martes, 23 de abril de 2013

EL LOBO EN EL SÉPTIMO ARTE

ecoticias.com
 
Como reflejo de una ancestral relación de amor y odio que ha mantenido el hombre con el lobo, numerosos relatos, mitos y leyendas han incorporado este último a una trama que se ha ido tejiendo a través de los siglos. Un análisis de su presencia en uno de los principales medios actuales canalizadores de la cultura popular, el cine, surgido a principios del siglo XX, nos muestra si ha perdurado esta relación y bajo que criterios en este nuevo formato de expresión.



 
En un primer examen se contabilizan casi 500 películas protagonizadas por el lobo. Una revisión cronológica de las mismas muestra que ya desde sus inicios, el lobo no pasó desapercibido en el mundo cinematográfico. De hecho, en estos primeros momentos el entonces presidente de los Estados Unidos, Theodore Roosevelt, promovió la grabación de la caza de lobos por parte de los pioneros del oeste americano en una cinta (Wolf Hunt, 1908) que exponía orgulloso en la Casa Blanca. En Europa también se quiso dejar constancia de los importantes valores atribuidos a la caza del lobo (Russian Wolf Hunt, 1910), así como de lo peligroso que llega a ser para el hombre, tal como venía recogido en antiguas tradiciones (Wolf Hunt, 1909).
Tras estos tempranos períodos, durante la primera etapa del medio cinematográfico, el lobo alcanza papeles más sólidos en numerosas películas, si bien interpretado por perros adiestrados que llegaron a convertirse en estrellas de la gran pantalla. Su imagen, sin embargo, no varió mucho, ya que en la mayor parte de ellas se exponía como su espíritu salvaje era aplacado por el hombre; y actuaba con nobleza y valentía, pese a ser originariamente un animal feroz y cruel. Visión general que ha predominado en gran parte de la historia del cine, donde en el mejor de los casos el rol que ha desempeñado ha sido el de resaltar la fuerza inexorable de la naturaleza.
No será hasta las décadas de los 60 y 70, cuando en algunas películas el lobo deja ya de ser presentado como un villano, un peligroso animal dañino, y se le intenta dar un valor positivo. 
Visión del lobo como protagonista, mostrando sus problemas de subsistencia, especialmente los derivados de la persecución de la que es objeto por el hombre, e incluso llegándosele a identificar con la conservación de la naturaleza, que se ha ido instalando en el medio desde entonces. De manera que conforme llegamos hasta fechas recientes los estrenos de películas que encajan en esa dinámica se han venido incrementando, y es la visión predominante en la actualidad.  No obstante, el lobo como bestia feroz y peligrosa no ha sido “desterrado” completamente, pues no es extraño que siga apareciendo con ese “estigma” en algunas películas actuales.
Pero la industria cinematográfica no ha presentado al lobo únicamente en películas de acción y aventuras. La tradición no ha ceñido la relación con el lobo solo al mundo real, ha envuelto su figura en un entorno mágico desde tiempos pretéritos. Lo cual ha permitido a los guionistas plantear una amplia diversidad de tramas fantásticas acompañando al lobo. En este ámbito, es fundamental reseñar la considerable importancia, al menos en proporción al número de títulos, de aquellos basados en el mito del hombre lobo, habitualmente presentado en la pantalla como una estrella del cine de terror. Sin olvidar las adaptaciones de cuentos infantiles, en especial el lobo de Caperucita Roja, uno de los primeros personajes animados en aparecer en la pantalla (Le Petit Chaperon Rouge, 1901).
Clásicos del cine de acción y aventuras, acompañados en muchos casos por enfoques cómicos e incluso dramáticos. Sin excluir una clara tendencia a rodear a los lobos con un hálito de misterio y con frecuencia terror. Lo cual viene a constatar que un medio de comunicación y expresión artística reciente como el cine no ha perdido la fascinación tradicional por el lobo y es un fiel reflejo de su importancia cultural.
Todo ello se puede verificar en la monografía, editada por la Asociación Hombre y Territorio, El lobo en el séptimo arte, que describe los más de 400 títulos protagonizados por el lobo desde el origen del medio cinematográfico hasta llegar a nuestros días, estructurados en sus diferentes categorías

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