue colocada dentro de receptáculos similares pero con la dirección de polarización natural. Mucho después de caer la noche, los murciélagos fueron llevados a dos sitios diferentes, a unos 20 kilómetros de distancia de su hogar. En tales lugares fueron liberados, después de que los científicos les pusieran pequeños transmisores de radio con el propósito de seguirles la pista mientras volaban de regreso a la cueva. Los animales expuestos al patrón de polarización desplazado en 90 grados al anochecer se alejaron en una dirección desviada en unos 90 grados respecto a la dirección seguida por los del grupo sometido a la polarización natural.
Con este sencillo experimento, los investigadores han demostrado por vez primera que los murciélagos pueden utilizar el patrón de polarización del cielo al anochecer para calibrar su "brújula" interna. Sin embargo, el mecanismo exacto que lo permite todavía es desconocido. Se necesitan nuevos estudios fisiológicos y de comportamiento para conocer los entresijos de esta nueva y fascinante capacidad sensorial de los murciélagos.
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