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Un estudio de la actividad de murciélagos en las áreas quemadas y no quemadas después de un gran incendio forestal en el sur de las montañas de Sierra Nevada, en California (Estados Unidos), no encontró evidencia de efectos perjudiciales sobre los murciélagos un año después del incendio.
Los hallazgos, publicados en 'Plos One', sugieren que los murciélagos son resistentes al fuego de alta intensidad y que algunas especies, incluso, pueden beneficiarse de los efectos del fuego sobre el paisaje.
Los resultados del estudio, dirigido por Winifred Frick, de la Universidad de California, Santa Cruz (Estados Unidos), son relevantes para la comprensión actual de cómo la vida silvestre responde al fuego, que hasta ahora se basa casi por completo en los estudios de un número limitado de especies, la mayoría de ellos las aves. Los murciélagos constituyen un componente importante de la diversidad de mamíferos en los ecosistemas forestales, donde juegan un papel importante como depredadores de insectos.
"Este estudio llena un vacío crítico sobre cómo el fuego afecta a un importante grupo de animales", afirma Joseph Fontaine, ecologista sobre incendios en la Universidad de Murdoch en Perth, Australia.
Los investigadores realizaron el estudio en un área de Inyo Sequoia y bosques nacionales donde el incendio 'Fire McNally' quemó en 2002 más de 150.000 hectáreas, con un fuego que ardía con intensidad mixta, dejando un mosaico de baja y alta severidad de daños, así como parches de bosque no quemado. El estudio comparó la actividad de murciélagos en las zonas de bosque no quemado, moderadamente quemados y con quemaduras graves.
Los investigadores realizaron análisis en 2003, utilizando micrófonos de alta frecuencia para registrar los pulsos ultrasónicos de ecolocalización que usan los murciélagos para cazar insectos. De las 16 especies de murciélagos que viven en la zona, algunos tienen distintivas firmas sonoras, mientras que otras se pueden clasificar en grupos con sonidos de ecolocalización y comportamientos similares de forrajeo. En este estudio, los investigadores identificaron seis "grupos fónicos", incluyendo tres especies individuales y tres grupos de especies.
Los resultados mostraron que las respuestas de los seis grupos fónicos a fuego moderado y de alta severidad fueron neutrales o positivas. La heterogeneidad que estos incendios crean en el paisaje puede ser una característica importante, lo que resulta en una estructura de hábitat que beneficia a una amplia gama de especies, según Frick.
"Los murciélagos podrían ser resistentes a este tipo de perturbación natural --dijo--. Vamos a salir y ver un paisaje carbonizado y creemos que está totalmente destruido, pero los murciélagos pueden encontrar un hábitat productivo para sus necesidades".
Algunas especies parecen preferir las zonas quemadas para forrajear, quizá debido al desorden reducido y una mayor disponibilidad de presas y refugios después de un incendio, aunque se necesita más investigación, según el coautor Michael Buchalski, estudiante de doctorado en la 'Western Michigan University'.
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