domingo, 16 de septiembre de 2012

UNA MOLÉCULA QUE PUDO TENER UN PAPEL CLAVE EN LA TRANSICIÓN DESDE LA VIDA UNICELULAR A LA PLURICELULAR

noticiasdelaciencia.com
 
Se ha conseguido identificar una molécula que pudo desempeñar un papel clave en cómo las células "aprendieron" a diferenciarse unas de otras en los organismos multicelulares primitivos.


La Dictyostelium discoideum es una ameba microscópica. Un grupo de cien mil de ellas puede formar un montículo del tamaño de un grano de arena. (Foto: Rex Chisholm, Northwestern University / NIGMS)
 
Los biólogos del desarrollo intentan conocer detalladamente cómo se lleva a cabo ese proceso un tanto enigmático que hace que células que al principio son idénticas lleguen a diferenciarse tiempo después en los tipos especializados de células que forman los tejidos y órganos.
Recientemente, un equipo de investigación del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Dundee, Reino Unido, ha identificado una molécula llamada c-di-GMP, que constituye la "señal" que puede inducir la diferenciación hacia una clase de células.
La investigadora Pauline Schaap y sus colegas vienen trabajando desde hace tiempo con un organismo multicelular simple, Dictyostelium, cuyas células que pueden moverse espontáneamente se pueden diferenciar hacia dos tipos de células sin movilidad. En una investigación anterior, el equipo de Schaap demostró que una sustancia de señalización llamada cAMP induce la diferenciación hacia una de esas dos clases, la espora. Ahora Schaap y sus colegas han identificado otra sustancia, el c-di-GMP, como la señal que induce la diferenciación hacia la otra clase de célula.
Lo descubierto en el nuevo estudio brinda una buena oportunidad de profundizar en el intrigante proceso que hizo que las células "aprendieran" a volverse distintas unas de otras en los organismos multicelulares primitivos.
Antes de este estudio, el c-di-GMP sólo se había encontrado en bacterias. En ellas, el c-di-GMP típicamente hace que éstas pierdan su facultad de moverse y pasen a ser parte de grandes y pegajosas colonias, conocidas como biopelículas.
El hecho de que un organismo como el Dictyostelium, muy distinto de las bacterias, use el mismo mecanismo es muy interesante y sugiere que los procesos que causan la diferenciación celular en los eucariotas, como el Ser Humano, puede tener orígenes evolutivos muy profundos en las raíces del árbol de la vida, tal como razona Schaap.

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