noticiasdelaciencia.com
Los resultados de nuevos análisis corroboran la sospecha de que el manto
terrestre acoge tanta agua como los océanos. De todos modos, no conforma ningún
océano realmente. El agua está incorporada en minerales. Esta última
circunstancia implica que la composición química del manto terrestre y su
comportamiento son distintos de como se creía que eran.
El agua del manto terrestre se encuentra atrapada
dentro de la estructura molecular de los minerales, y no presenta ninguna de las
formas con las que la conocemos en la superficie terrestre y en la atmósfera. En
la recreación artística, se muestran, de arriba a abajo, la atmósfera, la
superficie, el manto superior y la zona de transición rica en minerales con agua
incorporada. (Imagen: Amazings / NCYT / JMC)
La presencia de agua líquida en la superficie es lo que hace habitable a
nuestro "planeta azul", y durante mucho tiempo los científicos han estado
tratando de averiguar cuánta agua puede estar circulando entre la superficie de
la Tierra y las reservas más interiores a través de la tectónica de placas.
El geofísico Steve Jacobsen, de la Universidad del Noroeste en Evanston,
Illinois, Estados Unidos, y el sismólogo Brandon Schmandt, de la Universidad de
Nuevo México en el mismo país, han encontrado, a algo más de 600 kilómetros
(unas 400 millas) bajo América del Norte, la huella probable de la presencia de
agua a estas profundidades. Este descubrimiento sugiere que la tectónica de
placas puede llevar agua de la superficie hasta esas profundidades de la
Tierra.
Los científicos han venido especulando desde hace tiempo con la idea de que
hay agua atrapada en una capa rocosa del manto de la Tierra situada entre el
manto inferior y el manto superior, a profundidades de entre 400 y 660
kilómetros (entre 250 y 410 millas). Jacobsen y Schmandt aportan ahora
evidencias directas de que puede haber agua en esta zona del manto, conocida
como la "zona de transición", a escala regional. La región en cuestión se
extiende por la mayor parte del área interior de Estados Unidos.
Si el agua constituye tan sólo el 1 por ciento del peso de la masa rocosa del
manto situada en la zona de transición, sería equivalente a casi tres veces la
cantidad de agua presente en los océanos.
Esa agua del manto terrestre, como hemos dicho, no se encuentra en una de las
formas típicas que conocemos en la superficie de la Tierra o en la atmósfera, o
sea agua líquida, hielo o vapor. El agua del manto se encuentra atrapada dentro
de la estructura molecular de los minerales. De hecho, la presión tan alta que
crea el peso de 400 kilómetros de roca sólida, junto con temperaturas superiores
a 1.000 grados centígrados (más de 2.000 grados Fahrenheit), hacen que una
molécula de agua se divida para formar un radical hidroxilo (OH), el cual se
puede enlazar en la estructura cristalina mineral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario