jueves, 2 de agosto de 2012

EL PAPEL OCULTO DE MUSGOS, LÍQUENES Y ALGAS TERRESTRES EN LA LUCHA CONTRA EL CALENTAMIENTO GLOBAL

noticiasdelaciendia.com

Para mucha gente, las algas terrestres, que pueden vivir en zonas a la sombra y con suficiente humedad, así como los líquenes y los musgos, también asiduos a esa clase de sitios, merecen la misma consideración que las malas hierbas.


Liquen. (Foto: © W. Elbert, MPI for Chemistry)

Sin embargo, pueden estar ofreciendo más beneficios de lo que se creía, a juzgar por los resultados de una investigación efectuada por científicos del Instituto Max Planck de Química en Maguncia, la Universidad de Kaiserslautern, y el Centro de Investigaciones de Biodiversidad y Clima en Fráncfort, las tres instituciones en Alemania.
El equipo de Wolfgang Elbert ha descubierto que los líquenes, musgos y algas terrestres absorben enormes cantidades de nitrógeno y dióxido de carbono de la atmósfera y realizan su fijación en el suelo.
Casi la mitad de la fijación de nitrógeno que se produce de forma natural en nuestro planeta es gracias a las cubiertas criptogámicas, las cuales también capturan tanto dióxido de carbono como el que es liberado anualmente a la atmósfera por la combustión de biomasa.
Estos hallazgos ayudarán a mejorar los modelos climáticos y los cálculos de flujo globales, en los que hasta ahora no se ha tenido en cuenta el balance de carbono y nitrógeno de las cubiertas criptogámicas. Lo descubierto también servirá para que mucha gente mire con otros ojos a los musgos, líquenes y algas terrestres.
Los papeles que bosques y océanos desempeñan en el clima y en el intercambio global de oxígeno, carbono, y nitrógeno han sido documentados en numerosos estudios científicos. La importancia de las algas terrestres, los líquenes y los musgos en los flujos de nitrógeno y de carbono, así como en el balance del dióxido de carbono, no se acostumbran a tomar en cuenta. Y eso es a pesar de que las cubiertas criptogámicas, incluyendo las algas verdiazules conocidas como cianobacterias, cubren un 30 por ciento de la superficie de los suelos.
Las formas de vida que obtienen su energía a través de la fotosíntesis, pero que no florecen, forman parte de las criptógamas. Se las encuentra en todos los ecosistemas, no simplemente en tejados, árboles, o muros. Las cubiertas criptogámicas incluyen algunas de las formas de vida más antiguas de nuestro planeta, y también están presentes en terrenos de regiones áridas.
Los resultados del nuevo estudio indican que musgos, líquenes y algas absorben aproximadamente 14.000 millones de toneladas de dióxido de carbono y fijan cerca de 50 millones de toneladas de nitrógeno cada año.

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