sábado, 29 de marzo de 2014

CARACOLES CON ASPECTO DE JOYAS

noticiasdelaciencia.com

Un equipo de biólogos de Malasia y Países Bajos ha catalogado 31 especies de diminutos e impresionantes caracoles del género Plectostoma, en Malasia occidental, Sumatra, y Tailandia. Diez de las especies son nuevas para la ciencia, pero, por desgracia, algunas de ellas están en peligro de extinción.

Un ejemplar de Plectostoma salpidomon, cuya concha tiene una longitud de alrededor de 3 milímetros, arrastrándose en su hábitat natural, microvegetación sobre caliza, en Pahang, Malasia. (Foto: Thor-Seng Liew. CC-BY 4.0)

El estudio fue llevado a cabo por el equipo de Thor-Seng Liew y Menno Schilthuizen, del Centro Naturalis de Biodiversidad, en los Países Bajos.
Liew pasó cuatro años estudiando la distribución, forma de la concha, y genética de esos caracoles minúsculos. Aún está trabajando en especies de Borneo, donde los Plectostoma son excepcionalmente diversos, pero en los resultados ahora presentados de su labor ya queda claro que estos caracoles son especiales por varias razones.
En primer lugar, tienen conchas con configuraciones muy inusuales y de ornamentación espectacular, lo que las hace merecedoras de la comparación con joyas, tal como comenta Liew.
En la investigación, se ha usado un escáner de tomografía computerizada para objetos minúsculos a fin de obtener imágenes detalladas en 3D de las formas concretas de las conchas. Esto ha permitido identificar 31 especies, 10 de ellas desconocidas hasta ahora.



Ejemplar de Plectostoma laidlawi, cuya concha tiene una longitud de unos 2 milímetros, reptando en su hábitat natural, microvegetación sobre caliza, en Kelantan, Malasia. (Foto: Thor-Seng Liew. CC-BY 4.0)

Otra peculiaridad es que estos singulares caracoles viven sólo en colinas ricas en piedra caliza. En el Sudeste de Asia, tales colinas son normalmente escasas y están muy apartadas entre sí, por lo que los caracoles que consiguen colonizarlas quedan del todo aislados de otras comunidades. Esto, a su vez, ha causado un elevado grado de endemismo: Muchas especies de Plectostoma se hallan sólo en una colina y en ninguna otra parte de la Tierra.
Ser tan endémicas hace muy vulnerables a estas especies. Por ejemplo, las colinas de caliza son un objetivo fácil y de gran interés comercial para las compañías mineras, y muchas de tales colinas están siendo objeto de trabajos de extracción que hacen desaparecer buena parte de su terreno original, y con él a la especie de caracol que allí vivía. Una especie, Plectostoma sciaphilum, ya se ha extinguido: Su hogar fue transformado en materia prima para cemento hace unos años. Destinos parecidos afrontan al menos otras seis especies. Una de estas, P. tenggekensis, a la que se le ha dado nombre y descrito científicamente por vez primera en el informe que los investigadores acaban de presentar públicamente, sólo vive en un terreno de Bukit Tenggek, que los autores del estudio calculan que habrá desaparecido por completo como tal hacia finales de 2014.
En la investigación también han trabajado Jaap Jan Vermeulen y Mohammad Effendi Marzuki.

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