sábado, 15 de diciembre de 2012

LA ASOMBROSA SENSIBILIDAD TÁCTIL DE CAIMANES Y COCODRILOS

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Los cocodrilos y caimanes son conocidos por tener una piel gruesa y cuerpos bien acorazados. En consecuencia, resulta un tanto sorprendente descubrir que su sentido del tacto es uno de los más agudos del reino animal.


Mandíbula de un cocodrilo. (Foto: Catania Lab)

El sentido del tacto de estas bestias se concentra en una serie de pequeñas estructuras pigmentadas que aparecen como "manchas" en la piel de todo el cuerpo. Hay bastantes de estas manchas en torno a su cara y mandíbulas.
El equipo de Duncan Leitch y Ken Catania, de la Universidad Vanderbilt, en Nashville, Tennessee, Estados Unidos, ha descubierto que estas manchas contienen una colección concentrada de sensores táctiles que las hacen incluso más sensibles a la presión y la vibración que las yemas de los dedos humanos.
Los científicos que en el pasado estudiaron a los cocodrilos y caimanes ya se habían percatado de la existencia de estas manchas, pero, hasta ahora, se ignoraba para qué sirven. A lo largo de los años, se han presentado diversas hipótesis sobre su función. Éstas incluyen: fuente de secreciones sebáceas que mantienen limpios a estos animales; detección de campos eléctricos; detección de campos magnéticos; detección de la salinidad del agua; y detección de la presión y las vibraciones.
Lo descubierto ahora indica que el sistema táctil de estos animales es excepcional, y les permite no sólo detectar movimientos del agua creados por una presa que nada, sino también determinar la ubicación de la presa y distinguir y manipular objetos en sus mandíbulas.
El hecho de que la mayor sensibilidad táctil en estas bestias se concentre en la boca cerca de los dientes sugiere que los sensores táctiles las ayudan a identificar los objetos que capturan en sus fauces. Los sensores también parecen brindar la sensibilidad que necesitan las hembras de caimanes y cocodrilos para ayudar delicadamente a salir del cascarón a sus crías y para protegerlas llevándolas en sus fauces, las mismas fauces que pueden triturar una presa en un santiamén.

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