sábado, 2 de junio de 2012

¿POR QUÉ LAS PLANTAS SIGUEN AL SOL?

ecoticias.com

El interrogante de por qué algunas plantas se inclinan hacia la luz o crecen hacia arriba y no hacia abajo puede parecer sencillo


Ahora un equipo de investigadores europeos ha realizado descubrimientos que nos acercan a solucionar este enigma. En su opinión, la respuesta radica en la auxina, una clase de hormona vegetal. Los descubrimientos de su estudio se han publicado en la revista Nature.
El interrogante de por qué algunas plantas se inclinan hacia la luz o crecen hacia arriba y no hacia abajo puede parecer sencillo, pero la respuesta dista de serlo. Hace mucho que diversos investigadores habían formulado la teoría de que la responsable de este fenómeno debía ser la auxina, que suscitó el interés incluso de Charles Darwin en el siglo XIX. No obstante, hasta ahora no se había logrado comprender al detalle su funcionamiento.
Una investigación realizada por científicos del Departamento de Biología de Sistemas Vegetales del Instituto de Biotecnología de Flandes (VIB) y de la Universidad de Gante (ambos en Bélgica) ha sacado a relucir una conexión nueva e importante entre esta cuestión y el transporte de la auxina por la planta. Según sus indagaciones, la auxina se almacena en sitios específicos.
El equipo, dirigido por Elke Barbez y supervisado por Jürgen Kleine-Vehn del VIB y Jiri Friml, también del VIB y de la Universidad de Gante, determinó que el transporte de la auxina por la planta desempeña una función compleja pero vital. La auxina se produce en las secciones en crecimiento de la planta y posteriormente se envía a otras partes de la misma donde es necesaria, incluido el tallo. Para que la planta pueda absorber de forma óptima y eficaz los rayos solares, es preciso que el tallo se enderece lo antes posible. Por esta razón se suministra más auxina a la sección inferior del tallo que a la superior, gracias a lo cual la primera crece más rápido y el tallo crece recto. Al regular el destino de la auxina transportada, las plantas logran aprovechar del mejor modo posible las condiciones cambiantes de su entorno.
Según los autores, sus hallazgos tendrán consecuencias de gran calado y podrían resultar beneficiosos para ingenieros agrónomos y agricultores. Es previsible que un conocimiento más preciso sobre la auxina proporcione nuevas herramientas para conseguir que los cultivos crezcan de un modo más eficiente. Así aducen, por ejemplo, que incrementando la concentración de auxina en el momento y el lugar adecuado se podría promover un crecimiento más positivo y una mayor productividad.
Además de contar con el apoyo de la VIB y de la Universidad de Gante, esta investigación recibió financiación del Fondo de Viena para la Ciencia y la Tecnología (WWTF, Austria), la Agencia para la Innovación mediante Ciencia y Tecnología (IWT, Bélgica), el programa Odysseus de la Fundación para la Investigación de Flandes (Bélgica), los Fondos Nacionales Suizos, y el Ministerio de Educación, Juventud y Deporte de la República Checa.

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