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Un obsequio suele verse como una muestra de buena voluntad. Así es en los humanos, y también en algunas especies de arañas. Ahora, una nueva investigación revela que la apariencia del envoltorio también es importante para las arañas que reciben el regalo, algo que en el caso humano equivaldría al valor extra que le atribuimos a un paquete envuelto hábilmente en lujoso papel de regalo, con respecto a otro envuelto en papel ordinario de embalar y toscamente pegado.
Un macho de Paratrechalea ornata ofreciendo un regalo nupcial a una hembra. (Foto: Mariana Trillo)
Las científicas Mariana C. Trillo, Valentina Melo González y María José Albo, del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable en Uruguay, han hecho el llamativo descubrimiento en arañas de la especie Paratrechalea ornata. Las hembras escogen para el apareamiento a los machos que les hacen los obsequios de cortejo nupcial mejor envueltos en seda arácnida. No juzgan por tanto los regalos solo por su contenido sino también por el envoltorio de seda arácnida blanca.
Las investigadoras son autoras del que se considera el primer estudio que examina el papel de los envoltorios de seda durante el cortejo para el apareamiento de esta araña semiacuática sudamericana. Los resultados de este estudio se han presentado públicamente a través de la revista académica Naturwissenschaften - The Science of Nature (La Ciencia de la Naturaleza), la cual cumplió en 2013 cien años de actividad, desde su primer número, publicado el 3 de enero de 1913. La revista está editada por Springer, una editorial alemana fundada en 1842.
La araña Paratrechalea ornata es uno de los numerosos animales y especialmente invertebrados que ofrecen regalos durante su cortejo para el apareamiento. Durante su búsqueda de pareja, los machos de esta especie se acercan a la hembra que les gusta portando entre sus mandíbulas una presa envuelta en seda arácnida blanca.
Tiene sentido que las hembras juzguen a un macho por el aspecto del envoltorio que genera para envolver la presa que les regala, ya que es un indicador de su salud y vigor, y por tanto de su valor para el apareamiento. Se constató en el estudio que los machos en malas condiciones de salud traían regalos pobremente envueltos, mientras que los que estaban en mejor forma añadían más seda al envoltorio, lo que lo hacía parecer más blanco. En definitiva, las hembras evalúan la condición física del macho basándose en su trabajo a la hora de envolver con seda el regalo, y en qué aspecto tiene éste, ya que el envoltorio de seda es un rasgo dependiente de su estado físico y que muy probablemente permite a la hembra de Paratrechalea ornata conseguir información sobre su futura pareja, incluyendo su estado de salud y su vigor físico.
De hecho, se diría que un color blanco en la zona de la boca de un macho es un rasgo seductor para las hembras. En unos experimentos efectuados por las investigadoras, las partes bucales de algunos machos se pintaron en blanco, y otras no. Las hembras expuestas a machos con partes bucales blancas estaban más activas, mostraron más contacto físico y pasaron más tiempo frente a ellos. También aceptaron el apareamiento antes, y con mayor frecuencia, que aquellas expuestas a machos sin pintura.
Todo esto demuestra la gran importancia de las señales visuales durante el cortejo y para la elección de pareja en la Paratrechalea ornata.
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